El que piensa pierde
Tal vez tengan razón Les Luthiers al haber incluido esa frase en una de sus presentaciones. El autor también recuerda a Borges, cuando decía: “Unos 500 años antes de la Era Cristiana se dio en la Magna Grecia, la mayor cosa que registra la Historia Universal, el descubrimiento del diálogo”, algo que parece difícil en el panorama mundial actual.
Son las palabras que el inolvidable Marcos Mundstock deslizara en uno de los sketchs de los inmortales Les Luthiers.
Y tiene que ver con lo que ocurre ahora a nivel local y global. Richard Nixon, ex Presidente de los EEUU, había dicho que “los profesores son nuestros enemigos”, frase que replica en 2021 el actual vicepresidente norteamericano.
Pero esto no es nuevo, allá lejos y hace tiempo, nada menos que Adolf Hitler había asegurado que Alemania tenía “un exceso de educación. Y había agregado “solo se valora el conocimiento”…”Los sabelotodos son los enemigos de la acción”…
Y la acción terminó con la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial, más de 40 millones de muertes, sólo Rusia tuvo 22 millones de víctimas entre civiles, militares y prisioneros. Más el horror multiplicador del Holocausto.
Es interesante al respecto seguir uno de los esclarecedores reportajes de Jorge Fontevecchia, en el Diario Perfil. Como ejemplo, el de Gary Ruvkun, Premio Nóbel de Medicina del 2024 por el descubrimiento de los micro ARN que controlan cuáles proteínas se producen en cada célula y en qué momentos.
Este profesor, de religión judía, dice enfáticamente, con respecto a Harvard, que hay que llamar mierda a lo que es mierda y que no hay que dejarse intimidar por loa matones del trumpismo del Norte, que también persiguen periodistas.
Y curiosamente ha sido mentor de una investigadora científica que es Eyleen Jorgelina O´Rourke, del Instituto que fundara nuestro Premio Nóbel, Luis Federico Leloir, que realizara su posdoctorado con Gary Ruvukun y que compartiera con él varias publicaciones científicas.
La Dra Rourke es concisa en las palabras que reproduce el reportaje citado, habiéndose graduado en la Universidad Nacional de Misiones y realizado su doctorado en la UBA: “Tenemos que tratar de hablar con claridad y con empatía. La ciencia no es sólo datos, sino una herramienta para mejorar la vida de la gente, reducir la desigualdad y construir un futuro más justo” para nuestra Patria.
“Argentina ha demostrado excelencia en su sistema científico, aún con bajos presupuestos”. Aclaremos, desfinanciar la ciencia, como lo hace el proyecto de presupuesto del 2026, que deja sin efecto el 1% del PBI para el sector, fijado por ley, es condenar al país a la eterna dependencia de lo que generen los demás.
Y, como dice la Dra Rourke: “Estamos investigando, porque la ciencia necesita tiempo, recursos y libertad intelectual para avanzar”, como lo demostraran nuestros tres premios Nóbel, científicos egresados de la Universidad Pública.
Quizás debamos fijar entonces la atención en la Historia de nuestra Educación.
No hay duda que hay dos figuras rutilantes en la Argentina del siglo XIX, que son Domingo Faustino Sarmiento, que impresionado por la educación pública norteamericana creada por Horace Mann, trae maestras estadounidenses para enseñar a maestras argentinas, en muy diversos lugares del país y que luego de ser presidente pasa a encabezar el Consejo Nacional de Educación.
Que hasta ese momento dirigía Mariquita Sánchez de Thompson, la mujer del Himno, dado que en su casa se lo había interpretado por primera vez; que a su vez había insistido en la educación de las mujeres y en la enseñanza en zonas rurales.
De ellos parte, como también de Mitre en la enseñanza secundaria, de Magnasco en la técnica y de Avellaneda en la universitaria, la famosa ley 1420 sancionada por el Parlamento en 1884, obra del ministro de Roca, Eduardo Wilde, que promulga la enseñanza laica, libre, gratuita y obligatoria en la parte primaria.
Y la Reforma nacida en Córdoba en 1918 es la que abrirá las puertas de la Universidad a la mayor cantidad de gente y será el primer peronismo el que asegurará la gratuidad de la enseñanza terciaria.
Por ello es una contradicción en términos, que se hubiera vetado la posibilidad de recomponer los magros sueldos docentes de las Universidades, el mismo día que se conmemora el Día del Maestro, el 11 de septiembre, en homenaje al hombre que fijó como prioridad absoluta de su gobierno y de su vida “Educar al Soberano”.
Y más aún, parece una burla, que en el proyecto de prepuesto del 2026, se deje sin efecto el 6% fijado por Ley, para la financiación universitaria, más aún cuando los sueldos de docentes y no docentes han perdido el 40% desde diciembre del 23.
Hay que recordar entonces al Papa Francisco que sostenía que “Desfinanciar la educación es un suicidio programado”.
Pero detengámonos un instante en el horror ocurrido en la Universidad de Utah.
El asesinato de Charlie Kirk, un activista de ultraderecha que postulaba la inferioridad racial de los afroamericanos, el regreso de las mujeres a sus casas y el odio a los homosexuales y a los transexuales. Esto último pareciera haber sido la causa de su asesinato, por otro blanco, hijo de un pastor mormón, criado en la enseñanza y el uso de las armas, que a su vez, tenía una pareja transexual.
Y para los que creen en la ley india del Karma, que sostiene que “nadie ni en lo alto de las montañas, ni en el fondo del mar, ni en ningún lugar de la Tierra puede escapar a las consecuencias de sus propios actos” y las últimas palabras de Kirk fueron una defensa irrestricta de la libre portación de armas en los EEUU.
Pero a pesar de ello, la pregunta es si es posible el diálogo, sin restricciones, recordando las palabras de Winston Churchill: “No estoy de acuerdo para nada con sus ideas, pero daría mi vida para que Ud. pudiera expresarlas”. Y es por ello que preferimos cerrar con Jorge Luis Borges, esperando que el que elija pensar, no necesariamente pierda:
“Unos 500 años antes de la Era Cristiana se dio en la Magna Grecia, la mayor cosa que registra la Historia Universal, el descubrimiento del diálogo. La fe, la certidumbre, los dogmas, los anatemas, las plegarias, las prohibiciones, las órdenes, los tabúes, las tiranías, las guerras y las glorias abrumaban el orbe, algunos griegos contrajeron, nadie sabe cómo, la singular costumbre de conversar.
“Dudaron, persuadieron, disintieron, cambiaron de opinión, aplazaron. Acaso los ayudó su mitología, que era un conjunto de fábulas imprecisas y de cosmologías variables.
“Esas primeras conjeturas fueron la primera raíz de lo que llamamos hoy, no sin pompa, la metafísica” O sea, la filosofía.
“Sin esos pocos griegos conversadores, la cultura occidental es inconcebible”… Este escrito pertenece al Prólogo, escrito en 1985, pocos meses antes de su muerte.
Y como insistiera ese notable chileno que era Humberto Maturana, es esencial la conversación; en momentos en que al mundo lo asolan la miseria y las guerras…
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