La economía de China creció al ritmo más lento desde que el brote de coronavirus golpeó al país por primera vez hace dos años, lo que hace que el objetivo de crecimiento de Pekín para el año sea cada vez más inalcanzable a medida que los economistas reducen aún más sus pronósticos.
La expansión del 0,4% del producto interno bruto reportada para los tres meses hasta junio —cuando docenas de ciudades, incluidas Shanghái y Changchun, impusieron cierres— fue la segunda más débil que se haya registrado. Goldman Sachs Group Inc. redujo rápidamente su pronóstico de crecimiento para todo el año a 3,3%, diciendo que las cifras sugieren que los cierres por el Covid-19 durante el último trimestre tuvieron un costo mayor al esperado en la economía.
La desaceleración significa que Pekín no alcanzará su objetivo del PIB de alrededor del 5,5% por un amplio margen este año, la primera vez que es probable que eso suceda. El Gobierno no fijó un objetivo para 2020, durante la primera ola del brote de coronavirus, y solo estuvo un poco por debajo de él en 1998, por 0,2 puntos porcentuales.
Las perspectivas de China siguen siendo muy inciertas dado que el presidente, Xi Jinping, sigue comprometido con su enfoque de cero covid para erradicar los contagios. La aparición de la subvariante BA.5 en varias ciudades plantea la amenaza de nuevos bloqueos. El número de casos confirmados de covid el viernes llegó al nivel más alto desde mayo.