El FMI dice que el gasto de Argentina agrega riesgos al acuerdo de US$44.000 millones

El aumento del gasto público y los generosos recortes de impuestos que ha llevado a cabo el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, quien además es candidato a la presidencia, plantean nuevos reveses al programa de US$44.000 millones del país con el Fondo Monetario Internacional, según el organismo crediticio con sede en Washington.

Con una encuesta clave en la mano, Massa ve caducar el ciclo de Pesce en el Banco Central

“Las medidas y los anuncios de políticas adoptadas recientemente se suman a las dificultades de Argentina”, dijo la directora de comunicaciones del FMI, Julie Kozack, en una conferencia de prensa en Washington el jueves. “La situación económica sigue siendo muy difícil y compleja”.

La inusual crítica pública del FMI a Argentina subraya la creciente preocupación sobre el futuro del programa de asistencia financiera recibido por la nación sudamericana, el mayor jamás otorgado por el Fondo. Bajo el mandato de Massa, Argentina no cumplió todos los objetivos acordados con el FMI hasta finales de junio y parece que volverá a incumplirlos en septiembre.

Tras recibir US$7.500 millones del FMI en agosto, Massa dio la espalda a los compromisos de austeridad que había contraído a cambio del dinero y aumentó las ayudas sociales y los salarios del sector público, al tiempo que recortó el impuesto a las ganancias a casi todos los argentinos. La ola de gasto forma parte de una estrategia para intentar superar la derrota del oficialismo en las elecciones primarias.

Sin embargo, el gasto adicional, financiado en gran medida por las máquinas de imprimir dinero del banco central, corre el riesgo de avivar aún más una inflación que ya alcanza el 124% anual.

“Sergio Massa tiene cierto temor de llegar primero en estas elecciones generales”

La retórica de Massa como candidato plantea retos adicionales a la relación con el FMI. En sus discursos públicos, acusa sistemáticamente al organismo de haber obligado al Gobierno a devaluar su tipo de cambio oficial un 18% como condición para el desembolso de los fondos, a pesar de que él estaba de acuerdo con las condiciones del acuerdo. La devaluación, anunciada al día siguiente de las elecciones primarias del 13 de agosto, hizo que los precios se dispararan de la noche a la mañana, acelerando la inflación a su ritmo más rápido en tres décadas.

Cuando se le preguntó por la propuesta de adoptar el dólar como moneda oficial de Argentina, un idea defendida por el candidato Javier Milei para acabar con la inflación, Kozack dijo que esa medida por sí sola no solucionará los problemas de Argentina.

“La dolarización requiere medidas preparatorias importantes, y no es un sustituto de políticas macroeconómicas sólidas”, dijo, sin detallar qué medidas desearía ver el FMI.