Cómo transformar los residuos del hogar en abono orgánico
Hasta el 22 de abril se realizan acciones para promover la transformación de residuos caseros en fertilizante natural.
Compostar: una manera natural de transformar los residuos orgánicos |
CEDOC
El Mes del Compostaje es un festejo mundial descentralizado que va del Día Mundial del Agua (22 de marzo) al Día de la Tierra (22 de abril) en el que las personas, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos locales promueven el compostaje en todas sus formas y escalas, buscando generar conciencia y popularizar prácticas y conocimientos que solucionen el enorme problema de la basura generando fertilidad para los suelos; vinculando a la humanidad con los ciclos de la naturaleza.
El compost es el resultado de la descomposición de la materia orgánica y la base de la vida en la tierra. De él se nutren las plantas, y de ellas toda la cadena alimenticia que, al morir, nutren a los descomponedores que hacen el compost.
La organización Mes del Compostaje brinda un paso a paso:
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Lo primero que se necesita es un recipiente con agujeros abajo y tapa, así como otro más pequeño en la cocina, donde acumular hasta descargar en la compostera.
Húmedos: restos de frutas y verduras crudas y sin condimentar. Es recomendado cortarlos lo más chico posible para acelerar el proceso. Por ejemplo: cáscaras, cabos, hojas marchitas, restos de plantas, yerba, café, etc.
Secos: hojas secas, cartón papel o viruta. Se debe poner en la compostera la misma cantidad de restos secos que de húmedos.
Un poco de tierra: en ella están los microorganismos y los bichos que llevarán a cabo el trabajo. Poner un poco al principio en la base del recipiente ayuda, inoculando la vida en la compostera. Espolvorear un poco cada vez que se incorporan restos húmedos y cubrir con secos también.
Condiciones: Humedad, oígeno y equilibrio entre secos y húmedos. La humedad debe ser adecuada (ni mojado ni seco). Se requiere de oxígeno, por lo cual es importante mezclar una o dos veces por semana y que funcione el drenaje (agujeros de abajo). El material seco también mantiene aireada la mezcla y termina de balancear el alimentos para los microorganismos.
Un compost no debe oler mal. Si eso sucede, está fallando uno de los puntos anteriores. No hay que preocuparse, ya que todo puede solucionarse fácilmente.
Mes del Compostaje está presente en las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram: @mesdelcompostaje
