El presidente, Joe Biden, dijo que la economía de Estados Unidos “todavía está en problemas” y que los republicanos no están dispuestos a apoyar la magnitud de la ayuda gubernamental necesaria para hacer frente a la crisis.
En comentarios formulados el viernes desde la Casa Blanca, Biden señaló que ve “a muchas personas llegando al punto de quiebre”. “Voy a actuar y voy a actuar rápido”, dijo, destacando un informe de empleos más débil de lo previsto publicado el viernes. Señaló que es una “decisión fácil” optar por la rapidez en lugar de largas negociaciones legislativas.
Las nóminas del sector privado apenas crecieron en enero, mientras que el sector de restaurantes y alojamiento ha perdido cerca de 600.000 empleos en los últimos dos meses, informó el viernes el Departamento del Trabajo. Si bien la tasa de desempleo disminuyó a 6,3%, eso se debió en parte a que algunos estadounidenses dejaron de buscar trabajo.
Ante una caída de casi 10 millones en el empleo total desde el máximo previo a la pandemia, Biden reforzó su llamado a aprobar un proyecto de ley de ayuda por US$1,9 billones para paliar los efectos del covid-19. La propuesta dio un importante paso adelante con una votación determinada por posturas partidistas realizada durante la madrugada en el Senado, y que mostró la capacidad de los demócratas para avanzar en un proyecto de ley sin el apoyo de los republicanos.
“Podemos arreglarlo”, dijo el viernes Biden sobre el daño que ha provocado el coronavirus a los hogares estadounidenses, antes de una reunión con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y los presidentes de los comités de la Cámara encargados de redactar el plan de rescate.
Pelosi necesitará mantener a su asamblea partidista unida en medio de llamados de los miembros moderados para separar el financiamiento de la vacunación, que cuenta con apoyo bipartidista.
El plan de Biden es el segundo más grande después de la llamada Ley Cares por US$2 billones aprobada en marzo pasado, cuando el primer brote de covid-19 golpeó tanto a la economía de la nación como a los mercados financieros. El monto del nuevo paquete ha sido rechazado por los republicanos, e incluso algunos demócratas han advertido que podría reducir el espacio para maniobrar sobre otras prioridades durante el año.