Un llamativo episodio de violencia alteró la vigilada calma del lujoso country El Faro, cerca de la ciudad uruguaya de Carmelo, en el departamento de Colonia, un barrio promocionado entre los lugares "más seguros del Río de la Plata", y que fue atacado por delincuentes que llegaron y se fueron por el mismo río que embellece su límite. El caso ganó las tapas de los diarios uruguayos este viernes, contando que un grupo de entre 6 a 10 hombres fuertemente armados copó varias algunas casas de El Faro, luego de utilizar alguna lancha rápida, ya que los testigos de las viviendas atacadas señalaron que "la ropa tipo militar que tenían chorreaba agua".
La excursión anfibia no habría tenido el éxito que los delincuentes esperaban, se sospecha que buscaban a un empresario que no se encontraba en ese momento en el lugar, por lo que solo se habrían llevado, atento al testimonio de los moradores, "unos 4 o 5 mil dólares". No hubo violencia, se indicó. Tampoco nadie del country ofreció resistencia y el personal de seguridad del predio, en el otro extremo, se enteró del caso cuando el grupo comando ya se había marchado.
El tema está siendo investigado por la policía uruguaya y también por Interpol. Sospechan que el grupo comando "llegó desde Argentina", que la oscuridad de la noche le permitió burlar todos los controles de seguridad del country y la hipótesis que deslizan en el diario uruguayo El País es la de un posible intento de secuestro, aunque al no encontrar a quien buscaban los delincuentes debieron irse con un botín menor.
El que detalló esas sospechas fue el propio director nacional de Policía, Mario Layera. "Aparece por el testimonio de las víctimas que el objetivo de estos delincuentes era ubicar a un empresario que no estaba allí y no lo encontraron", dijo Layera en un video en la web Ministerio del Interior del vecino país.
La fiscal de Carmelo, Paola Nebot, sin embargo, fue mucho más cauta con la prensa, limitàndose a señalar que "todavía no hay elementos que nos digas que estaban buscando a nadie". La investigación, de hecho, sólo tiene por ahora dos bolsos que dejaron como extraño "mensaje" los integrantes del grupo comando al irse: uno con ocho pares de esposas, y otro con dos cargadores con 49 proyectiles calibre 243 y un cargador Glock 9mm con 14 proyectiles.
La llegada de los delincuentes fue cerca de la medianoche del miércoles, todos ataviados con capuchas, guantes y botas, y se sospecha que habrían llegado por el sector de puerto Camacho. "Sabían muy bien lo que hacían", le dijo un testigo a El País. El mismo vecino, que prefirió no dar su nombre, admitió que "se dice que buscaban a alguien, no iban a hacer semejante despliegue solo por algunos dólares". En Prefectura uruguaya señalaron que "recién nos avisaron a las 4.30 de la madrugada, cuando ya era muy tarde y el grupo se había marchado".
H.B.
