El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua este jueves 29 de julio a tres expolicías y a un exmilitar por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 29 personas, y que tuvieron lugar durante la última dictadura.
Se trata de Federico Almeder, René Juan Langlois y Enrique Andrés López, miembros de la Delegación Rosario de la Policía Federal, y Jorge Alberto Fariña, quien se desempeñaba como capitán en el Destacamento de Inteligencia 121 del Ejército.
Los hechos que se investigaron bajo la causa ocurrieron en el lapso de tres meses, en su mayoría en la primera quincena de agosto de 1976. Fue una seguidilla de secuestros, asesinatos y desapariciones de 27 militantes y dirigentes del PRT ERP en Rosario.
En todos los casos, el modo de operar de las fuerzas represivas fue similar: se realizaron operativos conjuntos del Ejército y de la Policía Federal y las víctimas fueron llevadas al centro clandestino Quinta de Fisherton, en las afueras de la ciudad santafesina.
La mayoría de las víctimas fueron asesinadas o permanecen desaparecidas. El único sobreviviente es Fernando Brarda, quien no pertenecía a la organización. Su testimonio fue clave ya que logró reconocer en ese lugar de detención a varias de las víctimas.
Durante el juicio, los cuatro individuos serían encontrados culpables de privaciones ilegales de libertad, tormentos y homicidios. A Fariña, además, se lo responsabilizó por la apropiación de la hija de Cecilia Beatriz Barral y Ricardo Horacio Klotzman.
Solo existe información respecto de la niña de la cual se apropió el exmilitar, la cual nació durante el cautiverio de su madre y en 2011 recuperó su verdadera identidad. Con respecto a resto de los bebés que fueron dados a luz, se desconoce su paradero.
Se trata del primer caso de apropiación juzgado en Rosario. Durante el debate también se investigó lo ocurrido a Isabel Ángela Carlucci, María Laura González y Liliana Beatriz Girardi, quienes transitaban sus embarazos al momento de ser secuestradas.
Si bien Fariña ya tenía condenas previas por delitos de lesa humanidad, para los expolicías fue la primera. Mientras tanto, López y Almeder fueron responsabilizados como coautores de secuestros, tormentos y homicidios.
Rosario y una represión que duró décadas
Langlois, quien integraba un área de Inteligencia de la Policía Federal rosarina, fue considerado por el tribunal de justicia rosarino como partícipe necesario. Los tres además formaron parte también de una asociación ilícita, cuyo nombre o misión no fue revelado.
El debate oral se había fijado para comenzar a fines de 2017 pero sufrió varias postergaciones. Finalmente, arrancó en septiembre de 2020, casi tres años después, y con sólo 4 de los 9 imputados que fueron elevados a juicio debido a que el resto falleció.
JFG / ds
