Hace 21 años, la Estación Espacial Internacional (EEI) recibía a sus tres primeros astronautas “permanentes”: los rusos Sergei Krikalev y Yuri Gidzenko, junto al estadounidense Bill Shepherd. Luego se les sumarían cientos de inquilinos a la plataforma orbital, confeccionada para realizar experimentos científicos fuera del campo gravitatorio.
Con 109 metros de largo (un poco más que el estadio de Boca Juniors) y 453 toneladas de peso “flotante”, la Estación Espacial Internacional se convirtió en la mayor nave espacial del mundo.
A diario conviven en ella tripulantes de distintas nacionalidades, que trabajan 24 horas al día los 365 días del año. Esto como resultado de la colaboración recibida entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Rusia, Japón, Canadá y 11 países integrantes de la Agencia Espacial Europea (ESA).
A pesar de que la estación fue diseñada inicialmente para operar durante diez años, aún sigue en funcionamiento. La Estación Espacial Internacional ya es la plataforma orbital que más tiempo ha estado habitada de manera permanente. El hecho desplazó del primer lugar a la plataforma rusa Mir.
Michael Suffredini, actual presidente de Axiom-Space, trabajó durante 30 años en la NASA y entre 2005 y 2015 fue Director del Programa de la Estación Espacial Internacional. Por eso la conoce como pocos. “La Estación Espacial juega un papel importante a la hora de estudiar la resistencia de los humanos, la fiabilidad de los equipos y los procesos esenciales para la exploración espacial", dijo en alguna oportunidad.
La NASA y SpaceX programaron para el mes de octubre, el lanzamiento de misión su misión Crew-3 que recambiaría la tripulación hacia la EEI. Sin embargo, hubo demoras debido al pronóstico meteorológico desfavorable que se vivió el día del intento de lanzamiento. Los elegidos para este lanzamiento aún en suspenso fueron el comandante Raja Chari, el piloto Tom Marshburn y la especialista Kayla Barron y Matthias Maurer, astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los cuatro pasarán alrededor de seis meses en órbita. Los primeros días convivirán con los dos astronautas que en este momento están allá.
El 31 de octubre, un sistema de tormentas zigzageaba por el valle de Ohio y sobre el noreste de Estados Unidos. Lo cual elevó los vientos y las olas en el océano Atlántico a lo largo de la ruta de vuelo. La misión debió suspenderse y se espera la confirmación del nuevo día y horario del lanzamiento.
