Huawei Technologies Co. Ltd. obtuvo un alivio muy necesario de algunas de las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos, cuando el presidente Donald Trump dijo durante el fin de semana que reduciría las restricciones a la gigante tecnológica china.
En una señal de optimismo en el mercado, las acciones de los proveedores de Huawei repuntaron en todo el mundo el lunes: la taiwanesa Largan Precision aumentó 10% en Taipei y Taiyo Yuden subió15% al cierre en Tokio. NeoPhotonics Corp., que obtiene la mitad de sus ventas de Huawei según datos de cadena de suministro de Bloomberg, se disparó hasta 21% en Nueva York, su mayor ganancia intradía en casi un año. Micron Technology Inc. también subió. Nokia Oyj y Ericsson AB, los principales rivales de equipos 5G de Huawei, abrieron a la baja en Europa.
Pero las restricciones en el negocio de Huawei abundan y algunos analistas dicen que el optimismo es exagerado; muchos todavía están tratando de averiguar en qué forma vendrá el alivio. Huawei permanece en la "lista de entidades" del Departamento de Comercio de EE.UU., generalmente reservada para estados canallas y sus compañías asociadas. Los legisladores estadounidenses de ambas partes también han reiterado las solicitudes de no ceder a Huawei. El domingo, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que Trump no ofreció una "amnistía general" para el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones del mundo.
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"Hubo pocos detalles concretos sobre cuándo Huawei podría ser eliminada de la lista de entidades", asegura Jeff Pu, analista en GF Securities con sede en Hong Kong. "Pero los inversionistas están mostrando optimismo sin esperar un resultado final".
Pu asegura que Huawei estaría esperando para ver qué compañías estadounidenses reanudarán los envíos y si empresas como Google y Qorvo Inc. están entre ellas. Tanto el sistema operativo Android de Google como los chips de radio frecuencia de Qorvo son clave para el negocio de teléfonos inteligentes de Huawei.
La administración Trump no ha dicho si eliminará a Huawei de la lista negra ni indicó un periodo específico para considerar tal movimiento. Trump dijo que las compañías estadounidenses pueden vender sus equipos a Huawei "donde no exista un gran problema de seguridad nacional". No definió qué considera una amenaza a la seguridad nacional ni especificó qué compañías pueden solicitar licencias de envío.
Brock Silvers, director gerente del fondo con sede en China Kaiyuan Capital, afirma que a pesar de las afirmaciones de que solo se permitirá un subconjunto de exportaciones a Huawei, las ramificaciones son significativas. "El acuerdo de este fin de semana solo puede debilitar las acusaciones de EE.UU. respecto al riesgo de seguridad inherente de Huawei", asegura.
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"Es difícil argumentar que los teléfonos Android de Huawei son una amenaza para la seguridad", escribieron los analistas de Raymond James Chris Caso y Melissa Fairbanks en una nota el lunes. "Por lo tanto, creemos que existe la posibilidad de que los componentes del teléfono sean permitidos nuevamente".
Nicole Peng, analista de la firma de investigación Canalys, cree que sería "una gran victoria" para Huawei si Google pudiera obtener una licencia temporal y continuar sus negocios con la compañía.
Huawei no ha podido obtener componentes clave como los chips de radio frecuencia de Qorvo y Skyworks o el último sistema operativo Android de Google desde mayo, cuando el Departamento de Comercio de EE.UU. incluyó a la compañía y a decenas de sus afiliados en todo el mundo en la lista negra, la cual les impide hacer negocios con compañías estadounidenses.
Dadas estas restricciones de aprovisionamiento, Huawei dijo que se estaba preparando para una caída en los envíos internacionales de teléfonos inteligentes de hasta 60 millones de unidades este año, en parte porque la prohibición de Trump interrumpiría el acceso de Huawei a una variedad de servicios de Google como Play Store, YouTube y Gmail en sus teléfonos.
Un empleado de un proveedor asiático de Huawei, quien pidió no ser identificado porque las conversaciones son privadas, asegura que las declaraciones de Trump y Kudlow podrían ser solo parte de las negociaciones, y que los proveedores de Huawei tendrían que esperar más detalles. Las compañías estadounidenses están ciertamente interesadas en reanudar los negocios con sus clientes chinos clave, ya que podrían ser sustituidas por competidores extranjeros, agregó esa persona.
Incluso antes del anuncio de Trump en Osaka, varios proveedores estadounidenses, incluidos Micron e Intel Corp., ya habían reanudado la venta de ciertos productos a Huawei después de concluir que existen formas legales de evitar la prohibición.
Los fabricantes de chips aprovechan ciertas excepciones a las restricciones contra las exportaciones. Si menos del 25% de la tecnología de un chip tiene origen estadounidense, por ejemplo, es posible que no sea parte de la prohibición en virtud de las normas actuales.
Algunos en China presentan la reversión de Trump como una victoria para Huawei.
"Que Trump permita suministros continuos a Huawei es en realidad una concesión forzada, no una conciliación amistosa con China", asegura Zhu Min, exdirector gerente adjunto del Fondo Monetario Internacional que ahora se desempeña como director del Instituto Nacional de Investigación Financiera de la Universidad de Tsinghua.
El comentario de Zhu se dio después de un tweet del editor en jefe de Global Times, Hu Xijin, quien tiene un historial de pronosticar con precisión los movimientos de represalia de China durante las negociaciones comerciales.
"Las leyes de la economía son más fuertes que la voluntad del gobierno de Estados Unidos", escribió Hu. "Los aranceles estadounidenses pueden perturbar las cadenas de suministro globales, pero no pueden reformularlas".