La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires investiga el destino de parte de los fondos que recibió la empresa E-ZAY por la mayor compra de barbijos que realizó el gobierno porteño durante la pandemia. Así lo confirmó una fuente con acceso directo al expediente al Programa Lupa, que integra PERFIL.
La compra directa adjudicada a E-ZAY, una empresa de informática, fue por cinco millones de barbijos tricapa por un total de $340.000.000 (que equivalían a US$5.106.638 al momento de la compra*). La empresa debía suministrar cinco millones de mascarillas durante abril, en tres entregas, pero los insumos no llegaron a tiempo, a pesar de que el Ministerio de Salud porteño transfirió el 2 de abril alrededor del 50% del monto de la compra a E-ZAY, según consta en el expediente.
El adelanto para la compra de barbijos fue de $162.350.000 (equivalente a US$2.441.353), según confirmaron tanto la empresa como el gobierno porteño. Ese mismo 2 de abril, E-ZAY transfirió $60.500.000 (US$909.637) a la cuenta personal del comerciante y técnico farmacéutico Damián Andrés Nevi para que compre la primera entrega de mascarillas: alrededor de 1.500.000 unidades.
Nevi nunca cumplió con la entrega y quedó detenido el 20 de mayo, acusado de presunta estafa. Niega haber cometido delitos.
¿Qué sucedió con el resto de los fondos transferidos como adelanto por la Ciudad a E-ZAY?
El fiscal Maximiliano Vence, a cargo de la investigación, determinó que una parte del dinero fue derivado a una empresa financiera, Insight Group, que recibió $20.100.000 (alrededor de US$300.000), equivalente al 12% del adelanto de la compra, informó una fuente con acceso directo al expediente.
Parte de ese dinero se derivó a cuentas de otras compañías, también clientes de la financiera, en montos de alrededor de $2.000.000 (unos US$30.000). La mitad de esas compañías receptoras de los fondos no habrían podido justificar por qué los recibieron, según confirmó la misma fuente. El fiscal del caso pidió que las cuentas bajo sospecha sean congeladas y el juez autorizó la medida.
“E-ZAY e Insight Group trabajan juntos hace unos 6 años”, explicó un representante de ambas compañías. “Esta financiera es una empresa fiscalizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y cuando E-ZAY tuvo problemas con su cuenta bancaria por un tema de AFIP, entre 2017 y 2018, abrió una cuenta corriente en la financiera, que emitía los cheques que E-ZAY necesitaba para realizar pagos”, agregó.
La financiera intervino en la operación de los barbijos. “Pagó el seguro de caución”, una garantía para el Estado ante la posibilidad de que falle la compra. “Al comienzo de la pandemia, los bancos no estaban declarados como actividad esencial y toda la operatoria financiera era muy difícil”, agregó el representante.
“E-ZAY necesitaba pagar fletes y el re-empaquetado de los barbijos -que nunca se llevó a cabo, según admitió la compañía-, entre otros gastos que se realizan con cash, y para ello necesitaba efectivo”, afirma la fuente.
“La financiera posibilita hacer operaciones de conveniencia mutua con otras empresas que trabajan con mucho efectivo y necesitan fondos depositados en cuentas corrientes para poder pagar sueldos, por ejemplo”, indicaron.
Según la versión de E-ZAY, se realizaron intercambios a través de la financiera: E-ZAY transfería fondos a otras compañías y recibía de otras empresas el equivalente en cash. “Por eso, empresas que no tienen que ver con la operatoria de los barbijos figuran recibiendo parte del dinero transferido por la Ciudad a E-ZAY”, sostienen en la compañía.
Otras medidas
La Justicia también allanó en los últimos días la Agencia de Sistemas de Información de la Ciudad para confiscar los correos electrónicos oficiales de los ex funcionarios que autorizaron las compras de Salud.
La compra adjudicada a E-ZAY es el mayor contrato de barbijos tricapa realizado por la Ciudad de Buenos Aires durante la pandemia, de acuerdo al análisis realizado por el Programa Lupa de documentos oficiales publicados por el sitio Buenos Aires Compra y el Boletín Oficial del gobierno porteño, además de solicitudes de información al ministerio de Salud porteño.
La empresa es investigada por supuesto fraude a la Ciudad. El contrato fue rescindido luego de que fallara la entrega de las mascarillas. E-ZAY culpa a su propio proveedor, el comerciante y técnico farmacéutico, Damián Andrés Nevi, quien nunca entregó los insumos médicos.
A la fecha, E-ZAY sostiene que logró entregar a la Ciudad alrededor de 2,5 millones de barbijos para cumplir con el pago del adelanto (el 50% del contrato). “La empresa terminó comprando barbijos a valores más altos que el precio que facturó a la Ciudad para poder cumplir con la orden de compra”, sostienen en la compañía.
En la compra directa del ministerio de Salud porteño a la empresa E-ZAY, cada barbijo fue cotizado en $68 (US$1,02 al momento de la compra, el 30 de marzo), pero tenían un costo equivalente a casi la mitad: $36,30 (US$0,54), según admitió la compañía al Programa Lupa. La Ciudad estaba dispuesta a pagar casi el doble.
De acuerdo a la estructura de costos presentada por E-ZAY, los barbijos que la compañía vendió a la Ciudad costaban apenas el 53% del contrato con el ministerio de Salud porteño.
En base a entrevistas con los involucrados, documentos de E-ZAY y el expediente judicial, se halló que en este negocio participaron varios intermediarios entre el fabricante del producto y la Ciudad -con distintos grados de intervención-, que planeaban llevarse en total una ganancia neta de $60.050.000 (US$916.942). Esto equivale al 18% del contrato oficial.
Por cada barbijo vendido a la Ciudad en $68 (US$1,02), los intermediarios se llevaban $12,21 (US$0,18). Esto surge de la suma de las ganancias que se estimaron para E-ZAY (presentada ante la Justicia) y el resto de los intermediarios, entre ellos, el comerciante encargado de conseguir los tapabocas y al menos dos gestores que oficiaron de nexo entre las partes.
*Las compras de la Ciudad fueron pactadas en pesos. Los valores en dólares son en base a la conversión al precio del dólar oficial al momento de la compra directa, 30 de marzo de 2020, según Banco Central de la República Argentina (BCRA): $66,58.
**Este reportaje forma parte del Programa Lupa, liderado por la plataforma digital colaborativa Salud con Lupa***, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
***Visite el sitio de Salud con Lupa: https://saludconlupa.com