La selección australiana, anfitriona del Mundial Femenino de Fútbol, consiguió quedarse con los primeros tres puntos de su zona al vencer 1 a 0 a Irlanda. Sin embargo, de ese partido también trascendió una polémica personal, ya que una jugadora le negó el saludo a su rival y estallaron los rumores de un triángulo amoroso.
El suceso extradeportivo fue protagonizado en la previa por la mediocampista de Irlanda, Ruesha Littlejohn, quien durante años fue pareja de su compañera de equipo, la capitana Katie McCabe. En el partido que las enfrentó a Australia, Littlejohn se negó a darle la mano a la delantera Caitlin Foord, quien recientemente viajó de vacaciones a Ibiza con McCabe.
Littlejohn y McCabe eran una de las parejas deportivas más reconocidas de Irlanda, con siete años de relación, pero McCabe confirmó su separación hace unos días, refiriéndose a ella en tiempo pasado. Por su parte, Foord comparte equipo con McCabe: juegan para el Arsenal de la Premier League del Reino Unido y, además, también anunció su soltería recientemente, después de separarse de la mediocampista suiza y compañera del Arsenal, Lia Walti.
Apenas unos días después de la confirmación de la separación de la pareja del seleccionado irlandés, la australiana Foord fue fotografiada en Ibiza con McCabe. Sin embargo, trascendió que se trató de un viaje grupal de amigas y desde su entorno aseguraron que ese vínculo no estuvo relacionado con la ruptura con Littlejohn.
Sin embargo, las imágenes del tradicional saludo con apretón de manos negado a la australiana recorrieron el mundo, al igual que la versión del medio Daily Mail, en la que aseguran que, al finalizar el partido, hubo un cruce entre ambas jugadoras y que compañeras debieron separarlas físicamente, por la agresividad de Littlejohn.
La directora técnica del seleccionado irlandés fue consultada por este asunto, pero se mostró reacia a comentar lo sucedido y, al ser entrevistada por el diario Independent, se limitó a insistir en el orgullo que siente por su mediocampista Ruesha Littlejohn. Sin embargo, el Daily Mail insistió en que una fuente cercana al equipo dijo: “Está claro que todavía hay cierta tensión en torno a Littlejohn, que parece que se desbordó un poco el jueves por la noche”.
El gran público del Mundial Femenino de Fútbol
Las autoridades de la FIFA pronosticaron que el Mundial Femenino de Nueva Zelanda y Australia romperá récords de audiencia y presencia de público en los estadios, en una señal del crecimiento del fútbol de mujeres.
“Los ojos del mundo estarán aquí. Esperamos alcanzar un cuarto de la población mundial, 2 mil millones de personas, que verán al menos un partido”, destacó la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, en conferencia de prensa en Auckland.
Samoura también resaltó que “este torneo será el primer Mundial Femenino organizado por dos confederaciones, el primero en el hemisferio sur, el primero con 32 equipos, ocho de ellos debutantes”.
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La dirigente aseguró que los boletos vendidos para la Copa ya exceden los del Mundial anterior, en Francia, con 1.375.000 ya colocados y muchos más disponibles. “Va a ser el Mundial Femenino con más asistencia”, remarcó. Sin embargo, medios neozelandeses informaron bajas ventas para los partidos en su territorio, no así en Australia, el otro país sede.
Por ejemplo, las 80.000 entradas para el primer partido de Australia contra Irlanda, el jueves en Sídney, ya estaban vendidas con anterioridad, mientras que para el encuentro inaugural, que enfrentó a Nueva Zelanda contra Noruega el jueves en el Eden Park de Auckland (con capacidad para 50.000 espectadores), los tickets no se vendieron en su totalidad.
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Según datos de la organización, de las 1.375.000 entradas vendidas hasta el miércoles, solo 320.000 corresponden a los encuentros que se disputarán en Nueva Zelanda, entre ellos todos los de la primera fase de Estados Unidos, vigente campeón y gran favorito para el título.
Ante ello, Infantino dirigió un mensaje específico a la población de Nueva Zelanda para que salga a apoyar al fútbol femenino. “No es demasiado tarde, los necesitamos, vengan a ver los partidos”, lanzó el patrón del fútbol mundial a los periodistas neozelandeses.
ML / ED
