Planificación

Modelo de salud para armar

La obesidad, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol y drogas “incrementan los costos sanitarios y terminan en cronificaciones destructivas y muertes prematuras” advierte el autor. “¿Cuántas campañas de prevención contra drogas, alcohol y tabaco vimos los argentinos en los últimos años? Ninguna” sostiene el autor.

El 2,6% de pacientes asiste a guardias médicas por emergencias. Foto: reperfilar

Confesando nuestra profunda deformación profesional, hemos recurrentemente insistido acerca del -histórico y aún vigente reprobado Sistema de Salud con el que contamos; también argumentamos la necesidad de recursar figuradamente, todas aquellas materias en las que resulta evidente que hemos fallado curricularmente.

A partir muchas interacciones personales, mencionaríamos como excepción que el sistema cuenta con excelentes profesionales de la salud (médicos, bioquímicos, enfermeras, kinesiólogos, etc.); pero, una gran mayoría, se encuentra asediada por una maraña de influencias – muchas de ellas tóxicas o al menos nocivas –que condicionan o limitan su accionar hacia determinados objetivos y resultados.

Quienes organizan estructuras y procesos (o dirigen estas acciones), no focalizan como objetivo prioritarito la maximización de la salud y bienestar de todas las personas (pacientes y usuarios de a pie); el conflicto de “curvas de utilidad divergentes” resulta evidente en diferentes lugares y situaciones.

Modelo de salud para armar

Las intervenciones preventivas son altamente costo-efectivas, sobre todo para abordar importantes factores de riesgo para la salud, como la obesidad, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol y desde luego las drogas; estos factores no solo incrementan todos los costos sanitarios, sino que terminan con cronificaciones destructivas y cantidad de muertes prematuras.

Lamentablemente, los países de la OCDE han vuelto en el 2023 al histórico 3% de inversión en prevención que, durante la pandemia de COVID, se había elevado hasta el 6 % del gasto sanitario total. ¿Pero cuántas campañas de prevención antidrogas, alcohol y tabaquismo han visto los argentinos en los últimos años? Nada…absolutamente nada…

El consumo de drogas ilícitas es una de las principales causas de mortalidad prevenible, tanto directamente por sobredosis, como indirectamente por enfermedades y sus consecuencias"

Ahora se ven algunas contra el juego, pero considerando el muy bajo costo de inundar redes sociales con información favor de la salud de todos, esto no se entiende…  Personalmente, hemos tratado de adherir a medios de difusión masiva, en campañas anti adicciones sin esperar presupuestos ni retribuciones gubernamentales, pero como imaginarán los lectores…nuestro éxito ha sido nulo.

Tampoco los “influencers” de redes sociales se ven tentados a asumir la importancia de cuestión, diríamos que cuando lleguen a darse cuenta de su real valor, será para ellos demasiado tarde. 

Como siempre reiteramos en nuestras clases: la salud es un bien negativo, solo se aprende a valorar en su correcta magnitud una vez que se pierde.

España asignando solo el 9,2 % del PIB tiene una expectativa de vida al nacer de 84 años; Argentina destina 10,3 % de su PIB cen salud y logra una expectativa de vida de solo 77,4 años"

Combatir los factores de riesgo a lo largo de la vida, es fundamental para lograr beneficios para la salud a largo plazo y a bajo costo. Sin embargo, la obesidad sigue aumentando en la mayoría de los países, y el consumo nocivo de drogas, alcohol y el tabaquismo siguen siendo importantes problemas de Salud Pública, tanto para adultos y también para niños.

En países desarrollados, el sobrepeso en adultos es del 54% y de casi un 20% en jóvenes de 15 años. En Argentina son más del 60% de los adultos con sobrepeso u obesidad, una cifra alarmante que también afecta a los niños en edad escolar y preescolar, donde el 42% de los niños presentan estas condiciones.

El consumo de drogas ilícitas es una de las principales causas de mortalidad prevenible, tanto directamente por sobredosis, como indirectamente por enfermedades y consecuencias relacionadas con estas: accidentes, asesinatos y suicidios.

La innovación debe fortalecer el uso más eficiente de todos los recursos sanitarios, incluyendo historias clínicas digitalizadas para todos, asistentes de IA y servicios de salud digital con teleconsultas médicas de Atención Primaria"

El seguimiento de la prevalencia del consumo de drogas es complejo debido a la escasez de datos (y renuencia a facilitarlos). Según algunas fuentes la Argentina es el segundo país con más consumo de drogas psicoactivas de la región, la prevalencia de consumo y de dependencia mostró que, entre el 2010 y 2017, los varones duplicaron su consumo (5,6% a 11,5%) y las mujeres lo triplicaron (de 1,8% a 5,4%).

Salud: asignar recursos 

Según estimaciones del 2024, los países de la OCDE han asignado en promedio un 9.3% de su PIB a sus Sistemas de Salud; si bien existe algún grado de correlación, es más que evidente que quien más gasta (Estados Unidos 17,2% del PIB) no es el que mejor resultados obtiene (una expectativa de vida de solo 78,4 años). España asignando solo el 9,2 % del PIB tiene una expectativa de vida al nacer de 84 años. 

Según la misma fuente de estimaciones, Argentina estaría gastando un 10,3 % de su PIB con el mismo objeto y logrando una expectativa de vida de solo 77,4 años. Chile, sin embargo, con 10,4 % del PIB logra una expectativa de vida de 81,6 años.

La obvia e indiscutible conclusión del análisis de estos datos, es que el modo de organización y funcionamiento de los Sistemas de Salud, definirá causal e inexorablemente su efectividad y eficiencia, tanto técnica (sin desperdicio de recursos), económica (generando los mayores resultados al menor costo posible) pero también y fundamentalmente…  social (logrando proveer bienes indispensables que humana y estratégicamente cada Nación necesita).

Es fundamental centrarse en la efectividad relativa y en la relación valor-precio de cada bien y servicio para la salud, la innovación debe fortalecer el uso más eficiente de todos los recursos sanitarios, incluyendo historias clínicas digitalizadas para todos, asistentes de IA y servicios de salud digital con teleconsultas médicas de Atención Primaria.

¿Pero como será posible avanzar en esos senderos -si el terreno está minado con las que denominamos “curvas de utilidad divergentes”-?  Parafraseando sarcásticamente a Sócrates diríamos que no podemos enseñar nada a nadie, pero al menos podemos intentar que piensen.