El intérprete español Sergio Dalma desembarca nuevamente en Argentina en el marco de una nueva gira que lo traerá a Buenos Aires y luego lo llevará al interior del país. Previo a ello, habló con Perfil.com sobre su amor por el país, sus cábalas antes de subir al escenario y cómo evitar quedar encasillado con una canción que se vuelve un hit. Con 52 años, el artista confiesa que, con sus casi tres décadas en el mundo de la música, siempre tuvo clara su vocación.
—¿Cómo preparás tu nueva visita a la Argentina?
—Tengo debilidad por Argentina y afortunadamente estos últimos años he estado un poco entre los dos países. Cuando me dijeron que querían usar la canción Se empieza nuevamente -que es una de mis favoritas de este trabajo- en la tira Amar después de amar (emitida por Telefe), me hice ilusión y la oportunidad de volver y hacer conciertos allá en un momento donde estamos por empezar en el estudio de grabación lo que va a ser el cierre de Vía Dalma, con ese Vía Dalma 3, me puse contento porque vamos a hacer un espectáculo diferente al que habíamos hecho el año pasado donde incluso se van a recuperar canciones que puede ser que no haya cantado en Argentina y creo que la gente las va a disfrutar.
—¿Te preocupa que la canción Se empieza nuevamente se convierta en un tema con el que quedes -de cierta manera- "encasillado" como te pasó con Bailar pegados en su momento?
—No, yo creo que hoy en día es muy importante que una canción suene y se convierta en popular. Es muy difícil lograr eso. Creo que entre tantos artistas, tantas canciones, que la gente elija una de las tuyas lógicamente te gusta. En ningún momento me he dejado encerrar en un éxito. Me pasó con Bailar pegados, que me dio un poquito de miedo, pero no afortunadamente fue pasando y luego se convierte en un estándar que es bueno para el artista y para el público también.
—¿Por qué elegiste Buenos Aires para grabar el videoclip de Se empieza nuevamente?
—Tenía ganas de grabar algo allá aunque fue muy rápido. Me apetecía poder mostrarle al mundo entero donde apareciera el disco, imágenes de Argentina donde siempre me he sentido muy querido. Estoy muy satisfecho de cómo quedó.
—Tenés que manejar tu pasión entonces entre tu país natal y este...
—Creo que siempre ha habido una unión muy importante, tanto en España como en Argentina e Italia son tres países donde me he sentido muy cómodo. A pesar de llevar muchos años que no iba a la Argentina, el último tiempo bueno, me puse al día.
—¿Te hubieras dedicado a otra cosa que no sea la música?
—Creo que no. La verdad es que tengo un hijo adolescente y noto que en los muchachos de hoy en día es muy difícil ver que alguno tenga una vocación muy clara desde muy pequeño, y yo sí la tuve desde que iba al colegio. Siempre tenía las ganas de subir a un escenario y cantar. De hecho, empecé como profesional a los 16 años en una orquesta hasta hoy, con lo cual, sí tuve bastante claro que ese hobby quería que se convirtiera en mi profesión y creo que me siento realizado, satisfecho y tengo la suerte de que todavía me sigo ilusionando ante algún proyecto. Creo que esto es básico.
—¿Tenés algún tipo de cábala antes de subir al escenario?
—Me gusta siempre estar con la gente con la que voy a compartir escena: la banda y los músicos. Me gusta tomar una copita de vino, somos buenos bebedores de vinos. Ya lo saben los empresarios cuando vamos a la Argentina que una botella de Malbec no puede faltarnos. Me gusta relajar un poco y quitar la tensión que es subir al escenario porque me sigo poniendo nervioso, me impone muchísimo, pero, una vez que lo piso, a los segundos ya me siento cómodo y el público me hace sentir bien.
—¿Cómo es el trabajo que hacés para componer e interpretar temas?
—Siempre he sido más intérprete, pero evidentemente también alguna vez compongo. Cuando tengo que preparar un show o un disco me refugio en mi casa en la montaña pero donde se me ocurren más ideas es cuando viajo: cuando voy a Barcelona en coche a ver a mi familia y es quizás de los sitios donde surgen más ideas.
—¿Con quien te gustaría compartir un escenario que aún no pudiste hacerlo?
—Nunca me he planteado o no tengo nombres en la cabeza, pero si es verdad que he tenido la suerte de trabajar con mucha gente y afortunadamente con todos ellos ha habido mucha afinidad. De alguna manera hemos entendido la música de una forma muy parecida. Siempre lo digo, cada vez que uno tiene que trabajar con un compañero tiene que haber una admiración y un respeto y sentirte a gusto porque eso la gente también lo nota. Yo me siento cómodo en el escenario pero cuando lo he compartido también porque cuando uno ama la música se habla un único lenguaje y se respira un ambiente especial.
—¿Te queda algún sueño por cumplir?
—Estoy en un momento de mi vida que quiero es seguir disfrutando de lo que hago porque evidentemente tener la oportunidad de preparar un nuevo trabajo como es ahora Vía Dalma 3 para cerrar esa trilogía de homenaje a la música italiana, seguir teniendo ilusión de preparar esta nueva gira, para visitar Argentina, en fin, nunca perder la ilusión. Creo que cuando mucha gente dice ‘ya no siento aquellos nervios o aquella ilusión’ es que se apagó esa llama, y siempre digo que no se apague nunca porque es lo que a mi me mantiene vivo, con ese afán de comunicar al agente cosas.
—Tenés la posibilidad de tocar en el interior de Argentina, ¿cómo te recibe el público?
—Disfruto mucho cuando tocamos en recintos más pequeños porque de alguna manera un espacio como un teatro notas el silencio lo sientes de otra forma, la respiración de la gente, la atención creo que tanto para el artista como para el público es un espacio donde se goza el espectáculo de otra manera. En este tipo de recintos y este tipo de gira que vamos a hacer es donde me siento más cómodo.
—¿Podés recorrer un poco cuando te presentás en esos lugares?
—Lo intento. Porque no soy de aquellos que me encierro en el hotel, me gusta pasear y por ejemplo cuando voy a Buenos Aires ya tengo mis sitios preferidos. Me gusta pasear por la calle y hablar con la gente, creo que eso es maravilloso. Siempre a través de la gastronomía uno conoce bastante un país.
—¿Te acordás la primera vez que viniste a la Argentina?
—Fue con el Bailar pegados de los primeros países que visitaba y que crucé el charco, fue con un cariño muy especial. Después estuve 15 años sin pisar la Argentina y fue una sensación agridulce, extraña, por eso cuando volví con El Mundo fue emocionante volver a reencontrarme con mi público, con amigos que había dejado y dije ya nunca más. Voy a luchar para que esto no pase, evidentemente no fue por mi culpa pero es algo que el cariño que le tengo a la Argentina la gente lo sabe y vaya donde vaya lo digo, es un público que me ha recibido bien. Me siento cómodo, como en casa.
—En esta serie de shows ¿qué repertorio tenés preparado?
—Va a haber un resumen de todos estos años. Le hemos dado la vuelta al repertorio para que no sea el mismo espectáculo que hicimos el año pasado. Este está pensado para esta gira de Argentina con lo cual se ha hecho a la medida, donde vamos a recuperar algunas canciones que yo sepa que no he interpretado en el país. Va a haber una parte acústica, donde alguna canción va a ser a piano y voz, más desnudas, va a haber altibajos y esperemos que la gente lo disfrute. Cuando uno pisa las tablas del Gran Rex se te pasa por la cabeza la cantidad de artistas que han pisado ese escenario, es un espacio donde me siento muy cómodo a la vez me impone mucho.
Presentaciones. Sergio Dalma se presenta el 6 de mayo en Buenos Aires, en en el Teatro Gran Rex de Capital Federal. Luego emprenderá una serie de shows por el interior del país: el 9 en Neuquén, el 11 en Córdoba, el 13 de Tucumán, el 14 en Salta y el 17 en Rosario.