Tarjetas de crédito más caras, servicio más lento, más regulación. El panorama del gobierno británico de la vida tras un brexit “sin acuerdo” no es agradable.
Al publicar la primera serie de guías para empresas, que las asesoran sobre cómo prepararse para la posibilidad de un fracaso de las conversaciones, el secretario del brexit, Dominic Raab, hizo todo lo posible por darles un matiz positivo.
Lo logró en buena medida mediante el recurso de no hablar de sus contenidos. En lugar de ello, ridiculizó las sugerencias de que podría haber escasez de alimentos e insistió en que al Reino Unido se le abrirían oportunidades.
¿Cómo tratará la UE a la City de Londres después del brexit?
Pero los documentos presentan un panorama diferente, subrayado en las horas siguientes. Primero el gobierno pidió a las compañías farmacéuticas que acumularan medicamentos y luego el ministro de Hacienda, Philip Hammond, reiteró la advertencia del Tesoro de que salir de la UE sin un acuerdo tendría “grandes consecuencias fiscales”.
Si bien Raab prometió que en muchas áreas el Reino Unido tendría una salida fluida de la UE, los documentos sirvieron para hacer hincapié en que la solución a muchos de los problemas producto de una partida sin acuerdo excedería las facultades del gobierno británico.
Los ciudadanos británicos que viven en la UE podrían dejar de tener acceso a sus cuentas bancarias. Las compañías británicas podrían perder acceso a la infraestructura de pagos de Europa. Se instó a las empresas que comercian con la UE a prepararse para más burocracia: el gobierno podría contratar otros 9.000 funcionarios públicos para aumentar a más del doble la cantidad de personal que trabaja en el divorcio.
Frontera irlandesa
En la parte sobre la cuestión de la frontera de Irlanda con Irlanda del Norte, se recomendó a las empresas pedir ayuda a otro gobierno: “Si comercia al otro lado de la frontera terrestre, debería considerar si va a necesitar asesoramiento del gobierno irlandés en relación con los preparativos que debe hacer”.
Sam Lowe, especialista en comercio del Centro para la Reforma Europea, dijo que es probable que los documentos contengan pocas sorpresas para las grandes compañías. “Las empresas más grandes pueden hacer frente a esto”, dijo. “Para las más pequeñas, todo esto va a ser nuevo”.
Lowe, sin embargo, señaló que, si bien se dijo que los documentos abordaban una situación de salida “sin acuerdo”, muchos de los preparativos sugeridos serán necesarios incluso si el Reino Unido permanece cerca de la UE. “Plantean muchas cosas que todas las empresas deberán hacer incluso si se llega a un acuerdo”, dijo. “Nuevos formularios que llenar, registro como exportadoras. Explica la burocracia del brexit”.
Por otra parte, de los documentos surge con claridad que la primera ola de ganadores del brexit será la gente a la que se le pague por abordar esa burocracia. Se instó a las empresas a considerar “si contratar los servicios de un despachante de aduana, un transportista o un proveedor de logística, o asegurarse las autorizaciones y el software apropiados”.
