La tarea de un enorme universo de rescatistas, civiles y militares, por luchan ´sacar a trabajadores atrapados en un túnel que colapsó en las montañas en Silkyara, al norte del país, sumó este domingo un nuevo capítulo, luego de la frustración nacional que significó, a media tarde del sábado, que las excavadoras debieran retroceder cuando se encontraban a solo 9 metros de la galería en que están los 41 obreros. En rigor, los encargados del operativo creían que "ya estaba", pero cuando faltaban esos pocos metros para que llegara a la galería la tunelera, con un caño de un metro que permitiría salir a los trabajadores, sucedió lo imprevisto: en el derrumbre, muchas de las máquinas de construcción y camiones quedaron también sepultados, y la tunelera chocó con esos vehículos y no logró traspasar la barrera metálica que ofrecían.
Ante ese traspié, este domingo el ejército indio envió más maquinaria, sobre todo una perforadora que calificaron como "máquina esencial" en las operaciones de rescate de los 41 obreros atrapados en un túnel que se derrumbó hace 14 días. Con esa máquina, intentan en estas horas hacer un nuevo canal para el caño de rescate, esta vez desde arriba del túnel colapsado, una zona en la montaña que se calcula está a 89 metros de la galería donde permanecen los trabajadores. Estos se encuentran bien, incluso reciben oxígeno y alimentos por un pequeño orificio, incluso han podido hablar con sus familias, de manera que el rescate no representa un peligro mortal inminente, pero si es un desafío a la ingeniería y el esfuerzo humano.
"Se está trabajando para cortar y despejar la obstrucción", sostuvo Abhishek Ruhela, alto funcionario local, en diálogo con AFP, que detalló que al margen del nuevo túnel desde arriba, no se abandonaron las tareas anteriores, y que trabajan con una máquina "de corte por plasma", que tal vez consiga superar la barrera de los vehiculos enterrados. "De una manera, el trabajo para llegar a los obreros atrapados en el interior está en fase final", dijo Ruhela.
Según precisaron oficiales del ejército indio a la misma agencia, esta máquina proviene de la Organización nacional de Investigación y Desarrollo para la Defensa, encargada de los avances tecnológicos en defensa, y cobra un papel "esencial" para la misión de rescate. En paralelo, en el exterior del túnel, ambulancias y un hospital de campaña esperan con atención para recibir de forma urgente a los obreros atrapados allí desde el 12 de noviembre en un espacio de 8,5 metros de alto por dos kilómetros de largo.
En este contexto, ministro principal del Estado indio Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, anunció que se dio inicio a la excavación de una apertura vertical para intentar llegar a los trabajadores, quienes se encuentran a unos 89 metros de distancia hacia abajo.
Los 41 trabajadores que estaban en el túnel que colapsó cuando intentaba conectar las localidades de Silkyara y Dangalgaon han sobrevivido las últimas dos semanas gracias al envío de oxígeno, comida, agua y electricidad que se realiza mediante un mínimo conducto, pero suficiente como para quitar gravedad a su situación. A su vez, se comunican con el exterior a través de una cámara endoscópica y una central telefónica.
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