la corte confirmó la condena a 22 años de prisión

El femicida de Érica Soriano perdió la última chance de reducir la pena

Asesino. Héctor Daniel Lagostena está detenido en la cárcel de Olmos. Foto: cedoc

La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso extraordinario que había presentado la defensa de Héctor Daniel Lagostena, condenado a 22 años de prisión por el crimen de Érica Soriano, quien desapareció el 20 agosto de 2010 en el partido de Lanús y nunca fue hallada.

El máximo tribunal, con las firmas de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, desestimó por “inadmisible” el planteo del abogado defensor Francisco Oneto, quien ya no tiene ninguna posibilidad de apelar el fallo.

Entre otras cuestiones, el letrado planteó que el tribunal que juzgó a su defendido en 2018 incurrió en una errónea y absurda valoración de la prueba, afectando el principio de congruencia, la cual fue rechazado por el máximo tribunal.

El 20 de agosto de 2010, Lagostena y Érica (30), entonces embarazada de dos meses y medio, llegaron a las 20.30 al domicilio que compartían en la calle Coronel Santiago 1433, tras visitar a un obstetra del Sanatorio Mater Dei, ubicado en el barrio de Palermo.

Se estableció que a las 22.13 Érica habló con una amiga, quien luego declaró que se dio cuenta de que en el viaje iba manteniendo una pelea con Lagostena.

Cerca de la medianoche, el imputado comenzó a intercambiar mensajes con uno de sus sobrinos, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.

Alrededor de las 5 del día siguiente, un teléfono celular a nombre de la madre de ese joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, y luego en Lanús, donde las intensidades de las comunicaciones despertaron la atención de los investigadores porque no era habitual el horario ni el patrón de las mismas.

Tras la desaparición de la mujer, los peritos que buscaron rastros en la casa de la pareja hallaron la chimenea caliente, pese a que ese día hacía 24 grados, y restos de poliéster que se correspondían con una prenda de ropa interior de Érica, por lo que se presume que el presunto homicida quemó allí su vestimenta.

Finalmente, el hombre fue condenado el 11 de julio de 2018 a 22 años de prisión por “homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género”.