A casi dos meses de la muerte del ex juez federal Norberto Oyarbide, su amiga y ex pareja Daniela Battelli reveló que quiere continuar con el tratamiento de fertilidad sola, por lo que el fallecido juez podría tener un heredero post mortem.
Oyarbide y Battelli habían iniciado juntos el tratamiento de fertilidad en el 2020 con el objetivo de convertirse en padres. Sin embargo, el polémico ex juez federal falleció el 1 de septiembre. De todas maneras, su ex pareja contó que quiere seguir con el tratamiento.
Sobre la paternidad, el ex juez afirmó en vida, en diálogo con CARAS, que se trataba de un tema latente, a través de la donación de esperma con Daniela, la mujer que estuvo a un paso de llevarlo al altar. Luego, en una entrevista con Radio 10, Oyarbide aseguró que los estudios correspondientes se estaban llevando a cabo para realizar la gestación.
Ahora, Daniela Battelli contó a A la tarde (América) que planea seguir con el tratamiento: "Esto no surgió ahora. Cuando nos pusimos de novios, yo tenía 16 y el 33, nos comprometimos y nos íbamos a casar. La idea de formar una familia, no es que surgió ahora, pero ocurrieron muchas adversidades. Hasta que este 2020 comenzamos con el tratamiento",
En esa línea, aseguró que tienen una muestra de semen de Oyarbide: "El tema es que cuando hacés un tratamiento de fertilización es probable que tengas mellizos. Yo les quiero preguntar a los médicos si la muestra de espermatozoides se puede separar para tener en distintas épocas”.
Norberto Oyarbide podría tener un hijo heredero
Cómo es el tratamiento de fertilidad post mortem
Ante las dudas sobre este tratamiento, PERFIL consultó a la doctora Natalia Fernández Peri, directora médica de WeFIV, que se origina luego de una trayectoria de más de 10 años ofreciendo atención personalizada en tratamientos como la Inseminación Artificial, Fecundación In Vitro, Ovodonación y Preservación de la fertilidad a través de la criopreservación de óvulos.
Sobre la edad de los donantes de esperma, la especialista explicó que "se aceptan donantes hasta los 40 años de edad". En cuanto a los pasos jurídicos que se deben realizar, señaló: "Cada hombre que quiera donar su semen, debe firmar un consentimiento informado con el Banco de Semen o el Centro de Reproducción Asistida en el cual realizará la donación. En ese consentimiento dejará en claro que está realizando una donación de semen".
"Eso es importante porque luego, la pareja o la mujer que utilice ese semen para generar un hijo nacido, va a firmar otro consentimiento donde diga que está haciendo un tratamiento con semen donado y que la voluntad procreacional, o sea que ese hijo nacido, va a ser hijo de las personas que tuvieron la voluntad procreacional. Puede ser una mujer sola, una pareja de mujeres o una pareja heterosexual. Esos son los casos que más frecuentemente utilizan semen de donantes. Por lo tanto, con estos documentos firmados, el día de mañana no podría haber ningún reclamo de paternidad con el donante. La voluntad procreacional es de los pacientes, no del donante", agregó.
Sobre el límite de edad de la persona que recibirá el esperma, comentó: "No hay edad límite de las personas para recibir una donación de esperma. La realidad es que, en Argentina, los tratamientos de Reproducción Asistida se hacen con un limite de hasta 50 años, pero no es un límite legal ya que no hay una ley que lo regule. Generalmente es una edad consensuada por las Sociedades de Medicina Reproductiva y los Centros como límite".
En este caso particular de Oyarbide como donante de esperma post mortem, explicó: "En Argentina no hay ley que hable de la utilización de gametos, ya sea óvulos o semen, congelado post mortem, es decir que hay un vacío legal en este sentido. En un principio lo que sí hay, es una ley vigente que dice que la voluntad procreacional se da en vida. No existe la forma jurídica de voluntad procreacional post mortem".
"En el caso de que algún paciente quiera utilizar esperma post mortem, deberá pedir una acción declarativa judicial para poder avanzar con el proceso", finalizó la directora médica de WeFIV, centro de Medicina Reproductiva que inició de la mano del Dr. Fernando Neuspiller, Presidente, Yésica Mendez, Directora de Operaciones y Natalia Basile, PhD, Directora de Desarrollo, tres profesionales con experiencia en el campo de la Reproducción Asistida.
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Carlos, quien lo acompañó durante sus últimos días, es un ex árbitro de básquet y analista de sistemas y con quien el abogado tenía deseos de formar una familia.
En este sentido, el ex magistrado reveló hace algunos meses que había comenzado a realizar un tratamiento para ser papá con Daniela Battelli, con quien estuvo a punto de casarse en 1984.
Durante 2016, Oyarbide confirmó en una exclusiva charla para CARAS este deseo y contó cómo fue este especial vínculo.
"Antes de conocer a Claudio (su pareja ) salí con varias chicas e incluso con una de ellas estuve a punto de casarme. Esta chica absolutamente bellísima se llama Daniela. Pues aquel casamiento estaba conjugado, con departamento obsequiado por sus padres, fecha de bodas, invitados, salón. Tuvimos una relación bastante extensa aunque se fue deteriorando y, cuando vi que venía el cierre final de campaña, no tuve los cojones suficientes para llevar adelante semejante responsabilidad", contó sobre ese especial vínculo.
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"Sabiendo todo lo que iba a causarle, preferí serle sincero y le expliqué con todas las letras por qué motivo no me casaba con ella. Hasta que un día, muchos años después (yo ya era juez y estaba en Comodoro Py), mi secretaria privada, Anita, me dijo `doctor, hay un llamado registrado en el teléfono de una señora que dice ser Daniela, cuya hija sufrió un accidente y está en estado de coma, y a la única persona que nombra es a usted’. Yo me trasladé de inmediato al sanatorio y Dios no sólo salvó a su hija, sino que produjo el milagro que yo pudiera volver a encontrar la paz no sólo con Daniela sino con su madre y toda su familia", reveló en exclusiva.
"Entonces, meses después del fallecimiento de mi madre, en octubre de 2007, sentí la necesidad de compartir el almuerzo de Navidad con Daniela y su mamá. Fue muy significativo y marcó mi vida de una manera muy especial, porque en ese momento, Daniela habló como nunca lo había hecho y, aparte de confesarme un afecto indestructible hacia mi persona, me dijo: `Norberto, yo no quiero que mi cuerpo se pudra en la tierra, no me interesa el dinero, no voy a pedir que te cases conmigo, solamente necesito tu semen porque quiero tener un hijo tuyo", aseguró.
ED
