Un hombre de Bolivia que había sido ingresado en el Hospital San Bernardo de la ciudad de Salta falleció a causa de cáncer de páncreas. Posteriormente, se descubrió que, para acceder al hospital, utilizó el DNI de otra persona, perteneciente a la comunidad wichí de Santa Victoria Este.
El fallecido, Javier Herrera Pérez, de 46 años y oriundo de Tarija, Bolivia, había ingresado muy débil al hospital San Bernardo de Salta a principios de agosto. Concurrió acompañado de una mujer que aseguró ser su pareja y llamarse Viviana. Herrera, que no contaba con documentación personal, como último recurso para recibir atención médica utilizó el DNI de Ramón L., un miembro de la Comunidad Wichí de Santa Victoria Este.
El cuadro del hombre revestía gravedad y los médicos le diagnosticaron con cáncer de páncreas. Permaneció una semana internado hasta que falleció. Durante ese tiempo, la mujer que lo acompañaba recibió asistencia del hospital, pero rechazó la oferta de alojamiento, prefiriendo no alejarse de su pareja.
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Cuando el medico realizó el acta de defunción, lo hizo con los datos del DNI de Ramón L. pero cuando el personal dio aviso del hecho a un cacique de la zona, de la Comunidad La Punta, sobre el miembro de su comunidad fallecido, este tuvo que desmentirlo porque el hombre estaba vivo con su familia en Santa Victoria Este. Razón por la cual, la mujer reconoció que el documento había sido prestado porque Herrera no tenía DNI propio.
La mujer confesó que el DNI que habían presentado al ingresar al hospital San Bernardo era de una persona de la Comunidad que ellos conocían y que por amabilidad se los había prestado a su pareja, al verlo tan enfermo. Seguidamente, exhibió el documento real del hombre fallecido.
Inmediatamente el caso pasó a manos de la Justicia y se activó la investigación por tratarse de un caso de suplantación de identidad.
La mujer debía presentarse ese lunes en el hospital San Bernardo para efectuar los trámites correspondientes con la identidad real del hombre fallecido pero el sábado decidió retirarse del albergue con destino, aparentemente, hacia Tartagal y no respondió más su teléfono celular a las autoridades.
"Al estar judicializado el caso fue imposible que retire el cuerpo. Sospechamos que la mujer quiso evadir la responsabilidad legal relacionada a la utilización del DNI de otra persona", señalaron desde un medio salteño.
El cuerpo de Herrera Pérez aún permanece en la morgue del hospital San Bernardo a la espera de ser identificado y retirado por la familia. Trascendió que en caso de no aparecer sus familiares, será cremado o enterrado en fosa común.