El canciller Felipe Solá buscó llevar tranquilidad a los referentes de la Mesa de Enlace del campo en cuanto a la convicción del Gobierno de seguir apostando por el Mercosur, pese a las diferencias que existen con sus socios respecto a la estrategia comercial del bloque. Las entidades rurales destacaron, a su turno, la necesidad de profundizar el proceso de integración regional sin abandonar los "acuerdos comerciales de envergadura" para asegurar un mejor acceso a los mercados.
"No hay ni hubo ruptura" con el Mercosur, señaló Solá en una videconferencia de poco más de dos horas con Jorge Chemes (Confederaciones Rurales Argentinas), Carlos Iannizzotto (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), Carlos Achetoni (Federación Agraria Argentina) y Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina).
Solá también se manifestó sobre la necesidad de un Mercosur "fuerte", acorde al comunicado difundido por la Cancillería luego de la reunión, que contemple el criterio de "estudiar cada vez más a fondo el impacto eventual de cualquier nuevo acuerdo con otras regiones o países" en alusión a los tratados comerciales en curso. "En un mundo cada vez más regionalizado o somos parte de una región o no somos", subrayó.
El canciller destacó la necesidad de "estudiar cada vez más a fondo el impacto eventual de cualquier nuevo acuerdo con otras regiones o países"
Los recientes desencuentros con los socios comerciales en el marco del bloque, a partir de la decisión de Brasil de imprimir una mayor velocidad al entendimiento con Corea del Sur acompañada de Uruguay, disparó una semana de cortocircuitos que el Gobierno solo pudo desactivar con mucho esfuerzo. También los temores de una escalada mayor que comprometiera al Mercosur.
“No tengo dudas de que el Mercosur necesita una reingeniería”, sostuvo Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, en la Cancillería, que también participó del encuentro con la Mesa de Enlace. “Pero no debemos olvidar que el Mercosur es para conectarse con el mundo, para beneficiarnos con las inversiones, la tecnología y el comercio y no para encarar una apertura ingenua o indiscriminada.”
A lo largo de dos reuniones de coordinadores del bloque, en las que participó Neme, el Gobierno propuso analizar los diversos acuerdos en negociación —Singapur, Canadá, Israel, India, Corea del Sur y El Líbano— mediante una alianza de universidades de la región que aborden la cuestión del impacto potencial de dichos tratados. Por lo pronto, ya se le encomendó a la Universidad de Buenos Aires (UBA) una tarea semejante.
“No tengo dudas de que el Mercosur necesita una reingeniería”, sostuvo Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, en la Cancillería.
“Nos preocupan los eternos acuerdos sanitarios que nunca se concretan, y por eso les planteamos a los socios del Mercosur que en los acuerdos hay que discutir el acceso de nuestros productos”, sostuvo Solá. De hecho, es una de las cuestiones que el Gobierno remarcó respecto a la negociación con Seúl, la posibilidad contemplar una mayor articulación y equilibrio entre el acceso de bienes y el agrícola.
Desde las entidades rurales, se emitió un comunicado en el que resaltaron que el objetivo de la cita virtual era "interiorizarse acerca de lineamientos generales de política exterior que está llevando adelante la Cancillería, con relación al sector agroindustrial". Y aprovechar el potencial productivo argentino —destacaron que el 65% de las exportaciones argentinas son productos agroindustriales, sean proteínas vegetales y animales, fibras y biocombustibles— para diseñar una estrategia comercial post pandemia. Ello requerirá " profundizar la integración con los países de Cono Sur, adaptar las estructuras productivas a los nuevos requerimientos y protocolos de los mercados y consumidores" y "fortalecer, a su vez, los organismos técnicos de cooperación entre los países", según los representantes rurales.
MB / DS
