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Inversión

El apoyo de Slim impulsa el mayor repunte de bonos en América Latina

El banco de Slim participó en la última parte de la financiación de una terminal de importación de Braskem Idesa SAPI que aumentará la producción de la empresa en aproximadamente una quinta parte.

Billionaire Carlos Slim Holds Press Conference
Carlos Slim | Bloomberg

Wall Street tiene que agradecer al hombre más rico de América Latina por el mejor repunte de bonos de este año en la región.

La deuda de la empresa petroquímica Braskem Idesa SAPI ha entregado a los gestores de dinero una rentabilidad de 26% en 2024, la mejor en un índice de Bloomberg sobre pares. Esto siguió a una caída de dos años que había eliminado más del 40% del valor de los bonos en medio de altas tasas de interés y márgenes cada vez menores.

El repunte de los bonos se produjo después de que el banco de Carlos Slim participara en la última parte de la financiación de una terminal de importación que aumentará la producción de la empresa en aproximadamente una quinta parte. El préstamo de US$408 millones anunciado el pasado mes de noviembre implica el respaldo de un hombre con una fortuna personal estimada por Bloomberg en US$98.200 millones. La terminal de etano se completará para fines de año, justo cuando una perspectiva más positiva para la economía global beneficie a la industria petroquímica.

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“El hecho de que hayan puesto una gran cantidad de dinero en el financiamiento de la terminal sugiere que están respaldando indirectamente a Braskem Idesa”, dijo Alexis Panton, analista de crédito de BNP Paribas. Las “empresas [de Slim] han tenido un fuerte respaldo en el mercado de bonos”.

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Representantes de Banco Inbursa SA y Braskem Idesa declinaron hacer comentarios.

Los bonos con vencimiento en 2029 han subido de 16 centavos a 77 centavos por dólar en los últimos dos meses, según datos de Trace. Por su parte, los bonos a 2032 se han disparado 14 centavos a 71 centavos por dólar.

Respaldo

La empresa, que produce polietileno en una sola planta en Veracruz, México, es una empresa conjunta entre el fabricante petroquímico brasileño Braskem SA y el mexicano Grupo Idesa SA de CV. El año pasado, Inbursa, propiedad de Slim, se convirtió en accionista mayoritario de Idesa, según muestran los informes de resultados trimestrales.

De hecho, el banco actualmente presta dinero a una empresa conjunta de una de sus principales inversiones. Eso significa que Slim tiene un doble incentivo para respaldar a la empresa.

Al mismo tiempo, los bonos de Braskem Idesa se han visto beneficiados de informes que señalan que varias empresas —incluidas la petrolera nacional de Abu Dabi y la saudí Aramco— han expresado interés en adquirir una participación en su matriz brasileña.

Hasta el año pasado, los US$2.100 millones en bonos de la compañía habían experimentado una larga y sostenida contracción. Los bonos a 2029 cayeron desde un máximo de 107,4 centavos por dólar en junio de 2021 a un mínimo de 56,4 centavos el 12 de diciembre del año pasado.

Los bonos se habían mostrado vulnerables incluso antes del desplome más reciente: a fines de 2020 cayeron cuando Braskem Idesa perdió una batalla con el Gobierno mexicano y ya no pudo comprar etano barato al productor estatal Petróleos Mexicanos. Posteriormente, Pemex acordó reanudar el suministro, pero a un precio más alto.

Márgenes

Los precios del polietileno que produce han caído, mientras que Braskem Idesa paga más por un componente clave que importa: el etano. El spread entre los productos químicos cayó un 16% en el año hasta septiembre, según el informe de resultados más reciente de la compañía.

La menor diferencia se ha traducido en una “persistente quema de efectivo” para la empresa, lo que podría seguir agotando liquidez y finalmente conducir a una reestructuración, escribieron el mes pasado en una nota los analistas de Barclays Ansel Tessitore y Stella Cridge, recomendando a los clientes vender los bonos.

Los índices de apalancamiento de Braskem Idesa se han disparado, con una deuda neta sobre ganancias antes de ítems —un indicador clave de endeudamiento— que se multiplicó por 48 en el tercer trimestre, frente a las 8,4 veces a fines de 2022, según el informe financiero más reciente de la compañía.

Sin embargo, muchos piensan que la empresa sigue siendo fundamentalmente sólida. Si la liquidez se reduce en el corto plazo, la empresa tiene la opción de vender activos, incluida una planta de tratamiento de agua y un parque logístico, afirmó la empresa.

“La historia a largo plazo sigue siendo sólida”, dijo Siby Thomas, gestor de cartera de T. Rowe Price. Al mismo tiempo, “el financiamiento de Inbursa definitivamente ayuda”.

En diciembre, Fitch Ratings eliminó a Braskem Idesa de la categoría de observación crediticia. La finalización de la terminal para finales de año ayudaría a la compañía a aprovechar un nuevo ciclo de crecimiento en la industria, dijo Panton de BNP.

Pero es el respaldo de Slim lo que hace que muchos inversionistas vuelvan a fijarse en los bonos.

“No consideramos que la liquidez sea un problema para esta empresa, dado su perfil de deuda y su capacidad para conseguir financiación para la terminal”, señaló Liz Bakarich, gestora de cartera de AllianceBernstein en Nueva York. “Tener un socio fuerte en esto siempre es una buena señal”.

Traducido por Bárbara Briceño.