El precio de la soja se ubicó esta semana por debajo US$ 500 por tonelada, un registro que no se daba desde febrero. De esta manera, la operatoria en la plaza bursátil de referencia a nivel mundial culminó con una caída en el precio de la oleaginosa del 8,20%, lo que significó una retracción de US$ 43,63 por tonelada respecto al miércoles hasta los US$ 488,60 la tonelada.
Esta nueva caída, que fue de una magnitud pocas veces vista en el mercado, es la octava que se produce de manera consecutiva, con una baja acumulada de casi US$ 93 o 16%.
La liquidación de dólares del campo fue la más alta en 18 años.
Uno de los factores que más presionaron el precio del poroto fue el abrupto desmoronamiento del valor del aceite de soja, que durante la jornada se desplomó US$ 121,25 por tonelada (8,86%) hasta los US$ 1.247 la tonelada.
En tanto, la harina de soja, el principal producto de exportación de Argentina, también tuvo fuertes pérdidas, aunque no del calibre del poroto y el aceite, con una merma de US$ 19,51 (4,66%) para concluir las operaciones a US$ 398,48 la tonelada.
Los demás granos tampoco salieron indemnes del cuadro actual: el maíz retrocedió 5,94% (US$ 15,75) para cerrar a US$ 249,20 la tonelada, mientras que el trigo bajó 3,58% (US$ 8,73) y finalizó a US$ 234,79 la tonelada.
Razones de la caída en el precio de la soja
Para el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora Grassi, Ariel Tejera, la magnitud de la caída fue "sorpresiva". "Por el lado de la oferta, la atención está centrada en el clima en Estados Unidos. Las actualizaciones estarían dando cuenta de patrones más húmedos en sus principales zonas productoras. Esto aporta alivio, dado el alto porcentaje de lotes que se encontrarían afectados por algún grado de sequía", puntualizó Tejera.
Por otra parte, "se habrían sembrado dudas por el lado de la demanda, vinculadas a los mandatos de corte de biocombustibles", agregó el especialista. "Todo esto se dio en un contexto marcado por anuncios recientes de la Reserva Federal que han impulsado firmeza en el dólar. Se trata de un fenómeno que, en alguna magnitud, ha sumando presiones a la operatoria en commodities en general", marcó Tejera.
La siembra de soja en Argentina será la más baja de la década.
A su vez, el analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Guido D'Angelo, hizo hincapié en un cambio de expectativas por parte de los fondos especulativos respecto al la política monetaria que tendrá Estados Unidos y el consecuente movimiento al alza de las tasas de interés.
"Lo de hoy está mayormente explicado por una importantísimo retiro de los fondos de inversión en sus posiciones en commodities. Esto se explica en cambios en la política monetaria estadounidense, cambios espesos en las expectativas de tasas de interés", señaló D'Angelo a Télam.
En la misma línea, explicó que "los commodities, en este sentido, cuando cambian las expectativas es esperable que, así como con la pandemia las tasas bajaron y se dio un fuerte rally de commodities, las expectativas de que las tasas vuelvan a subir tiene el efecto contraio. Ese fue el determinante más importante en lo sucedido".
Consecuencias de la baja y futuro de la soja
El economista Salvador Di Stefano estima que Argentina podría perder cerca de U$S 6.800 millones para engrosar sus reservas y $ 172.000 millones por ingresos fiscales, ante la fuerte caída del precio soja y el maíz en las últimas semanas.
"Los que le rezaban a la santa soja tendrán que cambiar de santo, o tener más austeridad fiscal, de lo contrario la brecha entre el dólar mayorista y los dólares alternativos volverá a ubicarse por encima del 100%".
Enrique Erize, de la consultora Novitas, comentó a Super Campo: “¿Cuanto vale la soja, 500 o 600 dólares? Es la pregunta que nadie la puede contestar. No hay que olvidarse que hace un año estaba a 300 dólares. El precio más razonable es el que logre racionar la demanda externa. Creo que va volver a subir el precio. Estados Unidos necesita una cosecha récord y aunque no lo logre, en septiembre y octubre ingresa al mercado y le pone paños fríos al mercado. Tal vez los 600 dólares no los volveremos a ver por un rato, hasta marzo o abril del año que viene”.
Para Melconian, la "santa soja" evitó una crisis mayor.
En cuanto a la cosecha argentina, Erize calcula que sólo hay 35% vendida con precio y sólo un 8 al 10% aprovechó el momento de la soja a más de US$ 600. “Queda casi dos terceras partes de la soja sin vender y hay que entender al productor, porque no cobra US$ 520 dólares como en Uruguay. Si vende la soja y le dan pesos, puedo comprar US$ 220”.
La visión del mercado es que los fundamentals siguen siendo alcista. Para los próximos meses, el analista comentó que “si el clima viene muy bien en Estados Unidos, la soja en US$ 530 dólares es un precio razonable, de lo contrario volverá a los 600”.
LM