El plan motosierra no detiene su marcha y esta vez el principal afectado es el Instituto Nacional de La Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, del cual se quedarán 900 familias sin empleo. Con el fin de ampliar esta complicada situación, Canal E se contactó con el ingeniero agrónomo, Federico Pognante.
“En el año 1993 se crea el Programa Social Agropecuario, que luego, en el 2009, se institucionaliza como Subsecretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar”, comentó Federico Pognante. “Así fue cambiando de nombres a través del tiempo hasta llegar a fines del 2022 con la creación del Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina Indigena”, agregó.
Qué función tiene el Instituto de La Agricultura Familiar
Posteriormente, Pognante planteó: “La trayectoria es muy amplia, pero al cambiar tantas veces de nombre, es cierto que no está muy conocido para la gran mayoría de la población, sobre todo en las ciudades”. Luego, manifestó que, “nuestro trabajo se basa en el interior profundo, en los lugares más recónditos de nuestro país, donde trabajamos con los pequeños productores, los campesinos, las comunidades aborígenes, o sea, son familias de pequeños productores que producen el alimento que consumimos”.
La organización se centra en equipos técnicos interdisciplinarios
“En la Delegación Santa Fe del Instituto, nosotros somos en toda la provincia 42 agentes del instituto, de los cuales tenemos en condiciones para circular 5 vehículos”, sostuvo el entrevistado, que después completó: “Estamos organizados en equipos técnicos interdisciplinarios, con un ingeniero agrónomo, otro ingeniero, un veterinario y 2 trabajadoras sociales”.
Por otro lado, el ingeniero agrónomo señaló: “Nuestro trabajo es la extensión rural, nosotros visitamos a cada una de las familias o asociaciones de pequeños productores, organizaciones de agricultura familiar o comunidades indígenas”. Sobre la misma línea, remarcó que, “nuestro trabajo es realizar todo el asesoramiento técnico, las capacitaciones, el apoyo a la comercialización, todo lo que tiene que ver con las inscripciones y cuestiones que tienen que ver con el registro de la agricultura familiar”.
“Con el cierre del instituto, son 900 familias que quedan sin trabajo”, aseveró Pognante. “Nosotros vivimos de esto, es nuestro trabajo, nos hemos formado para trabajar en desarrollo rural, estamos especializados en la temática”, finalizó.
