Santa Cruz

Los otros secretarios K que también se enriquecieron y fueron sobreseídos

El asesinato de Fabián Gutiérrez hizo recordar a los demás asistentes de Néstor y Cristina Kirchner, que estuvieron en la mira de la Justicia por su patrimonio.

Isidro Bounine, Fabián Gutiérrez y Daniel Muñoz, tres de los tantos secretarios kirchneristas que quedaron bajo la mira de la justicia. Foto: Cedoc

El asesinato de Fabián Gutiérrez, ex secretario de Néstor y Cristina Kirchner, generó un fuerte ruido político y al mismo tiempo hizo recordar a los demás secretarios del matrimonio Kirchner, muchos de ellos terminaron con causas por enriquecimiento ilícito.

Durante los 12 años seguidos en los que gobernó el kirchnerismo, pasaron varios secretarios privados, entre ellos se destaca a Juan Francisco “Tatú” Alarcón, Héctor Humberto Farías Brito, Héctor Osvaldo Patrignani, Martín Aguirres, Mariano Cabral, Fabián Gutierrez, Daniel Álvarez, Héctor Muñoz,  Isidro Bounine, Pablo Barreiro y Ricardo Barreiro.

Todos quedaron, en algún momento, bajo la mira de la Justicia por sus exorbitantes aumentos patrimoniales en cortos períodos, casualmente, los mismos en los que ocuparon ese cargo de secretario K. Si bien se abrieron varias investigaciones, la mayoría fue sobreseído, incluso el propio Fabián Gutiérrez, que además fue "imputado colaborador en la causa Cuadernos de las Coimas.

Secretarios K: radiografía del círculo íntimo de Cristina y Néstor Kirchner

Fabián Gutiérrez. El primero en renunciar, en enero de 2010, fue Fabián Gutiérrez, hasta entonces, el hombre de mayor confianza de Cristina. Desde que los Kirchner llegaron al poder su patrimonio creció un 765%. Además de varios negocios privados, el entonces secretario construyó una mansión de 480 metros cuadrados en El Calafate.

Daniel AlvarezRenunció en febrero de 2010. Su patrimonio empezó con seis mil pesos y llegó hasta casi los 300 mil pesos cuando se fue, con varios terrenos en El Calafate. Alvarez sigue teniendo relación con Cristina Kirchner.

Héctor Daniel MuñozSe fue con un crecimiento de sus bienes y también investigado por la Justicia. Entre el 2003 y el 2008 tuvo un incremento patrimonial de 11.180 por ciento. Murió en 2016.

Isidro Bounine. Se retiró en diciembre de 2011. Apenas tenía 15 mil pesos en una cuenta bancaria cuando llegó a la Casa Rosada en el 2005 para asistir al ex presidente Néstor Kirchner. Pero la prosperidad también le llegó y en 2008 sus bienes ascendieron a 830.254 pesos. El incremento patrimonial fue de 5.435%. En 2019 fue procesado y detenido con prisión preventiva, pero fue liberado meses más tarde por la "causa cuadernos".

Martín Aguirres. Se fue en marzo del 2017, mostró un crecimiento patrimonial de 260%. Empezó con 320 mil pesos y su declaración jurada final fue de $ 1.150.000, acumulando varias propiedades. Empezó el año con $ 320 mil y su declaración final fue de $ 1.150.000. El ahora ex funcionario depositó sus inversiones en su ciudad natal, Chivilcoy. Allí construyó una casa valuada en 400 mil pesos sobre un lote cotizado en $ 40 mil, según La Nación. Pero además acumula propiedades: una casa, un terreno, dos lotes y la mitad de un departamento. Percibía, al momento de su renuncia, $ 600 mil pesos anuales de salario.

Ricardo Barreiro. Era el modesto jardinero del matrimonio Kirchner en la casa que ellos tenían en Río Gallegos, cuando Néstor era gobernador. Ascendió, sin escalas, a secretario privado del presidente de la Nación en 2003. Luego se retiró para dedicarse a los negocios. Es, al mismo tiempo, padre de Pablo Barreiro, el secretario privado de Cristina Kirchner, que le administraba las redes sociales y que la seguía a todos lados. Es dueño de un hotel de cuatro estrellas en Tucumán. Es, también, administrador del hotel Los Sauces, de la familia Kirchner, en Santa Cruz. Inauguró en el 2019 un coqueto restaurante en El Calafate, y ayudó a construir el Hotel Mora en la localidad de Los Antiguos. También fundó una compañía de transporte y una de limpieza. Barreiro es, lo que se dice, un empresario próspero.

Pablo Barreiro. Es uno de los hijos que más aprovechó los contactos que abrió el padre, Ricardo. Fue el secretario privado preferido de Cristina Kirchner y le administraba las redes sociales. Según informó la revista Noticias, en 2006, con 23 años apenas cumplidos, creó la empresa RP Transporte SA, pero en abril de 2007, unos meses después, entró a trabajar como encargado en el Hotel Los Sauces, en Calafate, propiedad de la familia Kirchner. Luego, en junio de 2008, renunció a ese trabajo para pasar a ser el “encargado” de la empresa que ya presidía desde 2006. Continuó al frente de RP Transporte, hasta que a finales de 2009 pasó a ser chofer de Mr Clear, la última empresa en la que trabajó antes de ser el fiel secretario K. Cuando se convirtió en asistente de Cristina, sobre el joven Barreiro pesaba el legado de sus antecesores. Cuatro secretarios K fueron investigados por la Justicia, y en algunos casos sobreseídos, debido a sus llamativos enriquecimientos. En 2017, se conoció otro de sus emprendimientos junto a su padre: el restaurante Campo Grande. Este exclusivo local gastronómico fue inaugurado para el estreno de la película Néstor Kirchner.

Héctor Humberto Farías Brito. Se fue de la función pública con un patrimonio de casi un millón y medio de pesos, con varias propiedades y terrenos, casa de veraneo, y cuentas en dólares y en euros. Brito era el antiguo jefe de despacho en el Senado de Cristina Kirchner, luego se convirtió en uno de sus asesores personales. De 2011 a 2012 su patrimonio creció en más de 200 mil pesos, hasta llegar a los $ 1.341.746, según la última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción. En la misma, no están desagregados los bienes de su mujer, algo que hasta 2011 era una obligación para todos los funcionarios.

Juan Francisco “Tatú” Alarcón. Empezó como chofer de Néstor Kirchner y se convirtió en asesor de la jefa de Estado. Cuando ingresó a la función pública tenía un patrimonio negativo de más de diez mil pesos, según publicó PERFIL en octubre de 2013. En su última declaración jurada declara un patrimonio de más de 300 mil pesos. El suboficial de la Policía Federal omitió, como en las declaraciones anteriores, blanquear que es el propietario de un toro Gran Campeón de Palermo que vendió su semen en cinco paquetes de cincuenta dosis cada uno, en sólo un año. El animal es un formidable negocio y está valuado en 150 mil pesos, según publicó PERFIL el año pasado. Y le fue donado por una poderosa familia.

ED CP