Una disputa entre Japón y Corea amenaza a la cadena tecnológica global

Las nuevas tensiones podrían golpear a fabricantes de chips como Samsung Electronics Co. y SK Hynix Inc.

Samsung Profit Drops Most in Four Years as Chip Prices Slump (1) Foto: Bloomberg

Las nuevas tensiones entre Japón y Corea del Sur amenazan con golpear a fabricantes de chips como Samsung Electronics Co. y SK Hynix Inc., lo cual trastorna una cadena de suministro global cuidadosamente coreografiada al sofocar la producción de chips de memoria y otros componentes vitales para dispositivos ampliamente utilizados.

A medida que el mundo se fija en la campaña de Donald Trump para contener a Huawei Technologies Co. y las ambiciones de China, una disputa concurrente entre los dos vecinos más ricos de Pekín también tiene implicaciones de gran alcance para la producción de todo, desde los iPhone de Apple Inc. hasta los portátiles de Dell Technologies Inc. La industria ahora está luchando para medir las consecuencias de que Japón –citando tensiones de larga data y sin resolver– impusiera restricciones a las exportaciones a Corea de tres clases de materiales cruciales para la producción de semiconductores y pantallas de vanguardia.

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Esa maniobra, la manifestación más reciente de décadas de tensiones por la guerra, coloca a Samsung en el centro de una tormenta y, una vez más, resalta la naturaleza global de la máquina que produce la mayoría de los dispositivos del mundo. Samsung no solo fabrica chips de memoria, sino que también es el mayor productor de teléfonos inteligentes.

La compañía más grande de Corea cayó 2,7% el lunes y ha perdido unos 16 billones de wones (US$13.000 millones) en valor de mercado este mes, mientras que Hynix cayó 1,5% y ha perdido 1,5 billones de wones. Ambas compañías, que en conjunto representan 60% de la capacidad de producción de chips de memoria del mundo, declinaron hacer comentarios.

Si bien los niveles de inventario difieren para cada material, Samsung tiene un suministro de menos de un mes en promedio, según personas familiarizadas con el tema. Samsung y SK Hynix están buscando alternativas, según estas personas, quienes pidieron no ser identificadas por tratarse de un tema político delicado. Las personas dijeron que los dos gigantes coreanos aseguraron a sus clientes que intentarían minimizar el impacto en la producción, pero Samsung, por su parte, se está preparando para posibles recortes de producción o incluso paros si la situación persiste.

Es por eso que el líder de facto del conglomerado coreano, Jay Y. Lee, tomó un jet a Tokio el fin de semana para reuniones de emergencia con sus proveedores japoneses. No está clara la dimensión del impacto, mucho depende de si el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, pueden alcanzar un arreglo. Pero en el peor de los casos, las pantallas flexibles para iPhone y otros dispositivos móviles podrían desaparecer, mientras que los chips de memoria que se utilizan en todo, desde los portátiles de HP Inc. hasta los servidores de Amazon.com Inc. podrían disminuir.

"Este es un evento sin precedentes", asegura Jongjun Won, director ejecutivo de Lime Asset Management Co. “Con suerte, la industria de los chips puede ajustar los inventarios. Podría haber un final feliz si el problema de Japón se resuelve mientras tanto. Sin embargo, el entrelazamiento de la política y los negocios está dificultando la búsqueda de una solución".

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La disputa se ha extendido a las redes sociales. Los surcoreanos, enojados por el movimiento de Japón, han acudido a Instagram y otras plataformas para convocar boicots a los productos de viaje y consumo japoneses.

Japón está apuntando a un trío de materiales que, aunque poco conocido fuera de la industria, es profundamente importante para la producción electrónica. El gobierno dice que también tienen aplicaciones militares sensibles. Dentro del sector tecnológico, la polimida fluorada se requiere para la producción de paneles plegables –como los que se usan en el Galaxy Fold de Samsung–, entre otras cosas. Los fotorresistentes son clave para la fabricación de chips, mientras que el fluoruro de hidrógeno es necesario para la producción de chips y pantallas.

Encontrar sustitutos no será fácil: las corporaciones coreanas ahora dependen de Japón para más de 90% de todas sus necesidades de polimida fluorada y resistentes, y 44% de sus requerimientos de fluoruro de hidrógeno, según estimaciones de Société Génerale.

Irónicamente, si la disputa se prolonga, los proveedores japoneses de esos productos químicos –compañías como JSR Corp. y Shin-Etsu Chemical Co., que comprenden un eslabón pequeño pero inextricable en la cadena– también podrían verse afectadas.

"Esto podría ser un factor negativo para la economía mundial", dijo por teléfono Huh Nam-Kwon, director ejecutivo de Shinyoung Asset Management Co. "Todo lo que tenemos que hacer es esperar y ver cómo avanza la situación. Solo una palabra de Abe podría decidir cualquier cosa. Es difícil de predecir".

El impacto más significativo se producirá en los productos de próxima generación de Samsung: pantallas plegables y chips con un ancho de línea de 7 nanómetros o menos, que se fabrican usando el proceso denominado ultra-violeta extremo (EUV, por sus siglas en inglés). Eso pone en riesgo el objetivo expreso de Samsung de invertir US$116.000 millones para convertirse en la número 1 en el negocio de chips lógicos para 2030. Sin los materiales japoneses, Samsung podría verse obstaculizada en los esfuerzos por desarrollar un negocio de fundición basado en EUV y en la fabricación avanzada de chips de memoria.

Sus rivales pueden intervenir para llenar el vacío mientras tanto. Micron Technology Inc., el único otro fabricante de chips de memoria importante, se beneficiará. Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. podría ampliar aún más su ventaja sobre Samsung en cuanto a chips hechos a pedido y competiría por clientes de Samsung como Qualcomm Inc. y Nvidia Corp.

"Habrá un impacto considerable en ambas partes", asegura Heungchong Kim, investigador sénior del Instituto de política económica internacional de Corea. “Esos materiales no son algo que se pueda reemplazar en un periodo corto. Esto se está convirtiendo en una situación extraña".

Ni siquiera un gigante resiste una tormenta tecnológica

La situación puede empeorar si Japón retira a Corea del Sur de la llamada "Lista Blanca" de países considerados como que no presentan riesgo de proliferación de armas, un movimiento que Tokio está considerando ahora.

Japón y Corea han recurrido tradicionalmente a EE.UU. para mediar en sus enfrentamientos, pero esta vez no está claro si Trump está dispuesto a entrar en la pelea.

“Si bien los altos niveles de inventario de semiconductores pueden proporcionar algo de protección, el tiempo puede no estar del lado de Corea", escribieron en una nota reciente los economistas de Citigroup Jin-Wook Kim y Johanna Chua. “El desplazamiento de los chips coreanos interrumpiría la cadena de suministro porque la creación de fuentes alternativas necesita tecnología específica y un gasto de capital considerable".

MS/MC