La oleada más destructiva de incendios forestales en la historia de California ha cobrado la vida de al menos 31 personas y obligado a decenas de miles a evacuar, señalaron funcionarios, al tiempo que los bomberos luchaban por controlar el desastre en medio de fuertes vientos.
El incendio Camp, que carbonizó la ciudad de Paradise en el norte de California, y el incendio Woolsey, en los suburbios de Los Ángeles, han destruido más de 6.700 estructuras y podrían costar al estado, a las aseguradoras y a los propietarios de viviendas por lo menos US$19.000 millones en daños.
Los meteorólogos pronostican más vientos para las áreas afectadas y no hay indicios de lluvias estacionales, que generalmente humedecen la maleza a tiempo para evitar los desastres.
Alrededor de 149.000 personas permanecen evacuadas, dijo el domingo Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Servicios de Emergencia de California. Cerca de 228 personas seguían desaparecidas en las cercanías del incendio del norte.
Los daños al norte de San Francisco y cerca de Los Ángeles podrían ser comparables con el tipo de destrucción provocada por el huracán Michael, que causó estragos este año en el estado de Florida, dijo Chuck Watson, un modelador de desastres de Enki Research que avaluó los daños del huracán en alrededor de US$25.000 millones.
Incendios convierten a California en una embajada del infierno
"Los incendios de California son tan malos como la gente cree", dijo Watson. "El seguro contra incendios ya se está convirtiendo en un problema en California y esto no ayudará a esa industria".
El gobernador Jerry Brown pidió formalmente al presidente Donald Trump que libere nueva ayuda federal en una "declaración de desastre mayor". La solicitud de fondos de emergencia para apoyar la ayuda para albergues, gestión de crisis y recuperación de infraestructura se produjo un día después de que Trump amenazara con retener los pagos federales a California.
Inicialmente, el presidente Trump había amenazado con retener dinero debido a lo que denominó "una pésima gestión de los bosques". Sus últimos tuits fueron más moderados, diciendo que "nuestros corazones están con los que combaten los incendios". El domingo, Trump tuiteó nuevamente para alentar la gestión “adecuada” para "detener la devastación que está sucediendo constantemente en California".
Desde el 6 de noviembre, todo California está anormalmente seco, en comparación con el 85 por ciento de la semana anterior, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos en Lincoln, Nebraska. Casi el 52 por ciento de la superficie de California cumplió con las definiciones de sequía.
Cerca de 50.000 hogares y negocios se han quedado sin electricidad, y 8.000 bomberos locales, estatales y federales están en la escena.
"En todo el estado estamos observando un cambio climático que estará aquí en el futuro inmediato", dijo Daryl Osby, jefe del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles. "Seis de los últimos siete años, hemos estado en una sequía".
Las llamas se han extendido a más de 196.000 acres y amenazan con destruir decenas de miles de estructuras, según el Departamento de Reforestación y Protección contra Incendios de California, o Cal Fire. Cerca de 50.000 hogares y negocios se han quedado sin electricidad, y 8.000 bomberos locales, estatales y federales están en la escena.
Las autoridades están investigando equipos eléctricos como una de las varias causas posibles del incendio Camp, a unas 150 millas (240 kilómetros) al noreste de San Francisco, dijo el vocero de Cal Fire, Scott McLean. Según la estimación de JPMorgan Chase & Co., la empresa de servicios públicos PG&E Corp. todavía está luchando para hacer frente a las pérdidas causadas por los mortales incendios del año pasado que podrían costarle hasta US$17.300 millones en compensaciones.
El llamado incendio Camp hasta ahora ha destruido más estructuras que cualquier otro incendio forestal en la historia del estado, según datos compilados por Cal Fire. En el sur de California, el incendio de Woolsey había consumido 83.275 acres en los condados de Ventura y Los Angeles hasta la mañana del domingo, y solo estaba contenido en un 10 por ciento. Los vientos están causando que el incendio se propague, una situación que continuará hasta el martes, dijo el domingo el alguacil en jefe del condado de Los Angeles, John Benedict.
Investigación a eléctricas.
Una línea de transmisión de PG&E en el área se desconectó 15 minutos antes de que se informara por primera vez el incendio Camp, dijo la compañía en una presentación ante el regulador. La compañía también informó que encontró una torre de transmisión dañada cerca de donde los investigadores dicen que comenzó el incendio. Y las transmisiones de radio de bomberos revisadas por San Jose Mercury News incluyeron llamados sobre caídas de líneas eléctricas.
Los investigadores estatales vincularon equipos de propiedad de PG&E a 17 incendios que se produjeron en el estado el año pasado.
Las acciones de PG&E, que proporciona electricidad en el norte de California, cayeron más del 16 por ciento el 9 de noviembre, la mayor baja registrada desde 2002. Edison International, que abastece a gran parte del sur del estado, cayó un 12 por ciento.
La empresa de servicios públicos Southern California Edison de Edison International, dijo el viernes por la noche que registró un corte eléctrico cerca del posible punto de inicio del llamado incendio Woolsey, de acuerdo con un documento regulatorio.
La empresa de servicios públicos dijo que un sensor detectó una perturbación en su equipo dos minutos antes de que se reportara el incendio por primera vez, de acuerdo con el documento. Southern California Edison dijo que no se ha determinado el origen o la causa de los incendios forestales y que la empresa de servicios públicos cooperará con la investigación, según un comunicado emitido el viernes por la noche.