Es posible que los bancos turcos tengan que pagar nuevamente la totalidad de una deuda al tiempo que se apresuran por cumplir con los plazos de financiación de US$6.000 millones en medio de la peor crisis económica que el país ha tenido en años.
Al menos nueve prestamistas tienen que completar pagos anuales de un crédito sindicado en dólares para fin de año, lo que deja a una industria que depende en gran medida de fondos extranjeros con poco tiempo y pocas opciones para concluir acuerdos que a menudo involucran a docenas de bancos globales. Akbank Turk AS, Turkiye Is Bankasi AS y el estatal Export Credit Bank of Turkey encabezan la lista, ya que aún deben finalizar los acuerdos de su ingreso a la sindicación en julio, días antes de que comenzara la crisis de la nación.
"La situación es definitivamente peor que otras crisis que ha atravesado Turquía", dijo Reza Karim, analista de crédito con sede en Londres de Jupiter Asset Management. "Sin duda habrá que cambiar los precios".
Los préstamos de bancos turcos proporcionarán una prueba clave de la capacidad de la nación para acceder a mercados extranjeros de deuda en medio de sanciones estadounidenses que han enfriado la economía, han llevado a la lira a mínimos históricos y han impulsado los rendimientos de los bonos soberanos con vencimiento en marzo a alrededor del 9 por ciento. Las crisis locales han forzado anteriormente concesiones de fijación de precios por parte de los bancos turcos, que han solicitado préstamos al menos una o dos veces al año al mismo grupo de acreedores extranjeros durante décadas.
“Esperamos que los precios de los préstamos aumenten", dijo Okan Akin, analista de crédito de AllianceBernstein con sede en Londres. "Es lógico que cada activo turco debería cambiar su precio para reflejar las nuevas realidades del mercado".
Los bancos de la nación tradicionalmente reciben préstamos en dólares, porque las tasas son más bajas que en el mercado de liras. Las empresas locales que obtienen créditos de estos fondos se enfrentan a un riesgo cambiario, ya que tienen que usar los ingresos de liras para pagar la deuda en dólares.
Comercialización de préstamos
Akbank, Isbank y Export Credit Bank comercializaron créditos con un precio total de no más de 165 puntos base por encima de las tasas de referencia antes de que comenzara la crisis, incluyendo un margen de hasta 130 puntos base para los compromisos en dólares. El posterior enfrentamiento entre Estados Unidos y Turquía, centrado en la detención de un pastor estadounidense, ha provocado desde entonces una caída en los activos turcos. El costo de asegurar la deuda de Akbank mediante swaps de incumplimiento crediticio a cinco años se ha duplicado desde abril a 684 puntos base, según datos de CMA.
Los representantes de los tres bancos no respondieron a las solicitudes de comentarios por teléfono ni por correo electrónico.
¿Apoyo del gobierno?
Es posible que los prestamistas deban buscar el apoyo del gobierno o del banco central en caso de un "cierre prolongado" del mercado mayorista, o bien de un "desapalancamiento significativo", señaló Moody’s Investors Service el 28 de agosto en un informe, cuando rebajó su calificación a 20 instituciones financieras turcas.
Los prestamistas de la nación tenían alrededor de USS$186.000 millones de fondos en moneda extranjera en junio, equivalentes a aproximadamente el 75 por ciento del total de fondos mayoristas, según Moody’s. Los bancos necesitan refinanciar US$77.000 millones de préstamos sindicados y bonos al por mayor en moneda extranjera, o el 41 por ciento del financiamiento total del mercado, dentro del próximo año, señaló la calificadora de riesgo.
“La crisis de Turquía también plantea riesgos para los prestamistas europeos con inversiones en bancos locales, entre ellos, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, BNP Paribas SA, UniCredit SpA e ING Groep NV. BBVA genera alrededor del 14 por ciento de las ganancias de una participación en Turkiye Garanti Bankasi AS.