La figura del pintor español Pablo Picasso, fallecido en 1973, volvió al centro de la escena luego de que activistas feministas de Francia lo tildaran de "genio violento" y "minotauro" por haber “destrozado” la vida de sus parejas, en un país donde la ola devenida del movimiento #Metoo pisa fuerte.
Esta denuncia se suma a una acción que hizo el año pasado un grupo de estudiantes de arte en el Museo Picasso de Barcelona, donde bajo la consigna “Picasso maltratador” condenaron la falta de perspectiva de género de ese espacio cultural en relación a la misoginia que reflejó el artista a lo largo de su vida.
“Para mí solo hay dos tipos de mujeres: diosas y felpudos". El creador del cubismo tuvo dos esposas y seis parejas estables, dos de ellas, Marie-Thérese Walter y Jacqueline Roque se suicidaron, años después de la muerte del pintor. Se le criticaba que “abandonaba” a sus parejas cuando enfermaban, como sus innumerables amantes y su afición por la prostitución -un tema controversial dentro del movimiento feminista. Asimismo, fue apuntado por las edades de algunas de sus parejas, como su segunda esposa, que tenía 27 años cuando se casó con ella a los 79.
El 1 de febrero 1900 Pablo Picasso realizó su primera muestra individual de dibujos
Picasso, un “ídolo al que hay que abatir”
La idea de presentar a Picasso como un “genio violento” por parte de las activistas feministas surgió del premiado podcast creado en 2021 por una diplomada de Arte, Julie Beauzac que ya lleva más de 250 mil descargas. Esta tesis también la sostiene la periodista Sophie Chauveau, autora del libro "Picasso, la mirada del minotauro" (2017).
En tanto, entre las críticas que sostiene en el libro, Chauveau destaca el "el control irresistible y devastador" del artista sobre "todos aquellos que lo amaban", explicó Chauveau a AFP. Asimismo, describió al autor de más de 45 mil obras como un "genio" y al mismo tiempo un hombre "violento" y "destructor".
"#MeToo ha astillado al artista y este podcast lo demuestra", señaló la nueva directora del Museo Picasso de París, Cécile Debray, tras hacerse eco de las repercusiones de la denuncia de Beauzac y Chauveau. "El ataque es si se quiere más violento porque Picasso es la figura más célebre y popular del arte moderno. Un ídolo al que hay que abatir", consignó.
Acciones feministas contra Picasso
El aluvión de críticas hacia el autor de Guernica se suma a las demostraciones feministas que se vienen dando en los últimos años en línea con la última oleada feminista internacional a partir del hashtag viral #MeToo, que expuso el acoso y la agresión sexual del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein en 2017.
En el caso de Picasso, el año pasado un grupo de estudiantes se reunió en el Museo Picasso de Barcelona para hacer una demostración feminista a la que acudieron con remeras estampadas con frases como "Picasso maltratador" con el fin de presionar a la institución a revisar la figura del pintor malagueño, apuntado por el maltrato a sus parejas y por "truncar" sus carreras artísticas.
"Picasso interpretó el papel de Barba azul fagocitando la potencia creativa de cada una de ellas”, era uno de los argumentos del grupo liderado por la artista y profesora María Llopis, algo que ejemplificó con la fotógrafa surrealista francesa Dora Maar, cuya carrera "se interrumpió" al conocer al pintor pero "la historia la recuerda como musa del pintor”. Esto se suma a la denuncia hecha en el libro "Picasso: creador y destructor". de Arianna Stassinopoulos, donde asegura que además de anular su talento, Picasso golpeaba a Maar hasta dejarla inconsciente.
Para evitar impuestos, la hija de Pablo Picasso donó obras de su padre a Francia
"Esta reflexión sobre Picasso, y la mirada feminista o femenina sobre su obra es un debate eminentemente actual, que no hay que esquivar y que no se debe caricaturizar", explicó el director de ese espacio cultural, Emmanuel Guion, sobre el artista que creó "Las señoritas de Aviñón" (1907), un retrato de un grupo de prostitutas que dio paso al cubismo.
Lo cierto es que a partir de la revisión histórica de Picasso, en el museo que lleva su nombre en Barcelona se encararon distintas acciones para iluminar el tema, entre ellas el dictado de un taller llamado "Bajar la líbido al minotauro: confrontamos la masculinidad picassiana".
cd / ds