Cynthia Hotton participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación en la que cuestionó a “El Reino”, que se basa en la vida del mundo evangélico, y criticó a la guionista de la serie de Netflix. “Claudia Piñeiro le tiene miedo a la participación política de los evangelistas y a la influencia han tenido en distintos países de la región. Entonces, yo me pregunto: ¿qué es la democracia?”, se preguntó
La candidata de Valores para mi país, que exigió un recuento de votos que le permita acceder al piso que imponen las PASO para participar de las elecciones de noviembre, recordó que el nuevo jefe de Gabinete, Jorge Manzur, “siempre estuvo a favor de la vida”, cuestionó el apoyo que tiene el colectivo LGTB y también se mostró en contra de la educación sexual. “El lenguaje inclusivo me parece una pavada”, completó Hotton en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Qué piensa del debate que se generó sobre El Reino, la serie de Netflix?
—Según lo que declararon los autores, hay una intencionalidad no solamente de generar un debate, sino también de desprestigiar a toda una comunidad porque tienen miedo al avance de los evangélicos en la región. Entonces, el primer mensaje es que es muy peyorativo para nosotros como ciudadanos que profesamos esa religión. ¿Por qué nos tienen miedo? Si uno se fija en los barrios más carenciados, los únicos que estamos entrando donde no entra ni el Estado, somos los evangélicos. Estamos constantemente atendiendo al necesitado, dándoles de comer y conteniendo a las mujeres que padecen violencia familiar. Estamos conteniendo a los chicos que tienen problemas de adicción, de adicciones graves, que no saben a dónde recurrir a pesar de que el Estado tiene mucho presupuesto. ¿Por qué nos tienen miedo? ¿Por nuestras ideas? Si nosotros sabemos convivir democráticamente con todos. Si vos tenes un sector de izquierda, perfecto, si tenés algunos interesados en defender los derechos LGBT, perfecto. Nosotros somos cristianos que tenemos otra agenda.
—¿Usted dice que Claudia Piñeiro le tiene miedo al mundo evangelista?
—No lo dije yo, lo dice ella, lo ha dicho en un montón de reportajes. Dijo que le tiene miedo al crecimiento de la comunidad evangélica. Claudia Piñeiro le tiene miedo a la participación política de los evangelistas y a la influencia han tenido en distintos países de la región. Entonces, yo me pregunto: ¿qué es la democracia? ¿No es la representación de lo que los ciudadanos desean expresar para su gobierno, para su país, para sus generaciones? Si hay una comunidad que está creciendo como los evangélicos y pensamos de esta manera, ¿cuál es el problema? ¿No somos ciudadanos argentinos? Y cuando nos expresamos en las urnas podemos votar según nuestros valores. Eso es lo que dijo ella y yo no veo cuál es el miedo. Si le preocupa el crecimiento de ciertas ideas, está en su derecho. Pero lo expresa, o trata de dar la batalla, a través de una serie como esta que a nosotros nos duele mucho. En realidad, nos duele mucho su forma de pensar sobre una comunidad que siempre queremos hacer el bien, porque es lo que hemos aprendido de la Biblia. Nosotros, como comunidad cristiana, tenemos una relación muy directa con el ejemplo de Jesús y si hay algo que Jesús nos enseñó es a hacer el bien. Por eso, nosotros desde lo que nosotros creemos que es el bien, lo intentamos hacer cada día.
—¿Está de acuerdo con el pedido de un sector evangélico para que no se emita más la serie?
—Yo les pido que lean la carta, que vayan a la fuente. Nunca se pidió que se censure la serie. Pero una cosa es cuando uno lee lo que dice un diario o lo que dice un medio y otra cosa es ir la fuente. Me parece que es muy importante que ustedes lean la totalidad del documento. De todas maneras, yo soy una ciudadana evangélica que hace política. No represento a la Asociación de Iglesias Evangélicas. Pero, sí les digo a ustedes, como estudiantes de periodismo, que lean toda la carta y el espíritu de la carta. A ver si verdaderamente interpretan lo que quizás algunos medios han escrito sobre esta carta.
—¿Cree en una versión literal del infierno, en la que si una madre aborta a sus hijos va necesariamente al infierno?
—Yo soy una cristiana que hace política y no soy una pastora. Ahora, si te puedo decir como cristiana que soy consistente con lo que creo. Es decir, que si soy cristiana es porque creo en la palabra de Dios y en lo que está en la Biblia. Si lo que está en la Biblia me habla de un infierno, yo creo en un infierno. Con respecto al tema del aborto, Dios nos dice que debemos amar a todos por igual, pero una cosa es la persona y otra cosa es el pecado. Estoy muy convencida de que el aborto es terminar con la vida de una persona y eso para mí está mal. Para nuestra Constitución, también, está mal, porque significa quitarle la vida a una persona y desde ese lugar yo voy a defender siempre la vida. Sin juzgar a la madre desde lo espiritual porque tu pregunta fue desde lo espiritual, pero sí desde la ley. La defensa de la vida tiene que ser en todos los casos.
—¿Si Jorge Manzur hubiera asumido antes como jefe de Gabinete, el Gobierno podría haber impulsado la legalización del aborto?
—La verdad es que no interpreto para nada que su posición hoy y en ese lugar tenga que ver con una apertura del Gobierno en relación a la vida, para nada. Porque, de hecho, si esto hubiese sido así, hay una persona muy influyente cerca del Presidente sobre esta agenda que es Vilma Ibarra y ella sigue exactamente en el mismo lugar. Así que mi lectura es donde se toman las decisiones con respecto a esta agenda, claramente no hubo ningún cambio por parte del Gobierno.
—¿Reconoce a Manzur como un luchador contra el aborto?
—Yo sé que él ha defendido la vida desde el momento de la concepción, ha tomado esa posición y, en ese sentido, su suposición con respecto a la defensa de la vida fue siempre muy claro que estaba a favor. Manzur siempre estuvo a favor de la vida siendo gobernador. Fue también ministro de Salud y en cualquiera de sus funciones siempre fue muy claro en su defensa por la vida.
—¿Qué opina sobre la declaración en relación el sexo que tuvo Victoria Tolosa Paz?
—Es una candidata con la cual no comparto nada. Me parece que, por otro lado, no conoce a la juventud. No sabe para nada lo que piensan. No creo que ella haya recorrido el Conurbano como lo recorrimos nosotros para entender lo que piensan los jóvenes. Lo que ellos están necesitando es trabajo y tener sueños. La juventud no necesita que le tiren una migaja de 15 mil pesos para tenerlos totalmente anulados en cuanto a su forma de vida y el futuro que quieran lograr. A mí me gusta ver a las personas que, cuando dan su discurso, lo acompañan con una coherencia también de vida. En el caso de ella, es una persona que quizás critica mucho a las grandes empresas, los grandes capitales, pero no nos olvidemos que ella también tiene un muy buen pasar. Hay gente que la va a votar, seguramente. No es nuestro estilo. Nosotros siempre pedimos coherencia y por eso nuestro partido se llama “Valores” porque lo que nosotros vemos es que, a la política y a los políticos les faltan muchos valores.
—¿Qué opina sobre el lenguaje inclusivo?
—El lenguaje inclusivo me parece una pavada. Me parece que la Real Academia ha sido clara sobre la posición que se toma. En el secundario no se les está enseñando a los jóvenes a vivir plenamente a lo que es su derecho de elegir a sus autoridades, por ejemplo, a saber cómo se garantiza la democracia en este país, que tiene que ver con fiscalizar, con el recuento de votos, con pedir un sistema de partidos políticos distinto. Que se priorice en este momento la enseñanza del lenguaje inclusivo nos deja tan alejados de las prioridades que debemos tener los ciudadanos.
—Antes habló de los sectores que defienden los derechos del colectivo LGBT. ¿Cuál es su posición al respecto?
—Me parece que es fantástico que cada sector busque su representación y que cada uno puede buscar cómo ser representado. Por ejemplo, en mi caso yo digo que mi espacio representa los valores cristianos. Hay algunos que no se sentirán incluidos, pero otros sí lo harán. Que haya fundaciones que promuevan o apoyen la agenda LGBT, están en todo su derecho. Pero, nosotros decimos que desde el sector público y desde la agenda de un gobierno, se debe atender a todas las discriminaciones. Sería bueno entender que hay un 10% de la población que padece ciertas discapacidades y que, lamentablemente, no se habla de su inclusión y no se están tratando los medios para que los chicos con discapacidad estén incluidos y tengan escolaridad. El secretario de Culto no atiende el teléfono. Victoria Donda, que es la titular del instituto para la discriminación, jamás ha respondido a nada que tenga que ver con lo religioso. Y eso nos parece injusto. La sociedad debe incluir a todos por igual.
—¿Qué piensa de la educación sexual integral en las escuelas?
—Me parece que no está siendo eficiente. Si hay algo que a mí me preocupa es que las chicas adolescentes quedan embarazadas. Y, más aún, quedan embarazadas sin su consentimiento. Lo que digo es que no está funcionando la educación sexual, porque si las chicas adolescentes no se saben cuidar o están bajo el efecto de las drogas o alcohol o lo que fuere y tampoco están cuidando la autoestima. Por otro lado, tampoco está sirviendo hacia los varones, porque tenemos hechos de violencia y casos de abusos. El Estado puede tener a todos los varones adelante para poder formarlos es cuando los tiene en la primaria o hasta en la secundaria. Entonces, la educación sexual claramente no funciona.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera hacer.
—Muchísimas gracias. En primer lugar, los felicito por elegir esta carrera, ustedes van a ser personas de influencia, espero que lo vivan siempre con esa responsabilidad de reflejar la verdad. Me parece que es muy importante y, en ese sentido, les cuento que, en mi caso como ciudadana argentina, como diplomática y economista, me di cuenta que veía muchísima corrupción en la política. Entonces me dije por qué no dar el paso de ir a la política. Gracias a todos… y a todas… Porque yo también defiendo a las mujeres, a pesar de que yo fui a las marchas de "Ni una menos" pero me di cuenta que estaban siempre incluyendo el tema del aborto y les dije que me estaban excluyendo y no me dejaban ir con el pañuelo celeste. Entonces, lo lamento, porque están excluyendo a miles y miles de mujeres que estaríamos acompañando.
Por Stephanie Loli Moore, Sharon Carrillo y Sasha Ávila
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación en la Escuela de Comunicación