Podría parecer que llegó el "Día del Juicio Final" para el glifosato después de que un jurado de California impusiera una multa de US$ 289 millones por daños a Monsanto en un juicio por cáncer, y de que un juez federal en Brasil suspendiera el uso del herbicida por dudas sobre su impacto en la salud. Ambos hechos ocurrieron en apenas una semana.
Los titulares dramáticos son parte de la rutina para Monsanto, una empresa que los activistas tuvieron en la mira durante décadas, y que la alemana Bayer AG compró recientemente por US$66.000 millones. Las acciones de Bayer cayeron el lunes ante el temor a una larga batalla legal. Pero Monsanto ha sorteado tormentas similares desde que sus herbicidas y sus cultivos modificados genéticamente se convirtieran en parte importante de la agricultura moderna. Tras una apelación, los fallos y las multas por daños serán contrarrestados o reducidos, dijo Chris Perrella, analista de Bloomberg Intelligence.
Al final, el glifosato es el herbicida más usado en el mundo por una razón: es bueno para el medioambiente y bueno para los agricultores, y será necesario a medida que la población mundial crece en miles de millones durante las próximas décadas, dijo Perrella. Las únicas alternativas al glifosato son químicos mucho más tóxicos, o usar tractores a diésel para arar los campos, lo que crea toda una serie de problemas medioambientales, afirmó.
Mayores cultivos
El rendimiento de los cultivos ha aumentado con fuerza en los últimos años, gracias a los avances tecnológicos en el desarrollo de semillas, pesticidas, herbicidas y otros recursos. Las cosechas mundiales cada vez mayores ayudaron a mantener bajo control la inflación de los alimentos, a pesar del aumento de riesgos climáticos como sequías, olas de calor y tormentas. Al mismo tiempo, la desconfianza de los consumidores al uso de químicos en la agricultura y cultivos modificados genéticamente fue en aumento, impulsando la demanda de alimentos ecológicos.
Si bien reguladores en todo el mundo, incluida la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, afirman que el glifosato no causa cáncer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, una rama de la Organización Mundial de la Salud con sede en Francia, clasificó al químico como un probable carcinógeno en 2015, lo que abrió la puerta a las demandas. El juicio en California fue solo uno de los más de 2.000 casos pendientes, afirma Jonas Oxgaard, analista de Sanford C. Bernstein & Co. Monsanto planea apelar el veredicto del jurado.
Activistas contra los cultivos modificados genéticamente celebraron el veredicto. La Asociación de Consumidores de productos ecológicos dijo que espera que ésta sea “la primera de muchas derrotas” para la “corporación más maligna del mundo”. Monsanto dijo en un comunicado que el caso no cambia el hecho de que “más de 800 estudios científicos y análisis” indican que el glifosato no causa cáncer.