POR LA CAÍDA DEL EMPLEO FORMAL

Desde 2023, el sistema se seguridad social perdió más de 690 mil aportantes

El Boletín Estadístico de Seguridad Social contabilizó 10.374.389 de aportantes. La reducción se explica por la pérdida de puestos de trabajo formal. Especialistas explicaron a PERFIL cuál es el impacto.

Desfinanciamiento. Por la caída del empleo formal, menos personas aportan al sistema de seguridad social. Foto: NA

En un contexto en el que se debate una ley de reforma laboral que podría implicar el traspaso de un porcentaje de los aportes patronales –un 3% que iba a Anses– a un Fondo de Asistencia Laboral destinado al pago de indemnizaciones, el sistema previsional está cada vez más resentido: por la pérdida de empleos (y sobre todo de trabajos formales) el sistema de seguridad social tiene 693.348 aportantes menos que en 2023

La información surge del último Boletín Estadístico de la Seguridad Social, con datos hasta julio. De diciembre de 2023 a julio de este año la cantidad de personas que aportaron al sistema se redujo de los 11.067.737 a los 10.374.389. Desagregado por las características de la inserción laboral de estas personas, se observa que las mayores reducciones se dan en quienes hasta ese momento tenían un empleo registrado (son, según estos datos, 191.238 aportantes menos) y los autónomos (que para mediados de este año se habían reducido en 52.354). Por otro lado, la cantidad de aportantes monotributistas aumentó: son 45.995 más que en 2023.

 

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Salvo durante los periodos comprendidos entre los años 1995 y 1996, 2000 a 2002 y en la pandemia, la cantidad de aportantes creció de manera sostenida (aunque con periodos de ampliación modesta) desde que se tienen registros, en 1994.  

Eugenio Semino: "Un disparate"

Para Eugenio Semino, defensor de la tercera edad, el tratamiento de las leyes de reforma laboral y fiscal por separado de una previsional “es un disparate”. Sin embargo, agregó, “creo que esto responde a dos cosas: una de ellas es que el recurso de la seguridad social sigue siendo el resguardo del superávit fiscal”. Por otro lado, prosiguió, “no me extrañaría que se esté pensando en sacar a los cinco millones de jubilados del esquema de seguridad social que no tienen aportes directos y pasarlos a un sistema de pensiones no contributivas”. Y esos “son dos tercios de los jubilados, con lo cual quedaría solo un tercio que se irá reajustando por IPC”.

El gerontólogo advirtió que con ese 3% que las empresas podrán destinar a un fondo para el pago de indemnizaciones no solamente se desfinancia el sistema previsional sino también la salud. “Hay casi dos puntos que se pierden. Es absurdo, grotesco, porque en paralelo siguen respetando el 2% de los aportes solidarios a los sindicalistas”, opinó. Hace pocos días, en una entrevista, la exministra de Seguridad y ahora senadora por La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, afirmó que el PAMI “es un gasto brutal acumulado, como una compañía de seguros donde todos los autos chocan” y que “conceptualmente es un error”. 

 

Christian D’Alessandro. "Será un crisis provocada"

El abogado previsional y periodista especializado en la tercera edad, Christian D’Alessandro, se refirió, en diálogo con este medio, a la relevancia de los aportantes del sistema. “El 60% de lo que ingresa a las arcas de las jubilaciones corresponde a aportes y contribuciones, son aportes personales y contribuciones patronales porque las hace el empleador”, explicitó. “El 40% restante ingresa de los impuestos, como el IVA”. Dentro de ese 60%, además de los aportes y contribuciones, están las multas e intereses de empleadores que no formalizaron a sus trabajadores o que no pagaron a la seguridad social lo que debían. “Si le sacás un 3% de las contribuciones patronales, y a eso se le suma que, en el Decreto 70 y la Ley de Bases, se condonaron multas e intereses que pagaban los empleadores, eso hace que ya no haya recaudación completa para sostener el sistema”. 

Para el abogado, lo que se busca es hacer colapsar un esquema previsional ya resentido: “Será una crisis provocada en un sistema de seguridad social, en particular de las jubilaciones, que en el mundo ya es frágil”, manifestó.

El otro 40% de esos ingresos para el arca de las jubilaciones, con la caída del consumo y el aumento del empleo informal, también se vio afectado. “Es el caldo de cultivo perfecto para eclosionar una crisis, crisis que además se agrava por la caída de la natalidad y el aumento de la expectativa de vida”.

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Para el especialista, el objetivo final podría ser la privatización del sistema. “Esta situación ni siquiera se compara con la de Menem en la década de los 90, cuando todavía había una ocupación que poco a poco fue cayendo, pero que por un tiempo mantuvo el consumo”. Por otro lado, resaltó, el sistema es frágil no solo en Argentina, sino también en el resto del mundo: “La longevidad ha llegado para quedarse, pero no hay que confundir expectativa de vida con calidad de vida”, afirmó. Para el especialista “la calidad de vida está decayendo y el futuro va a ser mucho más complicado” debido a “la baja natalidad, la precarización de los empleos, la disminución de los impuestos genuinos que ingresan a la seguridad social, las condonaciones de multas e intereses y la reducción de contribuciones patronales”. A eso se le sumará una reforma laboral que, a su modo de ver, va a generar un sistema con jubilaciones para pocos: “Al haber mucha precariedad de empleo no se va a poder jubilar nadie, entonces va a haber mucha gente mayor con baja calidad de vida”, sintetizó.

El último reporte del Indec informó que la tasa de desempleo durante el tercer trimestre del año fue del 6,6%, un punto porcentual por debajo del segundo trimestre. Sin embargo, el nivel de informalidad no bajó (se incrementó levemente): para el cuarto trimestre de 2024 era del 42%, un porcentaje que escaló al 43,3% de los asalariados.

LT