La muerte de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, este domingo a los 93 años, comenzó a generar de inmediato una lista de mensajes de reconocimiento y despedida que seguramente se extenderá a los próximos días e incluirá repercusiones en el mundo entero. Y este mediodía, el presidente de la Nación Alberto Fernández fue uno de los primeros en esa nómina, destacando en un comunicado su "profundo dolor y respeto a Hebe de Bonafini, Madre de Plaza de Mayo y luchadora incansable por los derechos humanos".
"El gobierno y el pueblo argentino reconocemos en ella un símbolo internacional de la búsqueda de memoria, verdad y justicia por los treinta mil desaparecidos", indicó la nota de Presidencia, indicando que Bonafini "como fundadora de Madres de Plaza de Mayo puso luz en medio de la oscura noche de la dictadura militar y sembró el camino para la recuperación de la democracia hace cuarenta años atrás".
La Madre de Plaza de Mayo que nunca se calló nada, ni en dictadura ni en democracia
"Por todo esto, el gobierno decreta tres días de duelo nacional y rinde homenaje a Hebe, su memoria y su lucha que estarán siempre presentes como guía en los momentos difíciles", finalizó diciendo la nota firmada por el presidente Alberto Fernández.
El Mandatario había protagonizado, vale resaltarlo, una historia de acercamientos y otras veces críticas con Bonafini, que lo hacía merecedor de duros calificativos en muchos de sus actos y marchas de los jueves en Plaza de Mayo, reprochándole "haberse alejado del rumbo del pueblo y hacer lo que le ordenan las corporaciones". La cercanía y la estrecha relación de Bonafini con el gobierno en general y el Frente de Todos en particular, se centraba en la figura de Cristina Kirchner, con la que la titular de Madres siempre mantuvo entrañable, tal como el que sostuvo con Néstor Kirchner.
HB