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Abal Medina: “Los que votaron a Milei por odio a nosotros, ahora no van a ir a votar”

El dirigente peronista participó del Ciclo de Entrevistas de estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). El impacto electoral de las denuncias de coimas. Villaruel y el justicialismo. Y la corrupción kirchnerista en comparación con la del Gobierno.

Juan Manuel Abal Medina Foto: Prensa Juan Manuel Abal Medina

—¿Cómo califica al gobierno de Javier Milei?

—Es algo que no hemos vivido en la Argentina, tiene la expresión más genuina y cruel de la ultraderecha. Siempre los proyectos de derecha se habían presentado más edulcorados, ya sea en el peronismo con Carlos Menem, o de la mano de la alianza con Fernando De la Rúa, o con Mauricio Macri iban con el radicalismo y la Coalición Cívica, y el grupo era muy distinto al que vemos hoy todos los días. Es la primera vez que vemos la crueldad y la brutalidad de un verdadero proyecto de ultraderecha. Un proyecto que no cree en la igualdad, en la justicia social, y cuando hace las cosas, lo hace en ese sentido. 

—¿Afectará a Javier Milei la denuncia de supuestas coimas en la compra de medicamentos o su base de apoyo lo sostendrá mientras la economía siga estabilizada?

—Creo que sí lo va a afectar, porqué no es una denuncia aislada, sino algo que se suma a un conjunto de denuncias presentes desde inicio del Gobierno, incluso antes de la gestión. Podemos recordar el caso de Juan Carlos Pallarols y el bastón presidencial. Hizo un uso meramente instrumental de la pelea contra la corrupción cuando no forma parte de su agenda. Lo hizo más para tratar de incorporar al PRO pero su verdadera discusión es otra: la reducción del rol del Estado y un ajuste brutal sobre la Argentina. En ese sentido va a tener un impacto fuerte sobre la credibilidad que ya venía golpeada. Especialmente, porque no es casual que se hable de robar plata en el área donde más se está ajustando. No solo es grave en todos los sentidos, sino que además le agrega un componente de crueldad que, sin duda, va a tener consecuencias. 

—¿Cree que la denuncia de Diego Spagnuolo tendrá un impacto electoral para el Gobierno?

—Creo que algún impacto va a tener, supongo que su impacto va a ser más bien desmotivar a los que lo votaron en la segunda vuelta sin compartir mucho su programa. Son los votantes que pueden ser más bien de centro, centroderecha o republicanos, que lo acompañaron pero que hoy están muy indignados. Uno escucha a personas como Carrió, como López Murphy, y varios otros que seguramente lo votaron con muchas ganas pero que ahora están desencantados. Los que votaron a Milei por odio a nosotros, ahora no van a ir a votar. O quizá vayan o votar otras opciones. ¿Qué grande va a ser ese impacto electoral? Depende mucho de nosotros. Si el peronismo no es capaz de armar una alternativa que realmente habla del país de hoy, que deje de hablar para atrás y que se hable para adelante, y como decíamos antes, se haga cargo de las cosas que hicimos mal, para mostrar que no podemos repetirnos.

Juan Manuel Abal Medina participó del Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Comunicación de la USBA.

—Un sector de los medios de comunicación se preocupa mucho por la corrupción si es durante el gobierno kirchnerista, pero no parece preocuparse de la misma manera con la corrupción del actual gobierno actual. ¿Usted qué opina?

—Sin duda, hay una doble vara muy marcada. Hay una partidización o una polarización identitaria, una polarización afectiva en Argentina, y partes del mundo. Cada vez hay más sectores mediáticos que le hablan a una sola de las partes, y estas burbujas algorítmicas hacen que haya pocos que quieran hablar e intentar comunicarse con el conjunto. 

—¿Qué responde a lo que dicen que el oficialismo y la oposición son más de lo mismo?

—La verdad es que la oposición está bastante desorganizada. En el caso del peronismo, hoy por hoy, tenemos muy claro que somos la contracara de Milei en muchos sentidos. Sin embargo, no hemos generado una renovación importante, ni siquiera una autocrítica profunda sobre nuestro pésimo gobierno, el de Alberto Fernández. Para volver a construir una mayoría opositora, es indispensable hacernos cargo de las cosas que hicimos mal. Esto no es por autoflagelarse, sino para que la sociedad entienda que no vamos a volver a hacer lo mismo. Si no somos capaces de reconocer nuestros errores, no podremos generar una nueva vinculación con la gente. Para mí, Milei es un desastre en todos los sentidos, pero su presidencia es centralmente culpa del desastre macrista y del fracaso de nuestro gobierno. 

—¿Axel Kicillof podría consolidarse como una de las principales figuras del peronismo?

—Axel es, sin duda, un candidato fuerte para el peronismo. Es demasiado prematuro hablar de estas cosas porque falta mucho, centralmente, pensar un programa de gobierno. Lo más importante para mí como peronista, es una gran interna, una gran PASO, si no la vuelven a suspender. Un lugar donde compiten varios candidatos en nuestro espacio político y algunos cercanos a nosotros. Lo esencial es que cada uno base su elección explicando para qué quiere llegar. Más que nombres, hoy por hoy lo que necesita el peronismo es renovar nuestras ideas y propuestas en relación a los tiempos que estamos viviendo. Argentina no es la de hace 15 años, y seguir hablando de lo mismo es negarnos a que la realidad ha cambiado. 

—¿Qué piensa de los que proponen sumar a Victoria Villarruel a un espacio ampliado del peronismo?

—Es imposible que Victoria Villarruel tenga ninguna vinculación con nuestro espacio político. Lo he discutido con algunos amigos como Guillermo Moreno varias veces. Me parece que una persona que reivindica a Jorge Rafael Videla, que reivindica a los genocidas, no puede tener ningún espacio en nuestra fuerza política, bajo ningún aspecto. En eso soy tajante.

—Le agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas de USBA  y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final

—Quiero agradecer la invitación y pedirles que sigan el ejemplo de lo que todavía hacen algunos periodistas en la Argentina, entre ellos los de Grupo Perfil. A mí, cuando me tocó estar en el gobierno y Perfil me incomodaba. En realidad, incomoda a todos los gobiernos. Esa impronta de un periodismo que incomoda se ha perdido en gran medida en nuestro país, y creo que justamente eso es lo que debería ser.

María Cristina Geninazzi y Gisele Juárez
Estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación

Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)