La Organización Mundial de la Salud (OMS) añadió a su lista la variante Mu del coronavirus y declaró que es una “variante de interés (VOI)”, lo cual significa que tiene diferencias genéticas con las otras ya conocidas y que su presencia en múltiples países podría ser una amenaza para la salud pública. El organismo pide estar atentos.
Mu es la primera variante nueva que OMS añadió a su lista en los últimos setenta días. Cuando una variante se considera de interés, la OMS encara un análisis comparativo de ella con otras que también se están vigilando. OMS le pidió a sus estados miembros que recopilen información sobre la contagiosidad, efectos, resistencia a las vacunas, peligrosidad, etc. de esta variante.
Es posible que los cambios genéticos de Mu la hagan más transmisible y le permitan causar una enfermedad más grave. Por eso, OMS que recibió muchas críticas iniciales por su respuesta lenta a la pandemia- eligió el camino del sinceramiento: no se sabe aún si la defensa inmunológica que nos proveen las vacunas de las que ya disponemos podrían servir de igual manera para repeler la variante Mu. Por eso, llama a no bajar los brazos en la lucha contra el coronavirus.
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La OMS observa que Mu tiene una "constelación de mutaciones que indican propiedades potenciales de escape inmunológico", es decir, tiene muchos rasgos que le permitirían evadir el ataque de las vacunas conocidas.
La OMS mira de cerca el comportamiento de la variante MU, de igual modo que mira de cerca a las variantes Eta, Iota, Kappa y Lambda. Ninguna de las cinco fue hasta ahora clasificada como Variante preocupante (VOC), un escalón más en su grado de peligrosidad para la población.
Cuidado con Mu en Sudamérica
En realidad, Mu (B 1621) es hoy responsable solamente del 0,1% de las infecciones mundiales de coronavirus. Muy poco. Sin embargo, se la detectó en 40 países desde que apareció por primera vez en Colombia, en enero de 2021. Y en ese país es más prevalente que ninguna otra, se ensañó 39% más que otras variantes con los colombianos, mientras que en en las muestras de coronavirus que fueron secuenciadas genéticamente en Ecuador, sólo fueron Mu el 13% de los casos. Sin embargo, en el último mes, el 40% de las estudios realizados en Chile arrojaron la presencia de Mu.
A fines de julio, se dijo que el 10 % de las muestras secuenciadas en la Universidad de Miami, estado de Florida, eran Mu. En agosto, la agencia Reuters informó que siete ancianos vacunados murieron por un brote de Mu en un geriátrico de Bélgica.
Esta nueva perspectiva para determinar la variante de coronavirus hace pensar que en el Reino Unido saltarán a la superficie más cantidad de contagios Mu que los 45 que se anunciaron últimamente, según escribió en The Conversation Luke O'Neill, Profesor irlandés en Bioquímica.
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Mu es veloz como Alfa y evasiva como Beta
Los estudios siguen en curso y lo que hasta ahora se sabe es que Mu se transmite más rápidamente que Delta, porque tiene una mutación llamada P681H, reportada por primera vez en la variante Alfa, que resultó tener una transmisión más rápida.
Todavía no se sabe si es más grave que Delta, porque la investigación que la estudia y saca sus conclusiones aún está en lista “para publicar”. Esto significa que está en lista de espera para que las conclusiones que saca el trabajo aún fueron revisadas por otros científicos.
Aunque sí se sabe en forma cierta que Mu tiene las mutaciones E484K y K417N (también presentes en Beta, rebelde con algunas vacunas), asociadas con la capacidad de evadir los anticuerpos contra el coronavirus.
También se identificaron en Mu las mutaciones R346K e Y144T, cuyas consecuencias se desconocen. Por eso, los estudios deben proseguir.
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Hay que detener la propagación
“¿Puede Mu evadir realmente la inmunidad preexistente? Hasta el momento solo hay información limitada sobre esto, con un estudio de un laboratorio en Roma que muestra que la vacuna de Pfizer/BioNTech fue menos eficaz contra Mu en comparación con otras variantes cuando se probó en un experimento de laboratorio”, consigna la publicación británica The Conversation.
“La variante Delta, más transmisible, que se está afianzando en muchos países, especialmente entre los no vacunados, muestra la rapidez y la importancia con que las variantes víricas pueden cambiar el curso de la pandemia. Cada vez que el virus se reproduce en el interior de una persona existe la posibilidad de que mute y surja una nueva variante. Es un juego de números. Es un proceso aleatorio, un poco como tirar los dados. Cuantas más tiradas haya, mayor será la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes. La principal forma de detener las variantes es la vacunación global. La aparición de Mu nos recuerda lo importante que sigue siendo ese objetivo”, señala Luke O'Neill, Profesor de Bioquímica en el Trinity College de Dublín, Irlanda, en el artículo que firma en The Conversation.
