opinión

Qué le espera a la política en 2026

Foto: Pablo Temes

Casi sin respiro, tras un año electoral ajetreado y un diciembre intenso, las principales figuras de la política argentina empiezan a mirar de reojo las páginas en blanco de la agenda 2026. Hay quienes ya comenzaron a llenarlas. En algún caso, con suma ansiedad.

Desafíos, proyectos, conflictos e incógnitas a develar marcarán seguramente los próximos doce meses. El equilibrio lucirá inestable: si bien se saltarán las tensiones que provocan comicios nacionales o provinciales, se desarrollará la previa a las presidenciales de 2027. Nada menos.

Como suele suceder en la Argentina, la política irá atada a la economía. Y viceversa. Apenas arranca el nuevo almanaque hay que resaltar una fecha clave. El viernes 9 de enero nuestro país tiene un vencimiento de deuda por más de US$ 4.200 millones. 

Javier Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, aseguran que el pago está asegurado. De dónde provendrán esos fondos aún resulta un misterio, ante la insuficiente cantidad de reservas para hacer frente a semejante compromiso.

Obviamente que el Presidente es el que con mayor celeridad empezó a completar la agenda. Amén del mencionado test financiero, sobre el que los mercados están lejos de plantear dudas gracias al respaldo de EE.UU. (¿el anunciado acuerdo comercial también queda para 2026?), Milei busca acelerar sus reformas estructurales legislativas.

Cierra 2025 con la satisfacción de tener aprobado su primer Presupuesto. Podado por el Congreso en uno de sus capítulos –que inicialmente generó algún enojo– pero sacado a velocidad crucero, como pretendía el líder libertario. Deseo de Navidad cumplido.

Será en febrero cuando Milei retome sus ínfulas reformistas legislativas. Volverán las sesiones extraordinarias, con el objetivo de tratar, y aprobar, las sensibles leyes de reforma laboral y de glaciares.

Con la primera, el Gobierno trata de flexibilizar las condiciones de contratación y despido en el mercado del trabajo, con la promesa de que se generarán más puestos formales y se reducirá el empleo informal. Con la segunda, la idea es estimular la minería. Concentran fuertes resistencias en gremios y ambientalistas.

El Ministerio de Economía y el de Desregulación trabajan también en la búsqueda de medidas para compensar el impacto presupuestario de que el Congreso mantuviera la emergencia universitaria y en discapacidad. Además, avanzan en los borradores para una reforma tributaria. ¿Será este año? 

Los cambios en el sistema previsional parecen haber sido postergados sin fecha. Acaso influya el posible impacto social o en la opinión pública, ante la decisión presidencial de ir por la reelección. Ya le pasó a Mauricio Macri, como el principio del fin de su mandato luego de vencer holgadamente en los comicios de medio término.

Milei podría dar alguna que otra sorpresa. Tal como se contó en este espacio, el acuerdo del mileísmo con el kirchnerismo para definir la representación de Diputados en la AGN (Auditoría General de la Nación) abrió un puente para acercar posiciones en torno a la designación de las dos vacantes en la Corte Suprema. También en la Procuración. Esos nombramientos requieren dos tercios del Senado.

Habría que preguntarse qué efectos podría tener un entendimiento de estos kilates en la agenda política de otro dirigente de peso: Axel Kicillof. Hasta ahora, el kirchnerismo lo ha apartado de cualquier movida nacional, en el contexto de sus sordos enfrentamientos de liderazgos.

En su libreta 2026, el gobernador bonaerense anotó desde el vamos una intensa actividad veraniega, con visitas asiduas a la costa atlántica para aprovechar el masivo desembarco de turistas de todo el país. Su mirada estará puesta en la carrera para competirle a Milei en 2027.

En ese sentido, acentuará su apuesta de mostrarse como el principal antagonista del Presidente. Por caso, fue el único mandatario que participó de la reciente marcha de la CGT en Plaza de Mayo contra la reforma laboral. Su férrea oposición le acarrea riesgos: está a la espera de que Nación le autorice la emisión de deuda por más de US$ 3 mil millones.

A la confrontación, Kicillof le quiere sumar expansión. Como manifestó días atrás en un acto, pretende salir de la provincia de Buenos Aires y federalizar las propuestas. Sin ser año electoral, Kicillof planea visitar y reunirse con varios colegas gobernadores. Dentro y fuera del PJ. No parece sencillo su Operativo Seducción en este peronismo balcanizado, empezando por la provincia que gobierna.

¿Cuánto podría hacer para ayudarlo Cristina Fernández de Kirchner? Mucho. Pero ha evitado mover un dedo. Más bien, todo lo contrario: cada movimiento fue en su contra. Las constantes disputas del kicillofismo con La Cámpora, a las que ahora se sumó Juan Grabois, vislumbran pronósticos pesimistas. ¿Serán guerras por el legado político?

Salvo que se agiten los días ante un posible pacto con el Gobierno por la Corte, se le hará largo 2026 a la expresidenta. Aún convaleciente en el Sanatorio Otamendi por un posoperatorio que se complicó, la espera en San José 1111 la continuidad de su detención domiciliaria por la condena en la causa Vialidad.

Peor para ella, la Justicia se ha vuelto más restrictiva con las visitas, al mismo tiempo que está obligada a asistir de manera remota (salvo durante su internación) a las audiencias del juicio oral y público por los cuadernos de las coimas. El proceso tendrá apenas un paréntesis en enero, por la feria judicial, y se estima que recién finalizaría en 2027.

Con este nivel de problemáticas, le resultará espinoso a CFK mantener el control del peronismo, que ejerció hasta este año, cuando el reto de Kicillof agrietó su liderazgo. ¿Habrá llegado el momento del ocaso tantas veces vaticinado por sus críticos y nunca antes cumplido?

Si de atardeceres en el poder se trata, cómo olvidar a Macri. Dinamitó Juntos por el Cambio, se alió a Milei sin conseguir sus propósitos, implosionó a un PRO en el que mucha de su dirigencia se travistió de violeta y el Gobierno nunca paró de “boludearlo”, como él mismo lo calificó.

Justo antes de Navidad, los libertarios le regalaron un chasco imprevisto: el acuerdo con La Cámpora por la AGN, que dejó fuera del organismo a su exministro Jorge Triaca. El PRO pidió a la Justicia que invalide por inconstitucional lo que impulsaron sus aliados mileístas.

Tal vez la agenda macrista 2026 sea la menos voluminosa. La tradición indica que se extenderán durante todo el verano sus vacaciones en su casona del barrio privado Cumelén, en Villa La Angostura. Menos mal que hay buena señal telefónica y de wifi.

Tendrá que anotar el Mundial de Fútbol a mitad de año, con el privilegio de estar al frente de la Fundación FIFA. A propósito: ¿será por eso o por alguna otra razón desconocida que Macri no emitió opinión sobre la ofensiva oficial y las investigaciones sobre Claudio “Chiqui” Tapia y su entorno? Curioso silencio del expresidente de Boca. Curiosísimo.