A raíz de las últimas medidas anunciadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, luego de las elecciones primarias, Argentina no cumpliría la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional para el 2023. Lo acordado entre el Estado nacional y el organismo financiero prevé un déficit primario del 1,9% del Producto Bruto Interno. Sin embargo, y según reflejó un informe del Centro de Análisis Económico Equlibra, sólo el costo de las últimas disposiciones, enfocadas en el alivio económico de trabajadores y empresas, representaría un 1,3% del PBI, tal las estimaciones.
De esta manera, y únicamente entre septiembre y diciembre, el déficit del Sector Público Nacional ascendería a un total de 2,7 billones de pesos. Y si se le incluye el resultado de los meses anteriores, el rojo primario anual se ubicaría en torno al 2,8% del PBI, superando los 5 billones de pesos, "medio punto por encima del déficit primario del año pasado y casi un punto por encima de la pauta acordada con el FMI", expresó el informe.
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"Excepto por algún artilugio contable que nos cuesta imaginar, la meta fiscal acordada con el FMI (déficit primario de 1,9% del PBI) no se cumplirá este año. Más aún teniendo en cuenta que, desde Economía, estarían preparando una propuesta similar al IFE para los trabajadores informales para lanzar en las próximas semanas", agregó el documento de la entidad.
Entre las últimas disposiciones implementadas por la cartera económica, en la búsqueda de paliar la pérdida de poder adquisitivo por la devaluación y la inflación, con una cifra récord en agosto, la más significativa en términos de costos fiscales es la devolución del IVA en compras con tarjeta de débito para los productos de la canasta básica, con un 0,25% del total del PBI.
Le sigue en el podio la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, que pasará a ser, a partir del 1 de octubre, de un equivalente a 15 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles (SMVM): $1.770.000; y que podría, incluso, superar los dos millones en caso de una futura suba en el piso salarial por parte del Consejo del Salario, que se reunirá esta semana. En términos fiscales, esto simboliza un 0,19% del costo fiscal como porcentaje del PBI.
Según Equilibra, para financiar estas medidas "el Central seguirá emitiendo pesos" lo que "en un escenario en la que la demanda está muy debilitada, seguirá recalentando las presiones cambiarias e inflacionarias", proyectando una nueva devaluación de cara a fin de año y una suba de los precios en línea con los registrados en los últimos meses.
Cabe remarcar, en este último aspecto, que en agosto el Índice de Precios al Consumidor fue del 12,4%, el alza en el Índice más alto desde marzo de 1991, antes de que entrara en vigencia la Convertibilidad, y el primero de dos cifras desde abril del 2002, cuando el número fue levemente menor: del 10,4%.
Este hipotético incumplimiento en lo acordado entre el Gobierno Nacional y el Fondo Monetario Internacional se daría en medio de un clima de tensiones. Sergio Massa, en múltiples ocasiones durante la vigente campaña electoral, ha apuntado contra el organismo, a quién ha responsabilizado por la crisis económica actual.
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"Estas medidas buscan asegurar el lugar de Massa en el balotaje"
Lorenzo Sigaut Gravina, uno de los miembros fundadores de Equilibra y responsable, junto a la economista Lorena Giorgio, del informe sostuvo que "antes de las primarias, el acuerdo con el Fondo se veía difícil de ejecutarse" y que, en el mejor de los casos, iba a darse "un desvío de medio punto, es decir, del 2,4% del déficit primario para este año, un número parecido al del 2022".
"Pero después de los resultados de las PASO hubo una devaluación y se destrabaron los desembolsos del FMI. Con ese dinero, el Gobierno empezó a hacer el típico push electoral, que no son ni más ni menos que medidas enfocadas en asegurar el lugar de Sergio Massa en el balotaje. Y ahora estamos viendo un déficit casi del 3% y que, a falta de unos meses para cerrar el 2023, seguramente va a ser mayor que el del año pasado", agregó, en diálogo con PERFIL.
Respecto al futuro luego del 10 de diciembre, aseguró que algunas de estas medidas, como puede ser la modificación en Ganancias o la devolución del IVA, con un proyecto de ley a enviarse al Congreso para su aplicación permanente, "comprometen al próximo mandatario" en materia de gastos e ingresos.
"Acá hay un riesgo que es aumentar el déficit más allá del típico push electoral. Y es raro que se haga al final de un mandato, porque son disposiciones que deberían llevarse adelante en momentos más calmos, en el que también tenga lugar la opinión de quién sea el siguiente en llegar a Casa Rosada, para darle margen y elegir por dónde ir. Esto es comprometer al próximo presidente", dijo.
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Por último, concluyó: "Si Massa ganara, bueno, Massa se complica a Massa. Pero estas medidas se dan en tiempos muy jugados. Bajar los impuestos cuando eso no pasó durante todo el mandato es otra cosa. Hay disposiciones que tienen carácter de permanentes; que obviamente se pueden modificar, pero ya se necesita una ingeniería para hacerlo, además de pasar por el Congreso".
LR
