Con miles de personas encerradas en sus casas por la pandemia del coronavirus, la actividad en la ciudad de Mar del Plata disminuyó notablemente, lo que fue aprovechado por los emblemáticos lobos marinos. Los gigantes del mar aprovecharon la soledad de la zona del puerto y salieron de los límites en los que son divisados para copar calles y veredas. Sin turistas ni ruidos molestos, ellos son también parte del respiro que la naturaleza se toma estos días.
“Los lobos marinos están ocupando lugares en la Banquina de los Pescadores a los que antes se les dificultaba acceder por la presencia humana”, dijo el presidente de la Fundación Fauna Marina, Juan Lorenzani, en diálogo con el diario local La Capital. Las fotos los muestran transitando el sector del paseo comercial, donde cientos de turistas suelen concentrarse para comer y comprar recuerdos de la ciudad, y en las áreas operativas del puerto.
La sorprendente metamorfosis de Mar del Plata: