El papa Francisco, de 86 años, "está evolucionando bien de su cirugía" y comenzó este sábado una "dieta semilíquida" en reemplazo de la alimentación exclusiva con líquidos que mantenía desde que fue operado el miércoles del abdomen. También se indicó que este fin de semana no recitará públicamente el tradicional Angelus, rezará en forma privada y su agenda seguirá en blanco al menos hasta el domingo 18.
"E cuadro clínico mejora progresivamente, la evolución del postoperatorio es normal, no tiene fiebre y su cuadro general es normal", indicó el doctor Sergio Alfieri, el cirujano que lo operó, en una rueda de prensa. Si bien el Pontífice encuentra activo luego de la operación, los médicos creen que debería guardar reposo una semana más en el hospital Gemelli, para permitir la completa reparación de los músculos del abdomen. "Trataremos de convencerlo ques se queda la semana próxima, pero él decidirá", admitió el médico.
Se trata de la segunda operación a la que se somete el sumo pontífice desde que asumió la conducción del Vaticano. En este último caso se trató de una hernia que tenía que ver con sus operaciones anteriores, entre ellas la que le realizaron en el intestino hace dos años. Su salud, en tanto, es motivo de preocupación recurrente considerando las dolencias que presenta en su rodilla y que suele presentarle dificultades para cumplir con sus actividades y viajes.
El parte médico de Francisco
"El papa Francisco está bien. No tiene fiebre y todos los parámetros son regulares", señaló el comunicado firmado por el doctor Alfieri. "El Santo Padre está siguiendo una cuidadosa convalecencia que tiene como objetivo reducir el esfuerzo de la pared abdominal, para permitir que la malla protésica implantada y la reparación de la fascia muscular cicatricen de manera óptima", agregó el cirujano ante los periodistas, destacando que Francisco no presenta ningún problema cardíaco.
En la rueda de prensa además aclaró adelantó que, por recomendación del personal médico, "Francisco recitará mañana el Ángelus en privado". "Nosotros le dimos la sugerencia médica y él decidió" rezar el Ángelus en privado, sin transmisión televisiva, desarrolló el médico, aún "sabiendo que para él es un sacrificio".
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De cara a la salida del hospital, Alfieri planteó que el personal médico buscará "convencerlo de que se quede toda la semana próxima", en línea con el anuncio vaticano de que las audiencias se mantienen suspendidas hasta el domingo 18. "Eso le recomendamos nosotros, pero decide él", planteó el médico italiano.
Con respecto al estado de ánimo, el Papa respondió favorablemente a la operación, por lo que se levantó de la cama, retomó su trabajo y hasta leyó los diarios. "Después del desayuno, su santidad empezó a moverse de nuevo, pero pasó la mayor parte de la mañana en un sillón. Esto le permitió leer los diarios y retomar el trabajo", indicó el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado emitido a mediodía.
La historia clínica de Francisco
Francisco tiene un largo historial clínico. Con 21 años sufrió una pleuresía, una afección grave que le supuso la ablación parcial de un pulmón, además de sus problemas de rodilla y de cadera, problemas recurrentes desde que en 2013 sucedió a Benedicto XVI.
En su más reciente intervención médica, el sumo pontífice argentino fue operado el miércoles bajo anestesia general durante tres horas para eliminar unas dolorosas "adherencias" en la pared abdominal. El cirujano que operó por segunda vez en el Gemelli al Papa explicó que el origen del "laparocele encarcelado" (la hernia intestinal de las adherencias que estaban causando a Francisco dolores y molestias cada vez mayores) se formó en correspondencia con cicatrices de cirugías anteriores en años pasados.
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El Pontífice se ha sometido hasta la fecha a cuatro intervenciones quirúrgicas: dos cuando era sacerdote en Argentina (1957 y 1980) y dos como Papa, en el Gemelli, conocido como el "hospital de los Papas": la de extirpación de un tramo de intestino con divertículos en julio de 2021 y la del pasado miércoles.
En varias ocasiones Francisco redujo sus obligaciones debido a su estado de salud, lo que agitó la incertidumbre y las especulaciones sobre su continuidad ante el Vaticano. A finales de marzo, el pontífice fue ingresado en el hospital Gemelli por una infección respiratoria que lo obligó a tomar antibióticos durante tres días.
