¿Qué está pasando con las primas de las viviendas nuevas?
Las viviendas nuevas promedio en Estados Unidos se vendieron por US$324.467 en junio, un 28 por ciento más que el precio de US$254.200 para las viviendas existentes, según datos de John Burns Real Estate Consulting LLC. Eso es inferior a la brecha de un 37 por ciento de 2015 y es la diferencia más pequeña desde finales de 2010.
La razón principal es que los precios de las viviendas existentes están aumentando más rápido. Los compradores de viviendas están atravesando una crisis de accesibilidad, especialmente en los costosos mercados costeros, en medio de una oferta cada vez menor. Y aunque las constructoras han tardado en aumentar la producción, citando mayores costos por los terrenos, mano de obra y materiales, han comenzado a comercializar casas más pequeñas con menos lujos, más lejos de los centros de empleo, apuntando a compradores de primera vivienda que cuidan su presupuesto.
"Se han inclinado más al nivel básico: están bajando los precios", dijo Burns, consultor inmobiliario en Irvine, California. "Las casas en reventa se han estado apreciando dos o tres puntos porcentuales más rápido que las casas nuevas durante los últimos años".
Las viviendas nuevas suelen venderse con una prima porque tienen diseños modernos y son más eficientes energéticamente, entre otras razones. Para calcular la prima en el tiempo, Burns utilizó promedios móviles de 12 meses para equilibrar las fluctuaciones estacionales.
La brecha de precios entre las viviendas nuevas y existentes fue mucho más estrecha durante la burbuja inmobiliaria de la década pasada, cuando los estándares de préstamos riesgosos y la especulación desenfrenada inflaron los valores de las viviendas existentes. El mercado altamente competitivo para las viviendas usadas está comenzando a enfriarse, particularmente en los mercados más populares como Denver, Seattle y Austin, Texas, donde los ingresos no han seguido el ritmo de las subidas de precios y el aumento de las tasas hipotecarias.
A pesar de una reducción en su preciada prima, hay un lado positivo para las constructoras.
"A medida que suben los precios de las viviendas existentes, aumenta la riqueza para los propietarios", dijo Robert Dietz, economista jefe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas. "La mayoría de las construcciones nuevas se vende a compradores existentes, por lo que existe la posibilidad de que tengan un pago inicial mayor".