Predicciones 2026

Hasta el 26 de octubre nadie duerme tranquilo (y después, tampoco)

“Pierda el gobierno por poco o por mucho, se viene en corto plazo un ajuste en las variables económicas más importantes: dólar, tasas de interés, precios, salarios. Y sobre todo…habrá conflictos por doquier”, vaticina el autor y analiza el tablero del momento.

Persona que no puede dormir, preocupada. Foto: Pixabay

La Argentina, en un momento inédito, se encamina a las elecciones de medio término con todas las dudas abiertas sobre el resultado electoral. Y para el día después de las elecciones también. Hasta hace poco las elecciones de medio término definían una cantidad de diputados y senadores bastante predecible. Hoy, el caos en la realidad nacional potenció el significado de esta elección y la convierte en un virtual plebiscito de aprobación o rechazo del accionar del gobierno. Y con el resultado en mano, el 27 cambiarán muchas cosas.

¿Ganará el Justicialismo después de sus lamentables performances en las provincias del interior salvando la de Buenos Aires?
¿Ganará el ausentismo que en varias provincias fue del 50 % del padrón demostrando el vacío de representación?

Nadie duerme tranquilo

Por otro lado, las encuestas demostraron su impericia para predecir los resultados electorales, pero hay un acuerdo general de que el oficialismo perderá las elecciones, aunque la pregunta sin respuesta es por cuánto.

Es que el gobierno tiene una crisis múltiple:

Crisis política

Muchos ya se preguntan y también el círculo rojo, si con una derrota de más del 10 % por ejemplo  es deseable que siga este gobierno que carece de la capacidad para equilibrar, aunque sea mínimamente, los intereses de los casi 50 millones de argentinos y consiga un equilibrio macro y microeconómico que permita convertirse en un país injusto pero previsible. 

Las derrotas aplastantes que ya tuvo el último mes en el parlamento lo acorralan y aíslan. La renuncia de su candidato estrella en provincia de Buenos Aires seguramente va a impactar muy fuerte en el resultado electoral de todo el país.

Crisis económica

 Muchos empresarios de pymes y grandes empresas se siguen debatiendo entre el despido masivo de personal o el cierre directo. No se ve el piso de la recesión que permita un rebote de la actividad económica. La V de la actividad económica sigue sin aparecer. La fuga de capitales por retorno a su país de origen, por importaciones, por compras del dólar barato o por turismo hacen que el gobierno no pueda sostener el tipo de cambio si no es con sistemáticos pedidos de préstamos o con ofertas-regalos a las mega empresas exportadoras cerealeras a cambio de dólares frescos. Pero poco y nada de lo que recibe queda en las reservas y así, la frase de Machinea cuando siendo ministro de economía dijo “no queda un dólar en el Banco Central”, vuelve a tener vigencia.

Los vencimientos de deudas de bonos en pesos, solamente hasta fin de año son de unos US$ 35 mil millones de dólares, en bonos US$ 8.000 millones. El vencimiento de deuda externa e intereses para el 2026 es de US$ 17 mil millones.  Realmente impagables.

El nivel de precios de setiembre parece que rondará a más del doble del pretendido 1% y con esos números las aspiraciones de una inflación domada están lejos de la realidad.

Crisis jurídico-Policial

Las denuncias de corrupción son tanques de guerra que bombardean y aplastan a la Casa Rosada. Tanto por el caso Libra$, como el de las coimas de Karina y, cerrando el círculo, el vínculo y apoyo financiero de los narcos a Espert. 

Legitimidad perdida

Por todo lo dicho, el gobierno de Milei está perdiendo raudamente la legitimidad que supo conquistar en el 2023 por decisión del pueblo en las urnas. Esencialmente por gobernar solamente a favor de los fondos buitres y condenando a los ajustes más degradantes a niños, discapacitados, enfermos, jubilados etc.

Y frente a este caos múltiple, a partir del 27 de octubre próximo, si hubiera una posible derrota de digamos, más de 10 puntos, es dable preguntarse ¿cómo podrá sobrevivir el gobierno con tanto rechazo popular?

Y aquí es importante ver cuál es el rol del Partido Justicialista. Éste juega un doble papel: critica abiertamente, enfrenta al gobierno en el Parlamento, pero sabiendo que el gobierno puede entrar en una crisis profunda su propuesta es esperar al 2027. 

El gobierno de Milei está perdiendo la legitimidad, esencialmente por gobernar solamente a favor de los fondos buitres y condenando a los ajustes más degradantes a niños, discapacitados, enfermos, jubilados etc"

Por otra parte, bien podría decir el Presidente que tiene a la CGT de aliada ya que, con su silencio, hace valer el dicho de que “el que calla otorga”.

El peronismo ha demostrado una extraordinaria capacidad de sobrevivir a sus épocas negras culpando a tal o cual personaje, pero salvando al partido. Lo hizo con el lopezreguismo, con el menemismo y con el albertismo.

Sin embargo, en la última elección perdió 4 millones de votos. ¿Los recuperará?

De todas formas, el plan B está en marcha. Lo está organizando el FMI, los grandes fondos buitres como Templeton, Black Rock, etc. y el círculo rojo. Son los dueños del poder económico argentino, con la particularidad de que tienen buena parte de sus intereses en bonos en pesos y acciones y ya empezaron a perder dinero.

Supongamos que es una derrota manejable de 6-8 puntos, igualmente cambiarán las reglas del juego de la economía"

Y entonces, si el 26 de octubre se produce una derrota categórica de este barco que hace agua por todos lados, ¿qué escenario nos espera? ¿Seguir con un gobierno sumamente débil, juicio político, plebiscito, renuncia, nuevas elecciones? Todo el abanico es posible.

Ahora, supongamos que es una derrota manejable de 6-8 puntos, igualmente cambiarán las reglas del juego de la economía porque no es coherente ni consistente un plan económico basado en un dólar barato con una inflación controlada en pesos para que obtengan ganancias extraordinarias los tanques del sector financiero internacional y nacional.

Además, a partir del 27 de octubre, seguramente se acabará la tolerancia del FMI y habrá mucha presión para que el gobierno no malvenda sus dólares, acumule reservas y pague sus deudas. Y para eso hay que devaluar y mucho. 

Se viene un ajuste severo, donde se redefinirán todos los precios relativos y, como nadie querrá ser el pato de la boda, por lo tanto, pierda el gobierno por poco o por mucho, se viene, en el muy corto plazo, un ajuste en las variables económicas más importantes; dólar, tasas de interés, precios, salarios. Y sobre todo…habrá conflictos por doquier.

Esto significa que habrá ganadores y perdedores. ¿Serán los mismos que hasta hoy?

Por eso, en esta Argentina caótica, hasta que se conozcan los resultados de las elecciones del 26 de octubre, nadie puede dormir tranquilo…pero después tampoco.