Ciudad de México ha emitido 8.072 certificados de defunción más este año que durante el promedio de los cuatro años anteriores.
En una búsqueda en los 52 registros civiles de la ciudad, los investigadores Mario Romero y Laurianne Despeghel hallaron el exceso de muertes en medio de la pandemia de coronavirus. Publicaron sus hallazgos en la revista Nexos el lunes.
Con una de las tasas de prueba más bajas de la región, los expertos han dudado de que las cifras oficiales del Gobierno reflejen con precisión la magnitud total de la crisis sanitaria. Las 8.072 muertes en exceso incluyen no solo a aquellos que murieron de COVID-19 sino también a los que podrían haber fallecido porque no lograron ser atendidos en un hospital de plena capacidad o que no acudieron a uno por miedo a contraer el virus, dijeron los investigadores.
El registro de defunciones de México está muy rezagado. El instituto de estadísticas Inegi no ha publicado cifras para 2019, mucho menos para 2020. No obstante, al buscar en el registro civil, los investigadores descubrieron que a fines de marzo, el número de certificados de defunción comenzó a diferir del promedio de los últimos años.
Para abril, los certificados de defunción habían aumentado 37% más que en los últimos cuatro años y para fines de mayo, Romero y Despeghel estiman que habrán crecido en 120%.
El recuento oficial de muertes por COVID-19 en Ciudad de México fue de 1.655 el domingo, según datos de la Secretaría de Salud. A nivel nacional, México presenta 68.620 casos confirmados y 7.394 muertes.
La Secretaría de Salud no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Al lunes, solo 14 de los 75 hospitales de la ciudad indicaron que estaban “bien” en términos de capacidad, 22 se encontraban en situación crítica, mientras que 39 informaron un nivel “medio”, que se encuentra entre 50% y 89%, según datos de la ciudad.
Hasta la semana pasada, 80% de las camas de hospital de la ciudad y 65% de sus camas de cuidados intensivos estaban en uso, dijo Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México. Algunos hospitales tenían contemplado agregar capacidad de ventiladores, comentó.