“Biomímesis” es la clave para diseñar un futuro sostenible
La interacción con el planeta nos llevó hasta acá: descartables, consumo desmedido, obsolescencia, contaminación y sobreexplotación de los recursos naturales. “La sostenibilidad está vinculada no sólo con la eficiencia sino también con la suficiencia”, anticipa la autora. Qué hacer de ahora en más.
Actualmente, los seres vivos sufrimos los impactos del calentamiento global y el consecuente cambio climático que ya son evidentes y amenazan el equilibrio ecológico del planeta y la supervivencia de la vida en él.
Frente a este panorama, la humanidad se enfrenta a un desafío tan ineludible como urgente: aprender a vivir dentro de los límites planetarios manteniendo y regenerando las condiciones que permiten a todas las formas de vida satisfacer sus necesidades y prosperar en la Tierra.
En esencia, ser sostenible, tal como lo han logrado las demás especies a lo largo del tiempo.
Por su complejidad, la sostenibilidad debe ser abordada de manera sistémica. Esto implica reconocer que ninguna disciplina, sector o comunidad puede enfrentar por sí sola los desafíos ambientales actuales. En este marco, existe una responsabilidad compartida de planificar y gestionar de manera sostenible cualquier actividad humana.
Durante décadas, el ser humano y su bienestar han sido el centro del desarrollo sostenible, lo que nos ha llevado a diseñar sistemas que consideran a los demás seres vivos y a la Naturaleza como proveedores de recursos y receptores de los impactos de nuestras actividades. En este camino hemos perdido de vista que formamos parte de un sistema mayor en el que existe una profunda interconexión e interdependencia entre los seres vivos y el ambiente físico.
Nuestros modos de vida ejercen una presión insostenible sobre los ecosistemas: la comodidad de lo descartable, el consumo desmedido, la obsolescencia programada, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales.
El resultado es un planeta que pierde capacidad de regenerarse y comunidades cada vez más desvinculadas de la Naturaleza de la que forman parte y dependen.
Donella Meadows, reconocida científica ambiental y referente del pensamiento sistémico, nos recuerda que la sostenibilidad está vinculada no sólo con la eficiencia sino también con la suficiencia. La eficiencia en el uso y manejo de recursos naturales ha mejorado con el avance de la tecnología, pero la clave está en un cambio de mentalidad. La suficiencia implica buscar una mejor calidad de vida con los recursos necesarios utilizados eficientemente, tal como lo hace la Naturaleza.
La vida terrestre tiene la capacidad para resolver problemas de manera sostenible"
En este contexto surgen enfoques como la Biomímesis, entendida como la innovación inspirada en la Naturaleza. Esta disciplina promueve un cambio de paradigma centrado en la vida que reconoce a la Naturaleza como un actor fundamental en los procesos de diseño, valorándola como modelo, mentora y medida. Buscar inspiración en ella para hallar soluciones a nuestros desafíos de sostenibilidad parte del reconocimiento de que la vida tiene la capacidad para resolver problemas de manera sostenible y desarrollar estrategias bien adaptadas a las condiciones y limitaciones de la Tierra.
Esta perspectiva nos impulsa a ir más allá del cumplimiento normativo, diseñando soluciones que regeneren ecosistemas y contribuyan positivamente al ambiente donde se insertan nuestras actividades.
Concibo a la sostenibilidad como un mar de oportunidades para fortalecer el diálogo entre disciplinas a fin de facilitar el diseño en colaboración con la Naturaleza. Integrar la genialidad de la vida en la gestión sostenible del ambiente nos permitirá aprovechar la invaluable e inagotable fuente de inspiración que representan las demás especies, con el vasto repertorio de estrategias exitosas que han desarrollado y puesto a prueba durante 3.800 millones de años desde que surgió la vida.
Un futuro sostenible, regenerativo, centrado en la vida y profundamente respetuoso del sistema Tierra que nos conecta a todos, es posible cuando asumimos nuestra responsabilidad de crear y mantener las condiciones propicias para que toda la vida pueda sobrevivir y prosperar.
*Licenciada en Ciencias Ambientales, Facultad de Ingeniería – Universidad del Salvador
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