El sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) difundió un estudio donde muestra que los impuestos representan casi el 43% del precio que el consumidor paga en góndola por el vino en tetrabrik y la botella de 750 centímetros cúbicos, mientras el productor viñatero sólo participa en el 9,4% y el 5,8% respectivamente en el precio final.
Según el estudio en la conformación del precio del vino en tetrabrik, al desagregar los impuestos desde la cosecha de la uva hasta la venta del tetra en góndola, se observa que el 69,9% son impuestos de origen nacional y el 30,1% provinciales o tasas municipales. Con respecto a los impuestos específicos de la cadena de valor, el 41,9% corresponde al IVA, el 24,5% al Impuesto a las Ganancias, el 16% a Ingresos Brutos, el 3,5% a impuestos sobre la mano de obra, y el 14,1% a otros impuestos provinciales o tasas municipales.
Del precio que abonó el consumidor en góndola ($88,7), además del importe correspondiente a impuestos ($38,3), el 19,6% ($17,4) corresponde a ganancias netas y el 37,2% ($33) a costos de producción, elaboración y distribución.
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Por su parte, en el precio del vino en botella de 750 cc, el 76,1% corresponde a impuestos nacionales y el 23,9% a provinciales o tasas municipales. Además, al analizar los impuestos específicos de la cadena de valor, el 41,3% corresponde al IVA, el 23,9% al Impuesto a las Ganancias, el 15,5% a Ingresos Brutos, el 4,2% a impuestos sobre la mano de obra, y el 15,1% a otros gravámenes provinciales o tasas municipales.
Del precio que abonó el consumidor en góndola ($215,5), además del importe correspondiente a impuestos ($92,9), el 19.1% ($41,3) corresponde a ganancias netas y el 37,5% ($80,9) a costos de producción, elaboración y distribución.
Pablo Vernengo, Director Ejecutivo de Economías Regionales de CAME, señaló que “además de la presión tributaria, nos afecta la parte logística, porque el vino en tetrabrik o en botella hay que transportarlo de Cuyo a los centros urbanos de CABA y Gan Buenos Aires, por eso tiene entre el 15 y 18%”.
Según Vernengo, “uno compra la cajita de vino porque tiene vino y el productor que lo genera participa con menos del 10%. Es ahí donde estamos viendo donde debemos cambiar esa ecuación en la cadena de valor para que la producción vitivinícola pueda prosperar con todo su potencial. Cuando hablamos de comercio justo, lo hacemos de precios justos desde que inicia la cadena de producción, que son los productores, que son 18 mil productores de 24 mil viñedos”.
En cuanto a este año, el Director Ejecutivo de CAME afirmó que los productores volverán a tener rentabilidad después de tres años, ya que “los gobiernos de Mendoza y San Juan van a participar en esta vendimia y han fijado precios mínimos de 20 pesos por kilo para la uva criolla, eso es bueno porque los costos de producción están en 18 pesos”.
