No fue un acto más. Ni para el presidente Alberto Fernández, ni para la vicepresidenta Cristina Kirchner, protagonistas hace poco más de una semana de un enfrentamiento que derivó en un forzado recambio ministerial, con varios aliados del Mandatario perdiendo sus lugares y hasta con el regreso de Aníbal Fernández a Balcarce 50.
En ese marco de obvia tensión interna, el Frente de Todos usó el envío al Parlamento del Proyecto de Ley de Fomento Agroindustrial como excusa para relanzar la campaña, mostrando en público nuevamente al Presidente y a Cristina Kirchner, obligados a sonreír para las cámaras y los votantes, ante la encrucijada que los obliga en noviembre a remontar millones de votos, perdidos en las PASO entre ausentes y muchos desencantados con la gestión,
"Ya no tenemos que hablar tanto de lo que no pudimos hacer, sino hablar de lo que debemos hacer para encontrar el rumbo que nos hace falta", dijo Alberto Fernández, hablando justamente a esos argentinos que lo votaron en 2019 y en las PASO le dieron la espalda, pero además dedicó otra parte importante de su discurso a recalcar la necesidad de "terminar con los desencuentros".
Hablaba de manera general, incluso por el tono del proyecto de ley también de la relación con el campo, pero esas palabras parecieron también dirigidas a Cristina, que escuchaba a su lado y que en algunas de sus frases asintió con la cabeza.
"Esta ley es el resultado de escucharnos, buscar puntos de encuentro y ver cómo conciliamos intereses que no siempre son necesariamente los mismos", dijo el Presidente del proyecto de Fomento a la actividad agroindustrial, un plan que apunta a reconquistar votos del agro que provocaron, por ejemplo, un complejo panorama electoral en provincias como La Pampa, donde el oficialismo corre el riesgo de perder los dos senadores a manos de la oposición, circunstancia que sería especialmente grave para Cristina Kirchner y su dominio del quórum en la Cámara Alta.
"Quiero que dejemos de lado a los cultores del no se puede, y que podamos construir, entre todos, el país que nos merecemos, el país que le diga sí al productor agropecuario, al que produce en una industria, al desarrollo de la ciencia y tecnología, a los que trabajan", subrayó en otro de los tramos de su discurso el Presidente, precisando que quiere "un país que le diga no a la división para seguir parados en el mismo lugar".
No hubo discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el que sí habló fue el ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca Julián Domínguez, que en apenas dos semanas de gestión y luego de encontrarse con los representantes de la Mesa de Enlace ya liberó parte del cepo a la carne y ahora participó del envío al Parlamente del nuevo proyecto.
Participaron del acto el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y los ministros Julián Domínguez (Agricultura, Ganadería y Pesca), Jorge Taiana (Defensa), Eduardo de Pedro (Interior), Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Claudio Moroni (Trabajo) y Martín Guzmán (Economía), entre otros. También asistieron los integrantes del Consejo Económico y Social y su titular, Gustavo Beliz; y representantes de los trabajadores y de asociaciones, entidades e instituciones vinculadas al sector agroindustrial nacional.
El proyecto, que busca alcanzar la meta de 200 millones de toneladas de producción de cereales, oleaginosas y legumbres, tiene además el objetivo específico de incrementar las exportaciones de bienes y servicios agroindustriales para llegar a los 100 millones de dólares en 2030. Entre los gobernadores que asistieron vía zoom la larga lista la encabezó el mandatario bonaerense Axel Kicillof, e incluyó a la mayoría de los titulares de los distritos del interior vinculados con la cadena de producción agroindustrial.
HB