Inclusión financiera, vivienda y pagos digitales en barrios populares
Días atrás se publicó el estudio sobre Inclusión financiera, pagos digitales y vivienda en barrios populares de Argentina. Esta investigación realizada por Techo Argentina, junto con Ignacio Carballo y con el patrocinio de MasterCard Argentina es el primer estudio nacional de esta índole en nuestro país. Ésta es una línea de investigación que nace en 2017 con pilotos en distintos barrios (e.g. Barrio 31, Barrio 14 de febrero (Longchamps) y Barrio Los Hornos (Moreno) y que finalmente ha logrado implementarse a nivel nacional.
En este primer estudio junto de casi setenta páginas se esgrime un diagnóstico sobre el acceso y uso de servicios financieros de las personas que viven en barrios populares de la Argentina enfocado en medios de pago digitales y su rol en el mejoramiento de vivienda. El relevamiento fue sobre veinte barrios en diez provincias, unas 750 encuestas presenciales. Nos brinda una radiografía preliminar de la vida financiera en los segmentos más vulnerables de Argentina y, además, con los años y pilotos anteriores, incorpora dimensiones del contexto como el covid y temas novedosos como las criptomonedas.
Encontramos que solo la mitad (55,8%) reporta tener una cuenta bancaria. Hay casi un 20% extra que aunque tiene, no lo sabe. De igual modo se encontró que el teléfono móvil es sin duda un mecanismo de inclusión. Pero que, aunque ocho de diez tienen un smartphone, todavía falta trabajar en el acceso a datos (+50% va cargando al paso y no llega a todo el mes y solo 23% tiene plan mensual). Además, solo uno de tres tiene internet en vivienda o comercio.
En línea a este dato, aunque más de la mitad tenga acceso a una cuenta, otro dato relevante fue que no haya presencia Fintech en nuestros resultados. Solo 5,7% (menos de uno de cada diez) dice tener únicamente billetera y un 17% (menos de dos de cada diez) si solapamos cuentas Fintech con bancarias. Consecuentemente, prepagas y crédito son ínfimas, solo débito (cuenta bancaria) tiene alguna penetración.
Esto es un llamado a la acción inmediata al nuevo sector Fintech y de banca digital. Pues el principal proveedor de cuentas en barrios populares es el Estado (por mucho, más del 60% de los entrevistados recibe transferencias del Estado). A su vez, entre las personas bancarizadas por el Estado se encuentra que, para más de la mitad fue la primera cuenta que abrió en su vida. La bancarización por cobro de sueldos no tiene relevancia. Solo el 25,9% de quienes trabajaron cobraron en una cuenta. Consecuentemente, el efectivo es la norma en los barrios populares. Incluso quienes tienen cuenta (la mitad), no las usan.
La pregunta que cabe es por qué la gente no tiene cuenta. Lo cierto es que la respuesta ya es sistémica en nuestros estudios anteriores y se replica en el presente. Los principales motivos declarados son: i) no tengo dinero suficiente, ii) no tengo documentación necesaria, iii) los servicios financieros son costosos. Todo está resuelto con un sinfín de productos básicos gratuitos (desde la Cuenta Universal y Gratuita del BCRA hasta todo el ecosistema de billeteras Fintech). Un dato interesante al hablar de instituciones Fintech es que al preguntar por qué no tener tarjetas (débito, crédito y prepaga), sorprende como en Tarjetas Prepagas (la puerta de entrada Fintech) resalta el no saber cómo se utilizan.
Con lo dicho hasta aquí no sorprende encontrar una falta casi absoluta del teléfono móvil para administrar las finanzas de los sectores más vulnerabilizados. Solo un 22% de quienes poseen teléfono móvil lo utilizaron para pagar servicios, enviar o recibir dinero, o realizar compras en los últimos 12 meses. Y el 66% de quienes no lo utilizan, tampoco lo harían en el próximo tiempo. Pero lo más revelador es preguntarles a estos últimos por qué no utilizarían y encontrar que el primer motivo es “No entiende la tecnología” (53%) mientras el segundo es “No confía en el formato digital de pago (26%)”.
Por otro lado, si bien el número de respondentes fue reducido, en nuestra encuesta cinco de diez comercios (52,6%) acepta al menos un medio de pago distinto al efectivo. Es un número alto y esperanzador en cierto sentido. Además, el 86% lo recomendaría. Al preguntarles a los que no aceptan o bien no aceptarían el por qué: falta de conectividad, de seguridad o conocimiento (muy interesante que pocos señalan la opción costo, impuestos, etc).
La inclusión financiera digital tiene dos caras: consumidor y comercio. La estrategia para cada uno es diferente, pero en estos datos (de nuevo, muy preliminares) encontramos unos patrones comunes: falta de conocimiento, información e infraestructura son tres aspectos comunes.
Por último, pero no menos importante, la encuesta incorporó un módulo inédito y completo sobre finanzas y construcción y mejora de la vivienda. Las finanzas son medio para un fin, y para las personas que viven en barrios populares, la vivienda se encuentra entre sus principales necesidades y foco de inversión a lo largo de su vida. Encontramos evidencia que anima a pensar el diseño de productos para mejorar la gestión del ahorro y el acceso al crédito para vivienda.
Más de la mitad de las personas entrevistadas realizaron al menos una mejora en su vivienda durante el último año. Este número asciende a más del 80% si se consideran aquellas personas que quisieron realizar alguna mejora, pero no lo hicieron por falta de dinero o financiamiento. El ahorro, como principal medio de financiamiento, fue a través de dinero en efectivo y la compra de materiales para la construcción dejando entrever la falta de acceso y uso de productos que resguarden y potencien su valor para un fin bien concreto. Por otra parte, el crédito carece de protagonismo, siendo un 16,6% las personas que mejoraron su vivienda a partir de este medio, siendo la principal fuente la de familiares o amistades.
La oportunidad es enorme: falta innovación financiera (bancaria o Fintech) en productos y servicios focalizados en la vivienda y su mejoramiento, así como facilidades, información y educación sobre lo que ya existe, a fin de potenciar las finanzas de quienes viven en barrios populares.
Como demuestra esta investigación, se torna fundamental el relevamiento de información sistemático y mesas de trabajo con todos los actores involucrados. Sin información representativa de los sectores populares no se podrá gestionar correctamente sobre esta temática; y sin involucrar a todas las partes, incluidos sectores populares, organizaciones de la sociedad civil, sector privado y público, no se abordará de forma integral y con una visión centrada en las personas la inclusión financiera para el desarrollo.
*Cenes-FCE/UBA y Director Ecosistema de Programas Fintech UCA
**Directora Centro de Investigación e Innovación Social Techo Argentina 1
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