El buque museo Comandante General Irigoyen se escoró hacia estribor por la bajante del río Paraná donde se encuentra actualmente. En el municipio de San Pedro, provincia de Buenos Aires, la Armada Argentina realiza tareas para su adrizamiento, es decir, ponerlo de vuelta en su posición.
La inclinación del buque, de 25º, comenzó hace aproximadamente una semana, como consecuencia de la bajada en el brazo del río Paraná, la más prolongada desde que hay registros. Este fenómeno, La Niña, trajo el calor extendido hasta el otoño este año y una profunda sequía.
Desde la mañana del martes, personal de la base naval Zárate de la Armada trabaja en el buque con el objetivo de adrizarlo y que retome su posición original. Según los encargados de las tareas, entró agua en cubierta y los buzos tácticos que trabajan sumergidos confirmaron que había filtraciones por averías y trabajaban para resolver la situación.
Por su parte, el capitán de corbeta Diego Vallejos, a cargo del personal de la Armada, declaró al medio local La Opinión que, tras el reconocimiento, la primera tarea fue la de “achique” con las bombas, pero que hubo que tapar “una entrada de agua en el casco”.
"Estamos tratando de adrizar el barco, de ponerlo en su posición original, porque ahora se encuentra apoyado sobre la banda estribor”, explicó Vallejos y agregó: “Estamos tapando una entrada de agua en el casco para poder facilitar el trabajo a las bombas que estamos utilizando para sacar el agua y que el buque busque solo volver a la posición original”.
La municipalidad de San Pedro realizó una publicación en redes sociales en la que agradeció la respuesta inmediata del Ministerio de Defensa de Jorge Taiana y de la Armada Argentina. También trabajan allí los buzos tácticos, Defensa Civil, Prefectura, personal de Puerto y municipales.
“La llegada de personal calificado para este tipo de tareas está permitiendo concretar, por un lado, un reacondicionamiento general para nivelarlo y asegurarlo y por otro, la planificación de una tarea de mediano plazo para efectuar reparaciones y revisiones periódicas que reduzcan el efecto de la bajante del río u otras condiciones de riesgo”, detallaron.
La relevancia del buque museo Comandante General Irigoyen
El ARA General Irigoyen fue construido por Estados Unidos para la Segunda Guerra Mundial y, una vez concluida, fue retirado de servicio. En 1961 lo adquirió Argentina junto a otro similar y un dique flotante. Con la bandera albiceleste navegó más de 400.000 millas en 65 años, hasta que el 25 de septiembre de 2009 pasó a retiro.
El Buque Museo atracó en San Pedro luego de que en febrero de 2010 la municipalidad y la Armada Argentina firmaron el convenio para que formara parte del patrimonio local, dependiente de la Dirección de Cultura.
En noviembre del año 2020, el mismo barco sufrió un escoramiento similar al actual, aunque no de forma tan pronunciada. En esa oportunidad, fueron dispuestos nuevos cabos de amarre que, hasta ahora, ayudaron a resguardar la embarcación de riesgos mayores y, en este período, sólo se había roto uno.
Los expertos confían en que una vez que saquen toda el agua del interior, la nave podría adrizar algunos grados, de manera que evite que siga entrando agua por cubierta, a la espera de que el río suba su caudal para que recupere la posición habitual.
ML / ED
