Carne vacuna: a pesar de que el precio superó ampliamente a la inflación, aumentó el consumo
Los valores de la hacienda bovina no se trasladaron directamente a las carnicerías, se ubicaron muy por encima de los incrementos de la carne aviar y de cerdo, más alineados con la inflación. En Argentina se consumen 48,3 kilos/año, el peor registro desde 2010.
En noviembre, los precios de los cortes de carne vacuna aumentaron 8,3% con respecto al mes anterior y un 72,8% durante el último año, de acuerdo con información del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna. Estos valores superan ampliamente a la inflación mensual del 2,5% y la interanual de 31,4%.
En este contexto, el consumo aparente de carne vacuna por habitante aumentó 2,3% entre enero- noviembre de 2025 con respecto al mismo período del año pasado, ubicándose en 48,3 kilos/año. A pesar de esta suba, se trata del peor registro para este período desde 2010, de acuerdo con cifras de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Por su parte, las carnes de pollo y cerdo estuvieron más alineadas con la inflación, en torno al 32% y 33% interanual, respectivamente.
Mientras que los precios minoristas de la carne vacuna aumentaron casi 73%, de la hacienda en pie y mayorista se ubicaron en 82% y 88%, respectivamente. “El aumento en el precio de la hacienda en pie, que comenzó a registrarse a mediados de octubre, es el principal factor que está presionando al alza los valores en los mostradores, aunque sin un traslado pleno debido a la necesidad de los eslabones intermedios de sostener el nivel de actividad”, indican desde la BCR.
Por cada kilo de carne vacuna el Estado se queda con $108 y el frigorífico $18
En ese sentido, Miguel Schiariti, director de CICCRA, comentó a PERFIL que “la cadena fue absorbiendo parte del aumento del precio desde Cañuelas y el público terminó convalidando. El mercado no va a generar más ruido, porque está bien abastecido. No esperamos una nueva explosión de precios para las próximas semanas”.
Según Schiariti, el aumento muy por encima de la inflación del valor de la carne vacuna se debe a la recuperación de lo que se había perdido en años anteriores por un exceso de oferta derivada de sequía e inundaciones, que obligaron a los productores a enviar sus animales a faena antes de lo previsto. En 2024, el precio de la carne vacuna aumentó 81,9%, mientras que la inflación se ubicó en casi 118%.
Por qué sube el precio de la carne vacuna
Según la BCR, detrás de esta suba en el precio de la hacienda existen factores estructurales de escasez de animales, a los que se suman ciertos cambios en la dinámica productiva que también impactan la oferta disponible.
“Dentro de los factores estructurales, el principal es sin duda el precio del ternero que, si bien suele reflejar una menor disponibilidad estacional para esta época del año, actualmente presenta una oferta anual limitada frente a una demanda sostenida. Esto ha llevado a que sus valores se ubiquen en niveles históricos. La última referencia del Ternero ROSGAN de diciembre superó los $5.700 por kilo, lo que representa un aumento del 86% respecto a diciembre del año pasado y que, medido en moneda constante, supera en un 68% el promedio de los últimos diez años”.
A ello se suman las buenas condiciones forrajeras vigentes durante la presente primavera —con la excepción de las zonas anegadas—, las cuales permiten sostener una mayor retención de hacienda liviana en los campos, incentivando aún más la suba de los valores de la invernada.
En cuanto al cambio en la dinámica productiva, en el último trimestre del año suele observarse una mayor oferta de hacienda liviana terminada con destino a faena, en general asociada al inicio del vaciado de los corrales de engorde. “En 2025 se verifica un patrón diferente: mientras los traslados de novillitos con destino a plantas de faena disminuyeron un 6,8 % interanual, los movimientos con destino a invernada aumentaron un 9,4% respecto de 2024”.
Para la Bolsa rosarina, “el punto central consiste en evaluar si los eslabones intermedios podrán seguir amortiguando los aumentos en el precio de la hacienda, evitando un traslado prematuro al consumidor que afecte negativamente el ritmo de ventas en un momento sumamente sensible para el sector comercial”.
LM CP