Otras cuatro personas fueron asesinadas en las últimas horas en el Gran Rosario, en tres hechos de ataques armados sin intención de robo y con signos de haber sido cometidos por sicarios, lo que elevó a 11 el número de víctimas en los primeros doce días de septiembre.
Esos números representan un grave recalentamiento de la violencia que tantas veces se vincula con el narcotráfico, ya que equiparan el número de crímenes se había producido en esa ciudad santafesina en todo el mes de agosto.
Las últimas cuatro víctimas fueron hombres baleados en la vía pública en ataques que dejaron a otras cinco personas heridas, una de ellas internada en estado reservado.
La mayoría de los once asesinatos ocurridos en lo que va del mes se investigan como venganzas o disputas territoriales entre grupos violentos, en algunos casos ligados al mercado ilegal de comercio de estupefacientes.
Uno de los crímenes ocurrió anoche cerca de las 21 en Maestros Santafesinos al 4700, en el sur de la ciudad, cuando un grupo de personas que estaba en la calle fue atacado desde un vehículo del cual realizan “múltiples disparos”, dijeron fuentes judiciales.
Matías Báez (35), murió al recibir disparos en el tórax y el abdomen, mientras que Luis F. (36), Emanuel S. (39) y Juan Carlos E. (39) permanecían internados en el Hospital Roque Sáenz Peña con múltiples heridas en distintos lugares de sus cuerpos.
Los agresores escaparon en el auto y no hay detenidos por el hecho, añadieron las fuentes.
Casi a la misma hora pero en el barrio Santa Lucía, del oeste rosarino, tres jóvenes que estaba en la calle fueron baleados por tres personas no identificadas que se movían a pie. Según el Ministerio Público de la Acusación (MPA), Iván Francisco Leguizamón (24) murió por heridas de arma en el tórax, mientras que Agustín C. (23) estaba internado en estado reservado en el hospital de Emergencias y Carlos S. (21) se encontraba “estable” con una herida en el pie.
Dos de las víctimas de la violencia letal registras en las últimas horas en el Gran Rosario fueron encontradas maniatadas y con disparos en la cabeza cerca del cementerio municipal de Granadero Baigorria.
La policía los identificó como Ezequiel “Peca” Arrúa (32), y Osvaldo “Chupete” Ibarra (48) y voceros del caso indicaron que estaban maniatados cuando la policía los encontró, a las 0.30, ante un llamado de alerta a la central de emergencias 911.
En la misma localidad fue asesinado 24 horas antes un exbarrabrava de Newell’s Old Boys, Marcelo Alejandro “Coto” Medrano (44), con antecedentes por narcotráfico, y los pesquisas investigan si existe alguna conexión entre los dos hechos de violencia armada.
Según los datos del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, en lo que va del año se registraron 140 homicidios en el Departamento Rosario. En tanto, los registros públicos mostraron que para el mismo período (enero-septiembre), el año pasado se habían reportado 168 homicidios en el Gran Rosario.
El departamento más poblado de la provincia de Santa Fe, que desde el 2013 exhibe una tasa de homicidios muy alta vinculada a la disputa narco y la violenta resolución de conflictos interpersonales, inició el año con gran número de casos. En enero se registraron 23 asesinatos y en febrero 27, números que se redujeron durante los meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus.
El ministro de Seguridad provincial, Marcelo Sain, advirtió en mayo pasado, cuando los crímenes se habían reducido, que “las razones de estos delitos no desaparecen con la pandemia” y explicó que “la inviabilidad del sistema policial para dar cuenta de ello tampoco desaparece”.
“Ahora volvemos a una situación donde las razones del desfasaje entre la problemática criminal y la capacidad de respuesta del sistema institucional quedan incólumes”, agregó, y las estadísticas oficiales comenzaron a confirmarlo. En junio hubo 18 asesinatos en el departamento Rosario y un mes después ocurrieron 22, casi la misma cantidad que en enero.
TE/HB