Las acciones mexicanas caían el jueves después de que el Gobierno decidiera inesperadamente cambiar los acuerdos de concesión de los operadores aeroportuarios, el último desafío del presidente Andrés Manuel López Obrador a los intereses empresariales.
El índice bursátil de referencia retrocedía más de un 4,4%, la mayor caída intradía desde marzo de 2020. Las acciones de Grupo Aeroportuario del Sureste SAB, Grupo Aeroportuario del Pacífico SAB y Grupo Aeroportuario del Centro Norte SAB retrocedían hasta 44%. Para estos últimos, conocidos como GAP y OMA, respectivamente, fue la peor caída intradía registrada.
La agencia nacional de aviación “unilateralmente y sin comunicación previa” modificó la estructura de tarifas relacionadas con sus aeropuertos, dijo GAP en un comunicado enviado fuera de horario al regulador local. Gran parte de los ingresos de los operadores aeroportuarios en México proceden de las llamadas TUA, o tasas a los pasajeros por el uso de los aeropuertos.
A la clase empresarial mexicana le va bien con López Obrador
No quedó claro de inmediato qué cambios había introducido el Gobierno, y las empresas no dieron más detalles. GAP, Asur y OMA declararon que están evaluando el efecto de los cambios en sus operaciones.
Un portavoz de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes no respondió a una solicitud de comentarios.
Temores de intervención
La inesperada medida del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es el último de una serie de desafíos a los intereses empresariales. Al asumir el cargo, en 2018, canceló un nuevo aeropuerto, luego limitó la expansión de la inversión privada en energía y confiscó parte de la línea ferroviaria del multimillonario Germán Larrea.
En las últimas semanas, las autoridades han incrementado su actividad en el sector: el Gobierno anunció la reactivación de la aerolínea estatal Mexicana de Aviación y la transferencia de la gestión del aeropuerto Internacional Benito Juárez a la Marina, tras un anuncio realizado en junio.
En agosto, López Obrador arremetió contra los elevados beneficios de los grupos aeroportuarios, pero dijo que no tocaría las concesiones. “¿Saben cuánto ganan en promedio cada año?”, preguntó en su conferencia de prensa diaria del 10 de agosto.
“¡Cincuenta por ciento por año. Somos respetuosos de los acuerdos, y por eso no estamos modificando esas concesiones, pero ya no podemos seguir con esa política. El Gobierno tiene que ser para servir al pueblo, no para ser un comité al servicio de una minoría”, dijo entonces López Obrador.
Repercusiones
Rodolfo Ramos, estratega de Bradesco, dijo que la medida podría generar temores de que López Obrador apunte a otras industrias reguladas y afecte al mercado de valores mexicano en general.
“Esta medida del Gobierno tiene el potencial de extenderse a otras áreas”, escribió Ramos en una nota. “Dependiendo de la magnitud de estos ajustes arancelarios, incluso podríamos ver a gobiernos de otros países involucrándose, principalmente Estados Unidos y Canadá”.
LM
