Un grupo de hackers de Corea del Norte, apodados “Kimkusy”, coordinó ciberataques al menos a seis compañías farmacéuticas radicadas en Estados Unidos, Reino Unido y Corea del Sur.
Cada una de ellas está involucrada en la elaboración de tratamientos y vacunas para mitigar la pandemia de COVID-19. La información fue dada a conocer este miércoles a través de un informe elaborado por el diario estadounidense The Wall Street Journal.
Los empresas anteriormente mencionadas sufrieron un intento de robo respecto de información relacionada con la confección del antídoto. La misma podría ser utilizada por Corea del Norte como arma contra los laboratorios o mercancía a ser vendida a otras farmacéuticas.
Según consta en la investigación, dos de las empresas atacadas fueron Johnson & Johnson y Novavax, compañías norteamericanas que se encuentran desarrollando una vacuna desde el mes de agosto, junto con entidades surcoreanas. Por su parte, en Inglaterra, las redes de AstraZeneca intentaron ser vulneradas. Para ello, el grupo de hackers envió mails a distintas personas dentro de la corporación haciéndose pasar por compañeros de trabajo o amigos. Junto al escrito, adjuntando un archivo dañino que permitía ingresar al sistema operativo de la víctima.
Respecto a la situación en Corea del Sur, las compañías Shin Poong Pharmaceutical y Celltrion reconocieron haber recibidos ataques similares a los descritos. Aun así, todas y cada una de las empresas del rubro de salud aseguraron que los “asaltos” no tuvieron efecto alguno. Los sistemas parecían no presentar fallas y la información almacenada estaba intacta.
La diplomacia de las vacunas es la nueva "carrera espacial"
Microsoft, la empresa comandada por el magnate estadounidense Bill Gates, reportó haber podido detectar siete ciberataques contra empresas locales que se encuentran investigando sobre una posible vacuna contra el coronavirus. En estos ataques apareció, también, la figura de Rusia como potencial agresor.
El grupo de piratas informáticos norcoreanos, conocido por nombres como Kimsuky, Velvet Chollima, Black Banshee o Thalluim, opera de manera diaria intentado acceder a datos pertenecientes a bancos, sistemas de inteligencia y gobiernos occidentales. Por su parte, el gobierno de Corea del Norte dice no tener conocimiento sobre los ciberataques efectuados.
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