Ya se sabe. La alfombra roja de los Oscars es “el” momento en que directores, actrices y actores de Hollywood desfilan mostrando sus looks, diseñados en muchos casos especialmente para la ocasión por las más importantes casa de moda del mundo. Pero siempre hay “perlitas” o invitados que llaman la atención.
Esta noche, una de las presencias que más sorprendió fue la japonesa Marie Kondo, la gurú del orden que es best seller con sus libros y ya tiene su propia serie en Netflix. Fue una de las primeras en pisar la alfombra roja del Dolby Theatre de Los Angeles. Eligió un vestido rosa, un diseño para ella por la diseñadora Jenny Packham.
Otra de las “infiltradas” de esta noche fue la modelo XXL Ashley Graham, que destacó sus curvas con un vestido negro, corte sirena, de Zac Posen. La modelo que impulsa el estilo de cuerpos reales será presentadora y corresponsal de esta noche para la cadena ABC.
Y si bien hubo varios looks super llamativos (el vestido dorado de Glenn Close by Carolina Herrera que pesa 20 kilos y cuesta de 4 millones de dólares; y el smoking vestido del actor y cantante Billy Porter) Spike Lee merece un destacado aparte.
El reconocido cineasta, cuya película El infiltrado del KKKlan tiene seis nominaciones, decidió que su outfit fuera mucho más que una simple vestimenta para convertirlo en homenaje. En este caso a Prince, por eso eligió un traje violeta, color preferido del músico, y un colgante con el símbolo que representaba a la legendaria figura de la música negra.
“Mi hermano Prince está mirando esta noche y cantando ‘va a ser una noche hermosa’”, publicó el director en su cuenta de Instagram donde anticipaba su look para la alfombra roja. Además llevó unos anillos con las palabras “hate” (odio) y “love” (amor) como hacía el personaje del actor Bill Nunn en su emblemática película Haz lo correcto (1989).
P.M./D.S.